AP.- Un grupo de cientos de estudiantes protestaron el martes cerca del lugar del accidente de un avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea de Bangladesh que se estrelló contra una escuela en la capital del país, exigiendo rendición de cuentas, compensación para las familias de las víctimas y la suspensión de los vuelos de instrucción.
El malestar por el accidente del lunes paralizó el tráfico en partes de Daca, una ciudad que aún se recupera del levantamiento estudiantil del año pasado que obligó a la primera ministra a dejar el poder. Algunos estudiantes ingresaron a la sede administrativa del país y fueron dispersos con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
El número de muertos por el accidente aumentó a 31, incluidos al menos 25 estudiantes, una maestra que murió por las quemaduras sufridas mientras ayudaba a otros a salir del edificio de dos pisos, y el piloto.
Las autoridades dijeron que 171 personas, en su mayoría estudiantes de la Milestone School and College y muchos con quemaduras, fueron rescatadas.
El Ejército inició una investigación sobre la caída en el populoso barrio de Uttara en Daca. La autoridad de aviación civil del país no participaba directamente en la investigación.
Declaran un día de luto nacional
Los estudiantes que protestaban exigieron la publicación "precisa" de las identidades de los muertos y heridos, compensación para las familias y la suspensión inmediata del uso de aviones de entrenamiento "obsoletos e inseguros" por parte de la Fuerza Aérea. Acusaron a las fuerzas de seguridad de golpearlos y maltratar a los maestros el lunes.
Los estudiantes se enfurecieron después de que dos asesores gubernamentales de alto rango llegaron al lugar, lo que obligó a los funcionarios a buscar refugio durante varias horas dentro del campus antes de que llegaran fuerzas de seguridad adicionales y los escoltaran fuera. Otros grupos de estudiantes los obligaron a regresar.
En otros lugares de Daca, los estudiantes rompieron las barricadas de seguridad e ingresaron al complejo del Secretariado de Bangladesh, la sede administrativa del país.
Los funcionarios de seguridad utilizaron granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersarlos, y decenas de estudiantes resultaron heridos después de que la policía los golpeara palos. Los estudiantes exigieron la dimisión del asesor de educación que, según ellos, retrasó el anuncio de la cancelación de los exámenes oficiales durante el duelo del martes.
El caos se está extendiendo a áreas cercanas.
Conmoción por la tragedia.
"Ayer, cuando el avión se acercaba, el sonido era tan fuerte que no puedes ni imaginarlo — parecía que los tímpanos estaban a punto de estallar. En cinco segundos, el avión se estrelló justo frente a mí aquí", relató Smriti, una estudiante que sólo dio un nombre.
"De repente, vi llamas elevándose ferozmente desde el edificio”, dijo la estudiante; "cuando llegué aquí, vi a algunos niños tendidos con sus extremidades extendidas, algunos de sus cuerpos sin vida esparcidos alrededor. ¿Puede usted salvarlos? Dígame, ¿alguna vez podrán volver a los brazos de sus padres?", preguntó.
El martes, 78 personas, en su mayoría estudiantes, permanecían hospitalizadas, indicó Sayeedur Rahman, asistente especial del líder interino de Bangladesh, Muhammad Yunus.
Inicialmente, se reportaron 20 muertes, y siete personas murieron a causa de sus heridas durante la noche, apuntaron las autoridades. Otros cuatro fallecimientos se reportaron más tarde el lunes, dijo el ejército.
Maherin Chowdhury, la maestra que rescató a más de 20 estudiantes de la escuela en llamas, murió por graves quemaduras, informó su colega Tanzina Tanu.
Los médicos avisaron el lunes por la noche que la condición de unas dos docenas de heridos seguía siendo crítica. Se ha abierto un campamento de donación de sangre en un hospital especializado en quemaduras donde se atenderá a la mayoría de los heridos.
Veinte cuerpos fueron entregados a sus familias, y otros podrían requerir identificación por ADN después de haber quedado carbonizados.
Con información de Latinus