Ejecutómetro: 0
Dólar: 19.47 MXN
10°

Ejidatarios de la Sierra Gorda adoptan la regeneración forestal como modelo de desarrollo económico

Pinal de Amoles, Qro. El ejido de Tejamanil, enclavado en la Sierra Gorda de Querétaro cuenta con 1,300 hectáreas, de las cuales 500 forman parte del Sello Querétaro un programa de conservación forestal impulsado por el Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG) en colaboración con el gobierno estatal, en el que los dueños y ejidatarios de estas tierras reciben un pago a cambio de cuidar su bosque.

Se calcula que una hectárea de bosque en Tejamanil captura tres toneladas de CO2 al año, lo que significa que 1,500 toneladas de CO2 son capturadas anualmente; el GESG, se encarga de gestionar que una empresa les pague a los ejidatarios por este servicio ambiental, a través del sello Querétaro, un programa en la que a las grandes industrias pueden compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero.

 

Durante 2024, los ejidatarios de Tejamanil recibieron 380,000 pesos por el cuidado de sus 500 hectáreas de bosque, los cuales, una vez solventados los gastos, se repartieron entre los 54 ejidatarios, “50,000 pesos los usamos para hacer las brechas cortafuego, 20,000 para las labores de recorridos y 3,000 para un teléfono, con el que registramos las bitácoras”, platicó a El Economista, Ismael Aguas García, comisariado de Tejamanil.

El convenio entre GESG y los 54 ejidatarios de Tejamanil establece que se deben realizar acciones que favorezcan la regeneración, como mantener los caminos limpios, y libres de actividad humana como turismo, el uso de vehículos, infraestructura, agricultura, ganadería, quemas controladas y la extracción de árboles vivos o muertos.

 

La principal tarea de los ejidatarios es la vigilancia para evitar que estas actividades se realicen en sus terrenos, los cuales están georreferenciados e integrados en un expediente que confirma que los ejidatarios representan la autoridad sobre la tenencia de la tierra; cada año su el bosque es evaluado por expertos y si está conservado, se otorga el pago.

“Eso es lo bonito, que son guardabosques en sus propios territorios”, dijo Salvador Sarabia Rivas del Grupo ecológico, la comunidad es libre de ejercer los recursos como mejor lo determinen, aunque también se les sugiere que inviertan en herramientas que sostengan el cuidado del bosque, como mantener los caminos limpios, ya que en caso de incendio permiten una acción rápida, “si una parte del bosque se incendia, al otro año ya no se la pagarán”.

 

“En 2023 destinamos un fondo de 50,000 pesos en caso de un incendio forestal, afortunadamente no nos tocó, pero hubo incendios en otras comunidades, tuvimos que ayudarles y llevar agua”, señaló el comisionario.

Conservación como forma de vida

“Hoy en día, no es una forma de vida dedicarse únicamente a la conservación, los ingresos son adicionales”, los habitantes tienen otras actividades económicas e ingresos como las remesas, “el escenario ideal para la Sierra Gorda sería valorar la tierra y el bosque de tal manera que sea una forma de vida, como sucede en Costa Rica, donde una persona puede decir que se dedica a cuidar su bosque porque ya paga muy bien, ojalá algún día lleguemos a ese punto”, agregó Sarabia.

“Antes, con este bosque, la gente hacía madera, vigas, postes para alambrado, potreros, vendían la madera y de ahí se mantenían, pero desde que entramos al programa, el bosque ha comenzado a regenerarse”, comentó Aguas García.

“Otros ingresos de la comunidad vienen de trabajos en la minería, por ejemplo, este programa es muy bueno, a diferencia de otros, que nos obligaban a destinar todo el recurso al bosque y ya a no quedaba nada para el beneficio de los ejidatarios. Con el programa de la Sierra Gorda podemos proteger el territorio y también repartir recursos, como el pago por nuestro trabajo”, dijo Ambrosio García Aguas, tesorero del ejido de Tejamanil.

El pago por su trabajo de 2023 se realizó a finales de 2024 y permitió que 298,000 pesos fueran repartidos entre los 54 ejidatarios; mientras se encaminan al pago por su tercer año de labores como cuidadores de la Sierra Gorda.

Alternativa a las remesas

La mayoría de los hijos de los ejidatarios en Tejamanil trabajan en Querétaro, Ciudad de México, Guanajuato o en otros estados, por lo que las remesas facilitan este trabajo, “uno se queda a cuidar, pero no sacamos la madera, y si los árboles se caen, los dejamos que se degraden. No queremos ni turistas porque dejan basura”, relató el comisionado.

“Las nuevas generaciones ya casi no hacen el trabajo de rancho y ejido, quienes tienen estudios se van a la capital para trabajar como ingenieros o contadores, esta generación ya casi todos tienen estudios y prefieren trabajar fuera”, agregó respecto la continuidad de esta labor.

“La gente tiene otra visión y piensa que el dinero lo es todo, pero aquí siempre hemos tenido lo necesario para sobrevivir, quienes se van a las ciudades pagan renta y otros gastos, el bosque nos da aguamiel, fruta y leña; los jóvenes ya no ven eso, allá es muy difícil la vida, y aquí pueden estar libres por todo el ejido”, complementó el tesorero, “tenemos potencial para muchas actividades sin necesidad de salir a las ciudades”.

En solo nueve años, Sierra Gorda ha pasado de un 30% a un 80% de regeneración forestal, creando oasis para la fauna silvestre como jaguarundis, linces, aves y venados cola blanca. A diferencia de un área natural protegida, el Sello Querétaro permite que los dueños y ejidatarios conserven sus tierras obteniendo un pago por ello sin tener que modificarlas, una repuesta al modelo extractivista de actividades.

 

 

 

 

 

Con información de: El ecnoomista.

Tips al momento

Avanza el gusano barrenador del ganado

De llamar la atención el primer caso de gusano barrenador del ganado en humanos. Este fue detectado en una mujer, mayor de edad, residente el municipio de Acacoyagua, en el estado de Chiapas.

Luego que fuera alertada la presencia de ganado del gusano barrenador del ganado, el pasado 21 de noviembre de 2024, en un lote de ganado introducido de contrabando; ahora, se conoce la primera afectación a una persona, por parte de esta mosca que deposita sus huevecillos en heridas y cuyas posteriores larvas devoran el tejido vivo.

Incluso, hay información que habla de que habría hasta ocho personas afectadas por esta plaga, en siete estados de nuestro país, así que lo anterior pone en evidencia, la gravedad de su presencia , luego de que fue introducida desde Guatemala, por la falta de controles sanitarios y legales adecuados en la frontera Sur de nuestro país.

También, lo anterior muestra que la plaga se está expandiendo, pese a la campaña en su contra con mosca esterilizada, lo que al parecer no es suficiente dada su presencia en varias entidades del país como son Chiapas, Tabasco y Campeche, en donde ya se han tenido reportes de casos.

Hay quienes dicen que, si esto sucede ya con humanos, habrá que imaginar lo que ocurre, por ejemplo, con la fauna, que no está exenta del ataque de esta plaga, especies a las que no hay manera de atender como es el caso del ganado u otros animales domésticos.

Así, esta plaga se está expandiendo y que,  pese a no estar presente en el norte del país, ya causó grandes pérdidas económicas a los ganaderos exportadores de becerro en pie, como es Chihuahua, que por la detección de esta mosca en Chiapas, Estados Unidos cerró su frontera a la comercialización de ganado por casi tres meses. Comentan que, urgen mayores medidas de control, como puede ser entre otras, el cierre de la frontera Sur, algo que han pedido de manera insistente los productores pecuarios.

Notas recientes