Te acuso ante autoridades estadounidenses de haberte robado 25 millones de dólares, señaló que este capital surge del no aplicar este recurso a medicamentos para el tratamiento del cáncer para niños, es decir dramatizo y humanizó esta denuncia con la idea de que al llegar el fallo te quedes estudiando ingles tras barreras, mientras te destruyo en tu país, tiro directo y preciso.
Pasaron cinco años y tras investigaciones del FBI y del Departamento de Estado concluyen que nariz boleada, que no hay nada que investigar más y el juez encargado del “delicado tema” desestima el caso, liberando a el ex gobernador señalado como uno que ni en La Popular tuvo alguna vez crédito y de ser un político corrupto más con 50 propiedades y 25 millones de dólares de inversión producto del saqueo al erario público, pasó a ser más inocente que Pepe el Toro.
Así de simple y sencilla se puede interpretar el fallo emitido por los gringos, que tardaron 5 años de investigaciones, de esperar pruebas contundentes que jamás llegaron y por la vía del KO y el cloroformo César Duarte gana su defensa, consolidando la bajeza de Corral.
El rastrero se arrastra, le dijo un día Don Manuel Bernardo Aguirre cuando charlaban de cierto personaje y coincido con Don Meny al hurgar en el diccionario el cual al calce describe ser rastrero; “como una persona con baja moral, vil y despreciable” y justo así es Javier Corral este oscuro personaje, el cual a las dos horas de haberse conocido la noticia, aseguró y escupió su veneno responsabilizando a la gobernadora Campos de no haberle dado seguimiento al tema y por ende el resultado fue la desestimación, así la bajeza del senador.
Al parecer para Corral todos los chihuahuenses nacimos con las rodillas al revés y pensó que la idiotez a su vez influenció a ese juez tejano, al FBI y al Departamento de Estado son tan, pero tan tarugos que no investigan lo suficiente y por una simple acción- reacción desestimaron la denuncia y obvio por el contubernio de Maru y Duarte.
Y yo me pregunto si Maru Campos hubiese querido favorecer a César Duarte a su arribo al mando lo hubiese dejado libre y no como lo traen ahora con grillete electrónico y cargando culpas ajenas por ese preciso ejercicio de Corral de generar percepciones de este su pueblo pendejo.
Ahora el ciudadano estadounidense Javier Corral puede ser juzgado en su país, al haber presentado la denuncia en un carácter personal y como gobierno al pensar dejar clavado a su archí enemigo en alguna prisión gringa.
Ahora puede ser acusado por más de 4 violaciones entre ellas mentir ante tribunales y si bien muchos alegan que actualmente posee un fuero que ya lo protege de una orden de aprehensión girada y frustrada a días de ser ungido como Senador, ahora como ciudadano estadounidense puede ser citado con fuero o sin fuero, a no ser que quiera perder sus derechos como ciudadano americano y este sí posee propiedades en el gabacho.
No sabemos en qué va a terminar este nuevo capítulo de Corral vs Duarte, lo único que queda claro es que ahora el mango de la sartén está en la cancha del Ballezano y la historia comienza a reescribirse… Así las cosas...