PACHUCA, Hgo. (Proceso).- Al pie de lo que fue su casa, Javier Cruz mira una destruida Joquela, su comunidad en el municipio de Tianguistengo, en la Sierra Alta de Hidalgo. Después de que el cerro colapsó, las piedras rodaron hasta aplastar su vivienda; lo perdió todo. No sólo el patrimonio construido durante toda una vida, sino a su familia: su hijo, su nuera y sus nietos. Cinco víctimas mortales tras el paso de la perturbación tropical 90-E. Le sobrevivió una nieta de cinco años.
Joquela perdió su cosecha de frijol, maíz y chile; el ganado también pereció y los caminos colapsaron, por lo que han estado incomunicados desde el 9 de octubre. A partir de ahí comenzó el clamor por ayuda. Sus familiares en Estados Unidos lo escucharon y contrataron un helicóptero para llevar insumos.
Después de los primeros días y que sigue intacto el dolor por las pérdidas y la incomunicación, piensan aún en sobrevivir en lo inmediato y, luego, en cómo se levantar su comunidad.
Muros derribados, la estructura de lo que fue un techo partida en dos, entre lodos y piedras. La escena se repite en las viviendas próximas. Tras el derrumbe, en la comunidad vino el dolor de quienes buscan a sus familiares y vecinos entre lodo y escombros. Con sus manos quitaron piedras y ramas, concreto y varillas, con la urgencia de medicamentos, generadores de luz y alimentos.
Las familias hicieron ataúdes para velar y dar sepultura a sus seres queridos. A la par, se alojaron también en las comunidades vecinas, de vocación agrícola.
En Cholula, también en Tianguistengo, los habitantes reclaman que un adulto mayor falleció mientras esperaba ayuda, que sus familias se quedan sin alimentos, que necesitan que los helicópteros bajen.
En Huehuetla, en la zona otomí-tepehua, a la comunidad de Acuautla se le vino el cerro encima y estiman que la mitad habrá perdido su patrimonio.
En Xaltipa, ante la incomunicación y la necesidad de víveres, familiares migrantes en Estados Unidos cooperaron para llevar ayuda aérea.
Las autoridades federal y estatal reportan 22 personas fallecidas y, hasta el corte del 20 de octubre, 12 no localizadas. Contabilizan 211 escuelas afectadas, pero persisten comunidades a las que no se ha podido ingresar para cuantificar los daños. Hay 327 localidades afectadas en 28 de 84 municipios y la urgencia de que la ayuda humanitaria siga llegando.
Cuando Jorge Guzmán Gómez regresó a Huehuetla encontró un municipio bajo agua y lodos, con las calles llenas de piedras y muebles destruidos. Él había vivido el paso de los meteoros en Pachuca, porque junto con nueve personas más de su municipio estaban trabajando en la construcción.
Tras enterarse del impacto de las lluvias en Huehuetla y lograr comunicarse con su familia, que abandonó su vivienda para refugiarse en una comunidad aledaña que se encuentra a mayor altura en ese pueblo enclavado en la montaña, Jorge intentó regresar, pero el municipio, para ese momento, estaba completamente incomunicado por el desgajamiento de cerros, aparte del derrumbe de caminos.
A partir de ese día (viernes 10 de octubre), él y otros huehuetlenses que se encontraban en la capital de Hidalgo comenzaron una colecta de víveres. Juntaron 300 despensas para el miércoles 13, cuando el municipio seguía totalmente incomunicado, y las llevaron al helipuerto Juan Guillermo Villasana, en Pachuca, desde donde el gobierno dirigía las acciones de ayuda.
Cargaron las despensas, pero cuando el helicóptero partía les dijeron que no iban a Huehuetla, porque no había paso, que esos apoyos llegarían a otro municipio, pero que después les repondrían lo que habían aportado en los días siguientes.
Hubo molestia, reclamos, compromisos, clamor por llegar a un pueblo que necesitará ser reconstruido.
