Entre 2022 y 2024, el gobierno mexicano destinó cerca de 24 millones de dólares a la contratación de médicos cubanos, según un artículo publicado en la revista médica general The Lancet.
La medida, iniciada durante la administración de Andrés Manuel López Obrador y continuada por la presidenta Claudia Sheinbaum, buscó cubrir plazas en comunidades rurales donde especialistas nacionales no quisieron trabajar.
El artículo señala que con esa misma cantidad de dinero se habría podido pagar el sueldo de 3,500 especialistas mexicanos o 4,500 médicos generales.
Los cálculos de The Lancet permiten dimensionar el gasto: mientras se pagó a poco más de 600 médicos cubanos en la primera etapa del convenio, con los mismos 24 millones de dólares se pudo haber contratado a miles de especialistas nacionales.
“En respuesta a este intento fallido de atraer médicos a comunidades rurales, el gobierno mexicano reclutó 610 médicos cubanos, gastando casi 24 millones de dólares entre 2022 y 2023, una suma que podría cubrir los salarios de alrededor de 3,500 especialistas o 4,500 médicos generales”, se lee en el artículo.
La cifra ha generado polémica en el sector médico, ya que en México hay al menos un 30% de médicos titulados que no encuentran empleo en el sistema de salud.
Más allá de los sueldos, otra manera de dimensionar los recursos es pensar en becas médicas.
Tomando en cuenta los programas de apoyo del IMSS-Bienestar, que ofrecen estímulos de hasta 145,000 pesos para cursar una maestría en salud pública, los 24 millones de dólares invertidos en médicos cubanos (equivalentes a más de 400 millones de pesos) habrían alcanzado para financiar aproximadamente 2,700 becas completas para médicos nacionales.
Es decir, con la misma inversión, México pudo fortalecer la formación y especialización de miles de médicos locales, lo que a largo plazo habría ayudado a cerrar la brecha de especialistas en zonas rurales.
Desde el inicio del programa, tanto López Obrador como Sheinbaum han defendido la contratación de médicos cubanos bajo el argumento de que son necesarios en zonas de alta marginación donde profesionales mexicanos rechazan laborar.
“Por más que se abren las convocatorias, no hay médicos mexicanos que quieran ir a estos lugares”, declaró la presidenta Sheinbaum, según reportó Consultor Salud.
El convenio con Cuba contempla el pago no solo de los salarios, sino también de hospedaje, transporte y alimentación de los médicos extranjeros, lo que encarece aún más la estrategia.
Si bien la llegada de los médicos cubanos ha permitido cubrir especialidades críticas en hospitales comunitarios, especialistas en salud pública y opositores políticos cuestionan si este esquema es sostenible a largo plazo y si, en lugar de depender de personal extranjero, México debería redoblar sus esfuerzos en formar, contratar e incentivar a médicos nacionales.
Con información de Político.mx