Reuters.- La tarde del 8 de marzo un buque petrolero llamado Torm Agnes entró al Puerto de Ensenada transportando casi 120 mil barriles de diésel, algo poco común en la zona que acoge principalmente cruceros y portacontenedores, además de carecer de la infraestructura necesaria para descargar hidrocarburos inflamables de forma segura.
Oleadas de camiones llegaron al muelle para llevarse gran parte de la carga del Torm Agnes, los trabajadores se apresuraron a llenar los tanques de los vehículos usando mangueras que salían de una más grande fijada al buque. La operación, aunque arriesgada, transcurrió con precisión, según un testigo presencial y una foto y un video del incidente compartidos con Reuters.
La maniobra fue orquesatada por contrabandistas vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación, según tres fuentes de seguridad mexicanas y tres personas familiarizadas con la operación.
Los delincuentes mexicanos no actuaron solos. Una empresa de Houston llamada IkonMidstream jugó un papel clave en la operación multimillonaria de Ensenada, según descubrió Reuters.
Compró el diésel en Canadá, dijo en la documentación que se trataba de lubricantes y alquiló el buque para entregarlo a un cliente que, según las autoridades mexicanas, es una fachada de uno de los cárteles más grandes y violentos del país.
Ikon Midstream y su director ejecutivo, Rhett Kenagy, no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios. El abogado Joseph O. Slovacek, quien representa a la compañía y a Kenagy, le indicó a Reuters en un correo electrónico del 18 de octubre que dejara de contactar a sus clientes.
Los narcóticos siguen siendo la principal fuente de ingresos de los cárteles mexicanos. Sin embargo, el combustible ilegal y el petróleo crudo robado se han convertido en la mayor fuente de ingresos no relacionados con el narcotráfico para estos delincuentes, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Los criminales han construido este lucrativo negocio secundario integrándose eficazmente en el vasto sector energético norteamericano y dominando la logística del transporte de productos petrolíferos por camión, ferrocarril y, recientemente, con buques.
El contrabando de combustible ha crecido tan rápido que las importaciones ilegales representan ahora hasta un tercio del mercado mexicano de diésel y gasolina,apropiándose de las ganancias de algunas de las empresas petroleras más importantes, informaron a Reuters cinco fuentes gubernamentales, tanto actuales como anteriores.
En México, el contrabando de buques ha desatado un escándalo de corrupción que ahora sacude a la Secretaría de Marina del país, entidad que gestiona los puertos y que desde hace tiempo se considera una de las instituciones más confiables del país.
Para desentrañar los entresijos del "huachicol" a México, Reuters entrevistó a más de 50 personas con conocimiento del asunto, entre ellas, cinco personas con experiencia en cargamentos ilícitos, agentes del orden mexicanos y estadounidenses, ejecutivos y exejecutivos de la industria petrolera en ambos países, así como comercializadores de productos petroleros y especialistas en cumplimiento normativo.
Según las autoridades, los cárteles cuentan con la ayuda de actores estadounidenses que facilitan la adquisición y el transporte de los productos, algunos sin saberlo, otros participando activamente. El senador estatal de Texas, Juan Hinojosa, dijo que su estado petrolero se ha convertido en un foco de operadores sospechosos.
El esquema de contrabando de combustible se reduce en gran medida a una lucrativa evasión fiscal. México aplica un impuesto conocido como IEPS a varios productos, incluyendo el diésel y la gasolina importados.
Funcionarios estadounidenses y mexicanos dicen que los contrabandistas generalmente usan empresas fantasma y documentos de carga falsificados para cubrir sus huellas, y pagan sobornos a funcionarios portuarios y aduaneros para que sus cargas pasen.
También descargan con prisa en lugares peligrosos, eludiendo las casi dos docenas de instalaciones marítimas de México habilitadas para la descarga segura de combustibles, según las autoridades y expertos de la industria.
El diésel de contrabando se vende con descuento en el mercado mexicano a miles de gasolineras sin licencia, fábricas y minas.
Los cárteles también roban combustible y crudo directamente de Pemex y venden una parte en Estados Unidos, con la ayuda de importadores corruptos que están vendiendo a precios más bajos que los productores estadounidenses, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Otras compañías petroleras también están sufriendo las consecuencias. En mayo, la multinacional británica Shell confirmó la venta de su negocio minorista de combustibles en México. Esta salida se debió en parte a las dificultades para competir con el combustible narco, más económico, informaron a Reuters cinco fuentes de Shell.
Torm Agnes transportaba diésel que había recogido en Canadá al iniciar su viaje a México, informaron a Reuters las siete fuentes familiarizadas. Para cuando el buque llegó a Ensenada, su carga se había transformado, por lo menos en los documentos, en un petroquímico usado para fabricar lubricantes industriales, según documentos de carga y registros portuarios revisados por la agencia de noticias.
Si ese diésel, con un valor aproximado de 12 millones de dólares, se hubiera declarado a las autoridades aduaneras, habría estado sujeto a casi siete millones de dólares en impuestos al ingresar a México, según un cálculo de Reuters. Sin embargo, el petroquímico estaba exento del gravamen.
