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El inesperado riesgo que enfrenta México por el Mundial 2026

Las autoridades de México ya comenzaron un intenso operativo sanitario para prevenir emergencias médicas, contagio de enfermedades y consumo de sustancias durante el Mundial de Fútbol que en 2026 compartirá como sede con otros dos países.

Así lo reveló el diario Milenio en un reportaje elaborado a menos de un año de que comience la justa deportiva que se realizará del 11 de junio al 19 de julio de 2026 en 16 ciudades de México, EE.UU. y Canadá.

También reveló que los protocolos de prevención en los estadios mexicanos ya están vigentes, puesto que se han identificado hospitales de referencia y se han definido protocolos de urgencias que se fortalecerán en vísperas del inicio del Mundial 2026 con la operación de ambulancias, unidades móviles de salud, puntos de hidratación y módulos de atención médica.

La estrategia para prevenir riesgos sanitarios con miras al Mundial 2026 rige en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde funciona una Clínica del Viajero que se coordina con la dependencia encargada de la vigilancia epidemiológica y servicios médicos que ya tienen definidas las rutas para eventuales traslados de urgencias.

Una de las principales preocupaciones es la propagación del sarampión, ya que hasta esta semana se había detectado en México un brote con 3.361 casos y 10 muertes, pero también hay alerta por la tosferina, fiebre tifoidea y nuevas variantes del covid-19, por lo que se realizarán campañas para incentivar la vacunación preventiva.

Además, se hará énfasis en la prevención de infecciones de transmisión sexual, por lo que se distribuirán condones y se pondrán a disposición pruebas rápidas de VIH, hepatitis B y hepatitis C; y habrá campañas sobre los riesgos del consumo de sustancias en eventos masivos.

Con información de actualidad.rt.com

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Una opinión

Hay una reflexión y análisis que, se hace sobre un audio que circula entre grupos de jubilados y derechohabientes de Pensiones Civiles del Estado.

Según destaca en este análisis, el audio señala que los retiros del fondo propio de Pensiones Civiles del Estado, ponen en riesgo la sobrevivencia de esa institución.

La reflexión sobre ese audio que circula entre jubilados y pensionados del magisterio, un grupo con influencia que, dicen, logró poner a uno de los suyos en la actual dirigencia de la Sección 42, lo que les salió peor, es tan oportuno que merece ser difundido y la reproducción íntegra del mismo, que a continuación se presenta, con los créditos a quien corresponda:

Opinión: El miedo como estrategia: el fondo propio y la amenaza que no existe

En los últimos días ha comenzado a circular un audio anónimo en grupos de jubilados y derechohabientes de Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua (PCE). Aunque su autor no se identifica, su contenido reproduce de forma casi literal la narrativa promovida por algunos actores sindicales que hoy ocupan posiciones de poder. El mensaje busca generar temor entre quienes han decidido ejercer su derecho a recuperar el llamado “fondo propio”, insinuando que esta acción podría provocar el colapso del sistema.

En el audio se afirma que retirar el fondo propio “pone en riesgo Pensiones” y que, de continuar por ese camino, “se perderán todos los beneficios” que supuestamente se disfrutan como jubilados. Quien lo dice no se presenta como parte del comité, pero habla como si lo fuera. Quizá lo hace desde la ignorancia, repitiendo lo que ha escuchado; quizá desde la intención de confundir y asustar.

Lo cierto es que la estrategia es clara: convertir un acto de defensa legal en un supuesto acto de traición colectiva. Culpar a quienes exigen cuentas, mientras se protege a quienes llevan años sin rendirlas.

¿Quién sostiene Pensiones?

Una de las afirmaciones más preocupantes de este discurso es que Pensiones se sostiene gracias a los descuentos del fondo propio realizados a unos tres mil jubilados, es decir, a quienes se retiraron a partir de 2014. Este argumento es completamente insostenible si se considera que PCE cuenta con más de 95,000 afiliados entre activos y jubilados.

Si tres mil personas son las que sostienen todo, entonces el sistema ya está quebrado. No por culpa de los jubilados que exigen lo suyo, sino por quienes han permitido que más de 50 instituciones deudoras no paguen lo que deben. Ahí está el verdadero problema, y ahí debería estar también la indignación.

La legalidad del retiro

No es nuevo ni ilegal el retiro del fondo propio. Varios juicios se han ganado ya en tribunales por su carácter inconstitucional: se trata de un descuento unilateral, sin consulta y aplicado de forma desigual. Ante estos hechos, el abogado Lic. Mena —a quien falsamente se le ha vinculado con estas demandas— emitió un comunicado oficial en el que se deslinda de cualquier participación. Señaló que ni él ni su despacho tienen relación alguna con grupos como COSIGEN, y que su única acción jurídica ha sido contra la omisión legislativa del fondo de vivienda.

La desinformación, sin embargo, ha sido útil para ciertos sectores que buscan desviar la conversación. En lugar de hablar de auditorías, de recuperación de adeudos o de transparencia financiera, se opta por atacar al jubilado que ejerce su derecho.

El miedo como método

El mensaje anónimo no es un caso aislado. En los mismos días, en el grupo “2-DERECHOHABIENTES”, una participante llamada Lucy Robles sugirió “frenar a tiempo” las ideas que alientan a los jubilados a actuar, acusando a sus promotores de ser “redentores obsoletos”. La lógica es simple: quien cuestiona, quien propone, quien se defiende, representa una amenaza al orden de quienes se sienten cómodos en el poder.

Se pretende convencer a los jubilados de que pedir lo justo es desestabilizar; que exigir transparencia es egoísta; que actuar por cuenta propia es traicionar al colectivo. Pero nunca se habla de los millones que no se han cobrado a los entes deudores, de las decisiones negligentes que nos llevaron al deterioro actual, ni del silencio cómplice de los comités pasados y presentes.

Reflexión final

Cada quien debe tomar su decisión. Nadie está obligado a retirar el fondo propio, pero tampoco debe sentirse culpable quien lo haga. La defensa del patrimonio individual es legítima, sobre todo cuando el sistema que debía protegernos ha fallado una y otra vez.

Si yo estuviera en esa situación, sí elegiría recuperar mi dinero. La vida es corta. No estamos para despreciar recursos que legítimamente nos pertenecen. Lo que no haría es quedarme callado ante el miedo disfrazado de consejo, ni permitir que el discurso oficial me convenza de resignarme.

El problema de Pensiones no es quien se defiende.

El problema de Pensiones es quien calla, solapa y desvía.

POR PCE POR NUESTRA SALUD

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