Ciudad de México, 28/07/25 (Más).- La reciente aparición pública del diputado Daniel Asaf Manjarrez en el Hotel Okura de Tokio, Japón, junto a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, generó nuevas críticas en torno a la congruencia de integrantes de Morena con los principios de austeridad promovidos por la Cuarta Transformación.
Las imágenes, compartidas en redes sociales por el periodista Claudio Ochoa Huerta, mostraron a ambos personajes desayunando en un recinto de alto nivel, lo que reactivó cuestionamientos sobre su conducta en el ejercicio de lo público.
Daniel Asaf Manjarrez, actual legislador federal por representación proporcional, ha sido identificado desde hace años como una figura cercana al círculo íntimo de la familia López Obrador. Su presencia en Japón no pasó desapercibida, al tratarse de un integrante activo de la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados, y de alguien que desempeñó funciones clave durante el sexenio 2018-2024, particularmente como jefe de la Dirección General de Ayudantía del entonces presidente.
Las fotografías tomadas en el Hotel Okura se sumaron a una serie de señalamientos recientes dirigidos a militantes de Morena por presuntos comportamientos incongruentes con los discursos oficiales del movimiento. En redes sociales, usuarios cuestionaron que figuras cercanas al liderazgo del partido disfruten de lujos mientras se promueve una política de cercanía con el pueblo y de rechazo a los excesos del poder.
El caso de Asaf Manjarrez ha resaltado por su cercanía con López Beltrán y por su trayectoria ligada a los intereses del partido desde sus inicios. Nacido en Coyoacán, el legislador tiene 39 años y cursó la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana. Su primer acercamiento a la función pública se dio entre 2012 y 2017, cuando fungió como asesor del entonces secretario de Turismo, Miguel Torruco.
Desde 2012 participó en la estructura electoral de Morena como subcoordinador general y, en 2016, se postuló como candidato a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Su vinculación con Morena se formalizó en 2014 y desde entonces ha ocupado diferentes cargos en el ámbito gubernamental federal.
Su papel más visible se dio durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando encabezó la Dirección General de Ayudantía, unidad encargada de coordinar la seguridad presidencial. En ese contexto, fue señalado como el asistente más cercano del mandatario, lo que reforzó su presencia en espacios clave de la administración federal.
En 2024, el nombre de Daniel Asaf Manjarrez volvió a figurar en medios luego de que el medio Latinus difundiera una investigación en la que se le vinculó, junto a los hijos del expresidente, en presuntas redes de tráfico de influencias. La información incluyó audios y documentos en los que se mencionó una fundación encabezada por Asaf como parte de una estructura de negocios con acceso privilegiado al poder.
Frente a la polémica por su estancia en Tokio, se recordó que otros integrantes de Morena también han sido señalados recientemente por realizar viajes al extranjero, entre ellos el secretario de Educación Pública, Mario Delgado, y el coordinador parlamentario Ricardo Monreal, quienes visitaron Lisboa y Madrid, respectivamente. Las críticas coinciden en advertir una distancia entre las prácticas de ciertos funcionarios y el mensaje político que encabeza la dirigencia del partido.
Durante la conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre el tema y respondió que el poder debe ejercerse con humildad, reiterando que todos los funcionarios tienen derecho a vacacionar, pero que deben comportarse con responsabilidad ante la ciudadanía y los principios de la Cuarta Transformación.
Aunque no se ha emitido una declaración directa de Asaf Manjarrez sobre el viaje o su relación con López Beltrán, la difusión de las imágenes en Tokio consolidó la percepción pública de su cercanía con el hijo del expresidente. Las críticas continúan en redes sociales, donde se cuestiona la congruencia ética de los actuales representantes de Morena frente a los compromisos asumidos desde su fundación. El desarrollo de este caso ocurre mientras Morena se enfrenta al reto de mantener la legitimidad política de sus figuras públicas, especialmente en un contexto donde la vigilancia ciudadana sobre el comportamiento de los funcionarios ha ganado relevancia.
Con información de massinformación.com.mx