CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Un relámpago, como ha habido tantos en nuestro país, iluminó un instante las sombras para volvernos a sumir en esta larga e interminable noche llena de muertes, así definió el poeta y escritor Javier Sicilia la visita que realizó el papa Francisco a México en 2016.
Ahora, tras la muerte del pontífice jesuita, el activista en favor de las víctimas de la violencia en México reflexiona sobre el cisma que enfrenta la Iglesia católica ante el inminente cónclave y lo que se espera de esta institución frente a la crisis de derechos humanos en nuestro país.
El director de Proceso, Jorge Carrasco Araizaga, junto con el jefe de Información de la Agencia Proceso, Rodrigo Hernández López, exploran con Sicilia la pugna del poder que los líderes eclesiásticos asumirán una vez que inicie la sucesión, y rememoran el “silencio” que Jorge Mario Bergoglio tuvo ante la realidad mexicana: primero, cuando durante su visita decidió no reunirse con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa; segundo, cuando fueron asesinados los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la sierra de Chihuahua, en 2022.
En la charla, el fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad evoca la labor del Papa jesuita y hace una crítica al aparato eclesiástico en medio de la disputa por la definición del próximo pontífice.
En el caso de México, “la Iglesia nos quedó a deber”, lamenta Sicilia.
Con información de proceso.com.mx
A una semana de la elección judicial y cuando aun no se conocen la mayoría de los resultados para los diferentes cargos, lo que llevará todavía unos días más, y a pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum, la consideró como "maravillosa", por lo pronto la Organización Estados Americanos (OEA) , consideró que este modelo no puede ser llevado a otro países.
Las razones según lo explica el analista Juan Ortiz, en sus redes sociales, fue debido a la baja participación de solamente un 13% del electorado, lo que evidencia el desinterés y por ende, la alta abstención. También, al considerarse como un riesgo para la independencia judicial.
Además, el que fue una reforma apresurada en su implementación, sin debate plural, ni gradualidad y un limittado análisis técnico. También, el que los requisitos fueron insuficientes, pues los criterios utilizados para las candidaturas, no garantizan idoneidad ni evitan politización.
Uno de los señalamientos, fue la complejidad de las boletas, que derivaron en confusión entre los electores y demoras a la hora de votar.
Otro punto, es que la difusión fue insuficiente, lo que no permitió conocer información sobre cargos y candidatos. También salió a relucir, las limitaciones al presupuesto al INE, que se tradujo en la reducción del número de casillas y que afectó la organización.
Y desde luego, los “acordeones” que dieron el sello distintivo a esta elección pues hubo denuncias sobre los listados que circularon, especialmente desde la 4T, que según se ha dicho, son considerados como propaganda ilegal y coacción al voto. Así la evaluación a una semana de esas elecciones. ¿Qué otros “detalles” saldrán en los próximos días?, ya se verá, comentan.