Los Ángeles. Para Alejandro Barranco, un veterano de los marines, fue "muy duro" ver las escenas de violencia durante el operativo en que su padre, un jardinero mexicano, fue detenido en California, en el marco de la ofensiva migratoria lanzada por el presidente estadounidense Donald Trump.
Narciso Barranco, oriundo de Morelos y padre de tres marines, fue interceptado por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) la mañana del sábado mientras podaba un jardín en un restaurante de Santa Ana, ciudad al sur de Los Ángeles.
La acción fue registrada por testigos en videos que luego se viralizaron en las redes sociales. Desde diferentes ángulos se ve a Barranco, de 48 años, correr con una desmalezadora en mano cuando varios agentes lo someten, le golpean y le rocían gas pimienta.
"Ellos manejaron esta situación de forma muy poco profesional. No son los estándares del gobierno de Estados Unidos", dijo su hijo Alejandro, un militar retirado de 25 años, en entrevista. "Es muy duro de ver", agregó.
Tricia McLaughlin, secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, afirmó en un comunicado que Barranco intentó huir y "blandió una cortadora de pasto directamente al rostro de un agente", por lo que los agentes "tomaron las medidas adecuadas".
Utilizaron "la mínima cantidad de fuerza necesaria para resolver la situación de forma que se priorizara la seguridad del público y de nuestros agentes", comentó.
Pero Alejandro cuestiona esas afirmaciones.
"El video muestra que (Narciso) mueve la cortadora de pasto. Creo que es instinto natural porque lo rociaron con algo segundos antes (...), pero nunca la blandió directamente a un agente", explicó.
"Hay un tipo que sostiene su arma de lado, el dedo en el gatillo apuntando a un vehículo. No veo cómo eso tiene sentido. La cantidad mínima de fuerza no incluye sujetar a un hombre, golpearlo repetidamente en las zonas del cuello y la cara. Creo que es la máxima dosis de fuerza antes de la letal".
"Tragando órdenes"
El caso ha desatado críticas de la opinión pública y de la esfera política en California, en parte debido a que los tres hijos de Barranco pertenecen a la Infantería de Marina de Estados Unidos.
Los dos hermanos de Alejandro están en la base de Camp Pendleton, también en el sur de California.
La detención ocurrió además en un clima tenso en el estado demócrata con protestas en contra de las redadas, y al que Trump envió miles de Guardias Nacionales y 700 marines para, entre otras cosas, apoyar las operaciones migratorias.
Alejandro dice conocer a estos efectivos y entender que ellos están "tragando órdenes" y cumpliendo su trabajo.
"Sí siento que algunos de ellos sufren. Algunos están confundidos porque quizás algunos de sus familiares están indocumentados y ellos ven todo esto, y creo que es duro para ellos", afirmó.
Bajo la presión de sus autoridades migratorias de incrementar las detenciones diarias, las operaciones en las calles han llegado a lugares de trabajo como lavaderos de autos y ferreterías.
El caso de Narciso Barranco, quien emigró desde México en los años 1990, se suma al de la esposa de otro exmarine en Luisiana que fue detenida en mayo a la salida de una cita migratoria para tratar su legalización.
Con información de: El economista.