La abundancia, es acción

Imaginemos  que en el fondo de tu ser hay un anhelo, un sueño que parece inalcanzable porque no encuentras la manera de hacerlo realidad.  Ya lo identificaste? A menudo esperamos que alguien más nos brinde lo que deseamos, que las circunstancias cambien a nuestro favor o que, como por arte de magia, ese sueño se materialice. Intentamos dar señales o incluso manipular situaciones con la esperanza de que nuestros deseos se cumplan.

Cuando nos sentimos incapaces de desbloquear nuestro propio destino o las cosas no se alinean como esperábamos, es fácil caer en la trampa de creencias limitantes como “no lo merezco”, “no soy suficiente” o “eso no es para mí”.
Pero, detente un momento y reconecta con tu fuerza interior. Te invito a  pedirte a ti mismo tres cosas esenciales, para  que sea más fácil anótalas; no seria raro que al volv4r a leerlos le hagas algún cambio o lo anotes con más puntualidad.

Claridad en tu deseo.

La inspiración y el compromiso para llevar ese deseo a la realidad.

La disciplina y un plan de acción para manifestar tu sueño.

Al hacerte estas peticiones, recuerda que puedes responder sí, no, o negociar contigo mismo. Pero si decides comprometerte, es crucial que honres tu palabra y sigas adelante con el plan.

Luego, identifica a las personas clave que pueden actuar como puentes hacia lo que buscas. Acércate a ellas de manera directa, sin temor al rechazo. Sí, es posible que surjan dudas o miedos, pero recuerda que el peor escenario ya lo tienes si no actúas: el "no" por respuesta.

Evita caer en suposiciones que te paralicen, como temer que tu pareja reaccione mal si le pides más atención o creer que cambiar de carrera te llevará a la ruina. Ante estas dudas, cuestiona la veracidad de tus miedos, reflexiona sobre cómo estos pensamientos afectan tu comportamiento y considera quién podrías ser sin ellos. Este ejercicio abrirá nuevas puertas para ti.

Es nuestro derecho y deber pedir lo que queremos directamente, pues esto se convierte en la llave hacia la abundancia y el camino para crear una vida llena de deseos cumplidos.

La incapacidad de pedir adecuadamente nos debilita y confunde tanto a nosotros como a quienes nos rodean. Pedir es un arte que implica claridad, negociación y la disposición a aceptar un "sí", un "no", o explorar alternativas. Este enfoque fomenta un acuerdo mutuo poderoso.

Recuerda, el universo te provee lo que necesitas, no necesariamente lo que tu ego desea. A menudo pedimos de manera imprecisa, a las personas equivocadas o de forma indirecta, y terminamos recibiendo lo que no queremos o lo que no nos beneficia.

Pedir es un arte: hazlo con claridad, precisión y a las personas adecuadas. Hazte peticiones a ti mismo y luego a los demás, hasta que te encuentres viviendo una vida plena, productiva y en armonía con tus deseos más profundos.

Manos  a la obra  , te deseo éxito…

Con cariño

Erika Rosas

Por: Redacción2
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