PAWHUSKA, Oklahoma— Robert Morris, el pastor de la megaiglesia texana que convirtió la Iglesia Gateway en una de las congregaciones más grandes del país, se declaró culpable el jueves en el Tribunal de Distrito del Condado de Osage de los cargos de abuso sexual de una niña en la década de 1980.
Morris, de 64 años, presentó la declaración ante la jueza Cindy Pickerill, admitiendo cinco delitos graves de actos lascivos o indecentes con una menor. Según un acuerdo negociado, recibió una sentencia de diez años, pero solo cumplirá seis meses en la cárcel del condado. También debe registrarse como delincuente sexual y pagar $250,000 en restitución.
Morris fue esposado y puesto bajo custodia después de la audiencia del jueves.
Cindy Clemishire, la mujer que acusó a Morris de abusar sexualmente de ella a los 12 años, se sentó en la sala del tribunal, rodeada de su familia, mientras Morris aceptaba su responsabilidad, un momento que anhelaba desde hacía décadas.
La declaración representa una caída notable para Morris, quien fundó Gateway en el año 2000 en Southlake, Texas, y la convirtió en una megaiglesia con decenas de miles de asistentes semanales. Sus sermones se transmitían a audiencias de todo el mundo, sus libros se convirtieron en bestsellers en círculos evangélicos y se desempeñó como asesor religioso del presidente Donald Trump.
Esa carrera se derrumbó en junio de 2024 después de que Clemishire, de 55 años, lo acusara públicamente de abusar sexualmente de ella. A los pocos días, Gateway anunció que Morris dimitía. En un comunicado emitido en ese momento, Morris reconoció lo que describió como un "fracaso moral" con una "jovencita" décadas antes, pero no respondió a los detalles de la acusación.
Clemishire declaró a NBC News que el abuso comenzó la noche de Navidad de 1982, cuando tenía 12 años y vestía un pijama rosa floreado. Morris, un evangelista itinerante de veintipocos años que a veces se alojaba con su familia en Oklahoma, la invitó a su habitación, donde, según ella, le indicó que se acostara boca arriba.
Luego le tocó los pechos y le palpó las bragas, contó, el primero de varios encuentros similares que se prolongarían durante los años siguientes. "Nunca le cuentes esto a nadie", recordó Clemishire que le dijo. "Lo arruinará todo".
Guardó el secreto hasta 1987, cuando se lo contó a sus padres y a los líderes de su iglesia. Morris pasó por lo que luego describió como un "proceso de restauración" a finales de los 80 antes de regresar al ministerio. Nadie llamó a la policía, dijo Clemishire.
Años más tarde, a mediados de la década de 2000, después de que Morris alcanzara fama nacional, Clemishire se acercó a él y a los líderes de la Iglesia Gateway, solicitando una indemnización de $50,000 para recuperar lo que había gastado en terapia para procesar su trauma infantil, según consta en los registros. En 2007, el entonces abogado de Morris escribió una carta en la que sugería que Clemishire era responsable del "comportamiento inapropiado" entre ella y Morris cuando era niña, según una copia del mensaje consultada por NBC News. Morris ofreció pagar $25,000, pero las conversaciones fracasaron, según Clemishire, porque ella no estaba dispuesta a firmar un acuerdo de confidencialidad.
Tras décadas de obstáculos, una amiga de la familia animó a Clemishire a hacer pública su historia el año pasado. Compartió su historia con The Wartburg Watch, un blog dedicado a denunciar casos de abuso en iglesias.
Tras la renuncia de Morris, la fiscalía general de Oklahoma abrió una investigación. En marzo de 2025, un gran jurado multicondado lo acusó formalmente de cinco delitos graves, acusándolo de haber abusado de Clemishire entre 1982 y 1985.
Robert Morris era pastor de la megaiglesia Gateway en Texas y supo ser asesor espiritual del presidente Donald Trump.
La fiscalía argumentó que la ley de Oklahoma les permitía continuar con el caso a pesar del transcurso de las décadas, citando una disposición de la época de la frontera que detiene el plazo de prescripción cuando el acusado se muda fuera del estado.
En su primera comparecencia ante el tribunal en mayo, Morris se declaró inocente y fue puesto en libertad bajo fianza de $50,000 dólares. El mes pasado, renunció a su audiencia preliminar, lo que indica que su defensa y la fiscalía estaban negociando un acuerdo de culpabilidad. Estas conversaciones culminaron el jueves con la declaración de culpabilidad de Morris.
En una declaración preparada, Clemishire le contó a Morris ante el tribunal que su abuso "se extendió por todos los ámbitos" de su vida, dañando sus relaciones, sus matrimonios y la forma en que crió a sus hijos. Dijo que oraba para que Dios le ayudara a comprender la profundidad del dolor que le infligió. La mirada de Morris estaba fija en la mesa frente a él, mientras Clemishire, entre lágrimas, lo miraba durante sus palabras.
"Seré clara", le dijo a Morris. "No existe el consentimiento de una niña de 12 años. Nunca tuvimos una 'relación inapropiada'. No era una 'jovencita', sino una niña. Cometiste un delito contra mí".\
La declaración de culpabilidad es el último avance en un caso que ha repercutido mucho más allá de la zona rural de Oklahoma. En noviembre de 2024, la Iglesia Gateway anunció la destitución de cuatro ancianos después de que una investigación realizada por un bufete de abogados externo concluyera que algunos conocían las acusaciones de Clemishire desde hacía años, pero no actuaron.
A principios de este año, Morris demandó a Gateway reclamando millones en beneficios de jubilación, argumentando que la iglesia gestionó mal su renuncia y dañó su reputación. Gateway ha negado las acusaciones de Morris, diciendo en una declaración que sus demandas "no reflejan la rendición de cuentas por el impacto de sus acciones en la comunidad". La demanda está pendiente.
El escándalo atrajo la atención nacional como un ejemplo de cómo se pueden procesar acusaciones de abuso sexual infantil con décadas de antigüedad. Los defensores de los sobrevivientes señalan la historia de Clemishire como evidencia de cómo las víctimas a menudo esperan años para presentarse y por qué se deberían eliminar los plazos de prescripción civiles y penales en los casos de abuso sexual infantil.
Después de que Clemishire se pronunciara, escuchó a numerosas mujeres de todo el país que dijeron haber sido víctimas de abuso sexual infantil a manos de líderes religiosos de confianza.
Su revelación inspiró a algunas a hacer públicas las acusaciones por primera vez. En un ejemplo, varias mujeres acusaron al ex pastor de sus hijos, Joe Campbell, de abusar sexualmente de ellas en la década de 1980 en Oklahoma, Arkansas y Missouri; acusaciones descubiertas en una investigación y un documental de NBC News en mayo. Campbell no respondió a las solicitudes de comentarios. Para Clemishire, la declaración del jueves representó un reconocimiento largamente esperado del trauma que sufrió de niña.
"Hoy marca un nuevo comienzo para mí, mi familia y mis amigos que me han acompañado durante este terrible viaje", declaró Clemishire. "Robert, quiero que me veas con claridad: ya no soy la niña silenciada de la que abusaste".
Con información de: Telemundo.