MADRID (EUROPA PRESS) - Investigadores de la ONU detectaron "un aumento continuo de la frecuencia y la brutalidad de las atrocidades" en Birmania, un país en el que han logrado recabar ya pruebas que acreditan la "tortura sistemática" en los centros de detención controlados por la junta militar.
El Mecanismo de Investigación Independiente para Birmania publicó este martes su informe anual y su principal responsable, Nicholas Koumjian, subrayó que disponen de evidencias "significativas" al respecto, incluidas declaraciones de testigos.
El objetivo de estas pesquisas pasa también por identificar a los responsables de estos abusos, "también los comandantes que supervisan las instalaciones" donde presuntamente se propinan palizas, descargas eléctricas, ahogamientos, violaciones y quemaduras, entre otras torturas.
La ONU constató bombardeos indiscriminados sobre escuelas, viviendas y hospitales por parte de la Fuerza Aérea, en algunos casos en los días posteriores al devastador terremoto que asoló varias zonas del país asiático en marzo de este año.
Por otro lado, el informe recoge casos de ejecuciones sumarias de combatientes o civiles capturados en situaciones de combate. La ONU apunta en este ámbito no sólo a las fuerzas vinculadas de manera directa a la junta militar, sino también a milicias afines y a grupos armados opositores.
"Trabajamos para que haya un día en el que los responsables tengan que rendir cuentas de sus actos ante un tribunal", ha señalado Koumjian. El mecanismo ya comparte sus informes con el Tribunal Penal Internacional (TPI), la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y autoridades nacionales que requieran de manera específica datos sobre posobiels abusos en Birmania.
Con información de proceso.com.mx