La subida arancelaria impuesta por Estados Unidos a Brasil es "injusta" pero el resultado es "más favorable" de lo esperado, dijo este jueves el ministro brasileño de Finanzas, Fernando Haddad, que anunció próximas conversaciones con Washington.
El presidente Donald Trump oficializó la víspera una subida arancelaria del 50% a las importaciones brasileñas, incluyendo el café y la carne, de los cuales Brasil es el principal exportador mundial.
Pero el castigo arancelario, que entrará en vigor el 6 de agosto, tiene excepciones importantes como el jugo de naranja, la energía, las aeronaves civiles y sus componentes, y los fertilizantes, entre otros.
"Nuestras observaciones evidentemente fueron apreciadas" y estamos "en un punto de partida más favorable del que se imaginaba, pero lejos del punto de llegada", dijo Haddad a periodistas. "Va a exigir mucha negociación", añadió.
Para el ministro del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva aún "hay mucha injusticia" en las medidas estadounidenses y se necesita hacer "correcciones" para alcanzar una situación satisfactoria para Brasil. Haddad anunció próximas negociaciones con el secretario del Tesoro Scott Bessent, aún sin fecha prevista.
"Pienso que es el comienzo de una conversación más racional y sobria, menos apasionada", estimó. Aún así el ministro apuntó que Brasil va a "recurrir" los aranceles en las "instancias debidas" dentro de Estados Unidos y en organismos internacionales.
El gobierno brasileño también seguirá adelante con un programa de medidas de protección a las empresas exportadoras más afectadas, a ser "lanzado en los próximos días", dijo Haddad.
"No hay nada de lo que fue decidido (por Washington) que no pueda ser revisado", indicó. La arremetida comercial de Trump es en parte represalia por el juicio contra su aliado, el exmandatario ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro.
Casi en paralelo al anuncio arancelario la Casa Blanca anunció el miércoles sanciones económicas contra Alexandre de Moraes, el juez de la corte suprema de Brasil que lleva el caso contra Bolsonaro. Ante esas medidas, el presidente Lula dijo que defenderá "la soberanía del pueblo brasileño".
Con información de: El economista.