El Gobierno de México no ha dicho cuánto le ha costado al país el contrabando de combustible en ingresos perdidos del IEPS, pero la fuente que solía ayudar al fisco a calcular el tamaño del comercio ilícito dijo que era de casi cuatro mil millones de dólares en 2024.
En el centro de ese acuerdo se encontraba una empresa estadounidense: IkonMidstream, comercializadora de combustible con sede en Houston. La empresa compró el diésel canadiense y contrató a Torm Agnes para que lo entregara a México, según cuatro de las personas y documentos internos a los que tuvo acceso Reuters.
Además del envío a Ensenada, Ikon Midstream organizó al menos otras cuatro entregas marítimas de diésel a México este año al Puerto de Tampico, según supo la agencia. Un par estaban cargados con diésel, mientras que uno transportó nafta, un compuesto usado para fabricar gasolina de baja calidad.
Sin embargo, en declaraciones a la aduana mexicana, Ikon Midstream dijo que los cinco envíos eran "aditivos para lubricantes" no sujetos al IEPS, según registros portuarios obtenidos por Reuters a través de solicitudes de transparencia.
Torm, en un correo electrónico del 5 de agosto, dijo que no era responsable ni estaba involucrado en los trámites aduaneros para los envíos.
Torm rompió relaciones comerciales con Ikon Midstream a principios de abril y canceló dos contratos futuros con la compañía, dijo un portavoz de Torm en un correo electrónico posterior a la agencia de noticias el 5 de septiembre.
En México, una empresa con sede en Monterrey llamada Intanza fue la receptora del cargamento de Torm Agnes, según registros portuarios mexicanos, así como una factura del envío de la empresa vista por la agencia de noticias.
Las autoridades mexicanas sospechan que Intanza es una empresa fachada del Cartel Jalisco Nueva Generación, según tres fuentes de seguridad mexicanas y un segundo documento sin fecha de las fuerzas de seguridad del Gobierno visto por Reuters que describe los vínculos del cartel con el contrabando de combustible.
Intanza no tiene sitio web ni presencia en las redes sociales que Reuters haya podido identificar. Una carta enviada por Reuters a la dirección de Monterrey que figura para Intanza en la factura no pudo ser entregada porque el servicio de mensajería no pudo encontrar presencia de la empresa allí.
El nombre de Intanza volvió a surgir después de que las autoridades mexicanas detuvieron a otro buque, Challenge Procyon, el 21 de marzo en el Puerto de Tampico, en el estado Tamaulipas.
El 27 de marzo, Intanza presentó una demanda en un tribunal de Tamaulipas pidiendo a un juez que libere el cargamento, que según afirmó eran lubricantes y se incautaroninjustamente; el juez rechazó la solicitud.
El secretario de Seguridad de México, Omar García Harfuch, dijo en una publicación en redes sociales el 31 de marzo que se habían encontrado 10 millones de litros de diésel a bordo de Challenge Procyon.
El mes pasado, García Harfuch dijo que esa incautación era "una de las más grandes de la historia" al anunciar el arresto de 14 personas, incluidos ejecutivos de negocios, exfuncionarios de aduanas y funcionarios navales activos y retirados como parte de las investigaciones sobre Challenge Procyon y otros presuntos contrabandos de combustible.
Durante décadas, pequeños ladrones conocidos como huachicoleros han hurtado gasolina, diésel y petróleo crudo de Pemex. Con el tiempo, a medida que el negocio crecía en escala y rentabilidad, atrajo la participación de los cárteles mexicanos.
Pero el Cártel Jalisco Nueva Generación ha llevado la trama a un nuevo nivel y es el líder indiscutible del contrabando de combustible y petróleo crudo, según fuentes de seguridad mexicanas y estadounidenses.
Las autoridades afirman que el CJNG ha construido una formidable red de contrabando en Tamaulipas, justo al otro lado de la frontera con Texas.
Desde allí, dicen, envía petróleo crudo mexicano robado a Estados Unidos y trae productos refinados estadounidenses a México por camión, tren y buque. Añadieron que el CJNG es el único cártel que actualmente emplea buques.
Las autoridades detectaron por primera vez el contrabando mediante buques alrededor de 2020, según un documento del gobierno mexicano de 2021 al que tuvo acceso Reuters que describe las investigaciones iniciales sobre el esquema, que en ese momento no atribuyeron este desarrollo a un cártel específico.
La designación del CJNG como organización terrorista por parte de Estados Unidos movilizó más personal y recursos para la lucha contra los cárteles y facilitó a los fiscales estadounidenses perseguir a personas y empresas que hacen negocios con estos grupos.
En México, la escala y la creciente sofisticación del contrabando de combustible han generado acusaciones de que políticos de alto nivel están involucrados.
En la campaña presidencial del año pasado, la candidata opositora Xóchitl Gálvez acusó al partido gobernante Morena de recibir fondos de Sergio Carmona, empresario tamaulipeco conocido por la prensa mexicana como "el rey del huachicol" y asesinado en 2021.
