El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, advirtió el miércoles sobre el riesgo de una reanudación del conflicto en ese país, que intenta reconstruirse tras décadas de dictadura bajo Bashar al Asad.
Pedersen se dirigió al Consejo de Seguridad de la ONU desde Damasco, después de una serie de ataques mortales contra las minorías alauita y drusa en Siria, donde combatientes liderados por islamistas derribaron en diciembre al entonces presidente Asad, poniendo fin a una brutal guerra civil que comenzó en 2011.
"Los desafíos que enfrenta Siria son inmensos, y los peligros reales de un nuevo conflicto y una mayor fragmentación aún no se han superado", dijo Pedersen en una videoconferencia. "Sigo preocupado por el potencial de nueva violencia, y por la socavación de la confianza que esos acontecimientos inevitablemente provocan", añadió.
Se refirió en particular a los ataques en marzo contra la comunidad alauita, que está asociada con el clan Asad, y la violencia contra los drusos en abril en medio de lo que Pedersen llamó altas tensiones sectarias.
El martes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, advirtió que Siria podría estar a semanas de una guerra civil de "proporciones épicas" y pidió apoyo a las nuevas autoridades.
A pesar de las serias advertencias, Pedersen expresó su satisfacción por el anuncio del levantamiento de las sanciones estadounidenses contra Siria y la decisión de la Unión Europea de levantar sus sanciones económicas, considerando que es una respuesta a la esperanza de los sirios de "éxito" en la transición del país.
Pedersen también condenó una vez más los "inaceptables" ataques israelíes en territorio sirio. Y manifestó su preocupación por un aumento en los ataques del grupo Estado Islámico en varias partes de Siria.
Con información de: El economista.