De partidos a nombres, apellidos y privilegios

"El tamaño de López Obrador no puede medirse,

sino por la pequeñez de sus adversarios"

Mauricio Merino

El 2 de Junio de 2024 se realizará en nuestro país que se ha venido llamando “la elección más grande de la historia de México”; sin excepción todos los partidos padecen una severa crisis de credibilidad social y rupturas internas.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), paso de ser un partido de sectores y organizaciones a un partido de nombres y apellidos, apéndice de su adversario histórico. Hoy es un partido sin proyecto, sin causas, sin narrativa y sin auténticos liderazgos; el abandono de las causas de las mayorías, la impunidad, corrupción, el chambismo, soberbia de sus dirigentes y gobernantes y alianzas con grupos facticos para preservar el poder y enriquecer a los privilegiados del gobierno, elites partidistas y económicas, provoca el rechazo y repudio de la sociedad, militantes y simpatizantes que por décadas los apoyaron.

El Partido Acción Nacional (PAN) paso del humanismo político, donde las personas eran el centro y razón de su ser; principio y fin de la vida social y política, que defendía y promocionaba valores familiares y católicos, el rechazo a la legalización del aborto, la diversidad de género y matrimonio igualitario. Que tenía como objetivo crear conciencia ciudadana, para que los mexicanos se percataran de los problemas que tenía el país y despertara en ellos el deseo de participar en la solución, a un partido que solo busca satisfacer los apetitos económicos y de poder. Las evidencias de la alianza en Coahuila, muestran que su interés no es para construir un proyecto que resuelva los problemas del país; es para repartir puestos y contratos entre los privilegiados del sistema PRIAN.

Por lo que respecta a morena, sus características son las de un movimiento electoral encabezado por un líder carismático y populista, con una extraordinaria capacidad de comunicación, que supo construir una narrativa que capitalizó el enojo de millones de mexicanos en  contra la inseguridad, la corrupción, las desigualdades y privilegios de unos cuantos y que al paso del tiempo se ha venido convirtiendo en lo que Porfirio Muñoz Ledo llamó “un mazacote”, con una base clientelar creada a partir de programas sociales.

Los mexicanos tendremos una difícil decisión el 2 de junio, votar por quienes representan los intereses de los privilegiados o quienes representan el populismo y riesgos de seguridad, salud y económicos. Porque la corrupción es clara en unos y otros.

Ricardo Rodríguez Lugo

Por: Redacción2
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