Carmona supuestamente ayudó a financiar las campañas electorales de Morena, incluida la del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien ganó el máximo cargo de México en 2018, según el segundo memorando sin fecha de las fuerzas de seguridad del Gobierno revisado por Reuters.
La presidenta Claudia Sheinbaum, del partido Morena, ha hecho del combate al contrabando de combustible y al robo de petróleo crudo una prioridad de seguridad para su administración.
Desde que Sheinbaum asumió el cargo en octubre de 2024, las autoridades afirman haber incautado alrededor de 500 mil barriles de combustible y petróleo crudo presuntamente ilegales, más de lo que el Gobierno anterior incautó en todo su sexenio. Esto es apenas una pequeña parte del torrente de combustible ilegal que ingresa al país.
Torm Agnes comenzó a cargar desde la terminal marítima de Vancouver Wharves en Canadá el 2 de marzo, según el proveedor de datos marítimos Kpler. El buque cargó unos 120 mil barriles, calculó Kpler, basándose en los datos transmitidos por el petrolero, que mostraban su profundidad. Siete fuentes familiarizadas con el asunto confirmaron que cargó diésel.
El diésel procedía de Imperial Oil, una compañía petrolera canadiense que es propiedad mayoritaria de ExxonMobil, según cuatro de las personas.
Los documentos de embarque consultados por Reuters revelaron una versión diferente del contenido del buque. Una factura del 28 de febrero, con el logotipo de Ikon Midstream y la dirección de Houston, afirmaba que el cargamento consistía en lubricantes, no diésel, y que había sido vendido a Intanza.
El valor declarado era de 1.3 millones de dólares, aproximadamente una décima parte del valor de 120 mil barriles de diésel en ese momento. Un manifiesto de carga consultado por Reuters también mostró que el cargamento consistía en lubricantes cargados en Vancouver en el Torm Agnes para su entrega a México, con Ikon Midstream como embarcador e Intanza como destinatario.
En los últimos años, México las importaciones irregulares declaradas de lubricantes han aumentado, un fenómeno que el gobierno ha vinculado al contrabando.
Ikon Midstream declaró envió de lubricantes desde Estados Unidos a México 149 veces entre el 11 de octubre de 2019 y el 4 de mayo de 2025, y 67 de esas cargas llegaron por medio de buques, según datos comerciales compilados para Reuters por la empresa de tecnología comercial Altana.
Intanza, el cliente mexicano del cargamento de Torm Agnes, tiene una serie de objetivos comerciales, que van desde la producción de bebidas alcohólicas hasta la investigación científica, según el registro de empresas de México.
Su dirección en Monterrey, según la factura de envío, es una unidad en un complejo residencial de dos pisos junto a una guardería. Cuando una reportera de Reuters visitó la dirección, no vio ningún letrero de Intanza.
Rocha, el representante registrado de Intanza, vive en un barrio de clase trabajadora a unos 40 kilómetros de la ciudad, según su dirección registrada; dijo a Reuters que trabaja como guardia de seguridad y que no tiene nada que ver con la empresa.
En cuestión de horas, la fila de camiones que se cargaban con combustible se extendía en el muelle y fuera de él, según relató el testigo presencial de la operación, algunos de los vehículos llevaban el logotipo de una empresa de camiones llamada Mefra Fletes.
Ikon Midstream y Mefra Fletes han colaborado en transferencias de combustible de buque a camión en al menos tres puertos mexicanos en los últimos años, según dos fuentes familiarizadas con las operaciones.
Torm Agnes descargó gran parte de su carga en Ensenada. Desde allí, se dirigió al Puerto de Guaymas, en el Golfo de California, y de nuevo descargó directamente en camiones cisterna a partir del 20 de marzo, según fotografías y videos de la operación vistos por Reuters.
Pero Torm Agnes sólo logró descargar la mitad de la carga que planeaba, según correos electrónicos internos del puerto a los que tuvo acceso Reuters. Partió de Guaymas abruptamente al día siguiente, según datos de seguimiento de buques y tres personas familiarizadas con la situación.
Fuentes de seguridad dijeron a Reuters que sospechan que Torm Agnes huyó después de que se corrió la voz en el Puerto de Guaymas de que las autoridades mexicanas estaban incautando el Challenge Procyon, ese mismo día, 21 de marzo, en el Puerto de Tampico.
El 28 de marzo, las autoridades mexicanas anunciaron en un comunicado de prensa la incautación de unos 50 mil barriles de productos petrolíferos almacenados desordenadamente en un centenar de contenedores en un terreno polvoriento en la localidad de El Sauzal, a unos 10 kilómetros al norte del Puerto de Ensenada.
Las fuerzas de seguridad también incautaron equipo y camiones cisterna. Las imágenes de video del operativo, difundidas por medios mexicanos, mostraron camiones de Mefra Fletes.
Anuar González, exrepresentante legal de Mefra Fletes, fue detenido en agosto. Se emitió una orden de arresto contra Roberto Blanco, accionista mayoritario de la empresa. Ambos son sospechosos de participar en el tráfico ilegal de combustible, según una de las fuentes de seguridad mexicanas y reportes de prensa.
Con información de Latinus.