El pasado 28 de agosto entró en vigor el decreto que frena la importación de calzado terminado bajo el Programa Industria Maquiladora Manufacturera y Servicios de Exportación (IMMEX), con los cual las empresas mexicanas esperan aumentar las ventas al eliminar la competencia desleal de productos importados.
El esquema IMMEX permite que las empresas importen materia prima para la producción de calzado sin pagar impuestos; sin embargo, en la práctica, se usaba para comercializar producto terminado, lo que generó que en el país existiera una gran cantidad de productos más baratos que afectó la producción local.
Con esta nueva normatividad, los zapatos terminados ya no podrán ingresar bajo condiciones preferenciales y deberán pagar al menos un arancel del 25%, especialmente si provienen de países sin tratados comerciales vigentes, como China.
Paola Reglín, directora de marketing y comunicación de Panam detalló que la medida contribuye a mejorar las condiciones de mercado para los productos locales, pues en promedio un calzado se fabrica en tres o cinco días y el 30% del proceso es artesanal.
"El arancel sí nos va a dar un empuje, pero no lo es todo. No solo competimos con eso, sino también con aplicaciones como Shein o Temu, donde dices: ‘¿cómo compito con un calzado de 110 o 220 pesos?’”.
Detalló que la industria ha atravesado un año difícil, como el alza de entre cinco y 10% el costo de materia prima en textiles, lo cual se ha reflejado en las ventas. Impulso a negocios locales Para las pequeñas y medianas empresas (pymes) fabricantes de calzado, la iniciativa significa recuperar espacio en el mercado interno, debido a que el impacto de la importación de productos terminados a la industria fue evidente.
Entre 2019 y 2024 México registró una caída de 12.8% en la actividad de la industria del calzado, lo que significó la pérdida de cerca de 11,000 empleos formales en regiones clave como Guanajuato, Jalisco y Estado de México.
Muchas de estas compañías, familiares y de tradición artesanal, habían visto limitada su capacidad de competir frente a los precios de calzado asiático que ingresaba con beneficios fiscales. María Luna, emprendedora de Zapopan Jalisco detalla que la medida les ayuda a crecer con más fuerza, pues a las pequeñas marcas les es difícil competir con los precios bajos de plataformas digitales.
Cuando eliges zapatos fabricados en México no sólo estas eligiendo estilo, estas impulsando empleo, talento, la economía local. Porque hay que celebrar lo hecho en México” Marcas muy mexicanas La estrategia de Panam para sobrevivir ante los productos asiáticos ha sido apostar por impulsa que lo hecho en México está bien hecho.
“Nosotros en la industria del calzado somos ejemplo de ello, que durante estos 63 años hemos sabido transformar y crecer en la industria”.
La empresa, que ya cuenta con el sello de Hecho en México, también ha apostado por colaboraciones con marcas como el Dr Simi, Cerveza Victoria y el Metro, lo cual posiciona la marca en la mente de los consumidores.
“Eso nos da un pilar fundamental como marca para combatir la piratería y el clon, porque podemos hacer diseños y creaciones completamente únicos. Más allá de este empuje que trae el gobierno, que me parece una gran iniciativa, estamos haciendo un frente común con las empresas mexicanas”.
Paola Reglín puntualiza en que la diversificación también ha sido un pilar fundamental. Ahora los productos se encuentran en tienda física, centros comerciales, e-commerce y marketplace.
En lo que va del año, Panam ha producido 1.6 millones de pares de tenis y espera cerrar el 2025 a doble digito.
Con información de El Economista.