Huehuetla fue uno de los dos municipios a donde la presidenta Claudia Sheinbaum arribó el sábado 18 de octubre.
“La situación sigue siendo muy crítica aquí en el pueblo; en la cabecera ya hay ayuda, pero las calles todavía siguen inundadas. La gente sigue en los albergues, todavía no pueden regresar a sus casas. La mayoría de casas están llenas de lodo, una casa se derrumbó totalmente, pero sí, la situación es crítica en la cabecera, y más en las comunidades por la escasez de alimentos”, narró Jorge, de 66 años, cuya vivienda quedó inundada y perdió su patrimonio.
Ésa, añadió, fue la realidad del resto de familias huehuetlenses en la cabecera, pero reconoce que lo más grave está en las comunidades: 67 dañadas en total, pero persisten seis incomunicadas.
El 11 de octubre, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) determinó suspender clases hasta nuevo aviso en 34 municipios del estado con afectaciones o persistencia de lluvia, aplicable en todos los niveles, hasta que existieran condiciones para regresar a las aulas.
El viernes 17 de octubre, la misma institución dio a conocer el regreso a clases a partir del día 20, “en todos los niveles y modalidades educativas”, pero “en los municipios donde existan las condiciones óptimas para tal efecto”.
Para ello, la SEPH delegó a “todas las figuras de nivel básico, medio superior y superior” que “realicen un análisis crítico del contexto de su espacio educativo para tomar la decisión de reanudar labores de manera presencial y/o a distancia, siguiendo los lineamientos establecidos por las autoridades de Protección Civil, sanitarias y educativas”.
Con base en información que les ha proporcionado la aseguradora que da seguimiento a los daños, de 211 escuelas afectadas hasta el último corte, aproximadamente el 30% requerirán reubicación o reconstrucción total, aunque reconocieron que hay comunidades a las que no han logrado entrar porque siguen incomunicadas y, por lo tanto, no han constatado las afectaciones.
La propia secretaría expuso que, a la par del regreso programado, “continuarán labores de desazolve, desinfección, limpieza general y, en el caso que así lo requieran, reconstrucción en escuelas de 26 municipios afectados”. En este contexto, el gobierno reconoce que 65 comunidades siguen incomunicadas en los municipios con daños. En tanto, la Secretaría de Salud prevé, por las inundaciones, brotes de enfermedades gastrointestinales.
En otros casos, las clases se reanudarán una vez que se reconstruyan planteles dañados. Aunque los directores locales determinarán acciones para continuar el ciclo, parte de las comunidades afectadas vivían, previamente, en situación de marginalidad, factor que deberá de ser analizado para el seguimiento del curso.
En el portal habilitado por el gobierno federal para dar cuenta de las afectaciones por lluvias e inundaciones derivados de la perturbación tropical 90-E, alimentado con informes de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Secretarías de Marina, de Gobernación (Segob), de Salud, de la Defensa Nacional (Sedena) y de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, así como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se muestran 65 comunidades incomunicadas en Hidalgo hasta el corte del 20 de octubre.
La mayoría, 14, se ubican en Tianguistengo: San Miguel, Zacatipán, Yatipán, Atecoxco, Chapula, Xochimilco, Xalacahuantla, Joquela, Ixcotitlán, Tonchintlán, Polintotla, Soyatla, Cholula y Coamelco. Tianguistengo tiene 30 comunidades afectadas, incluidas estas 14 incomunicadas.
En San Bartolo Tutotepec, de 12 comunidades dañadas tras el paso de las lluvias, 10 siguen sin acceso: San Juan de las Flores, Palo Gordo, San Sebastián, San Miguel, Piedra Ancha, El Copal, San Jerónimo, La Joya, San Mateo y San Andrés.
En Huehuetla, uno de los municipios más impactados, seis comunidades siguen incomunicadas: San Lorenzo Ochiotepec, San Esteban, Juntas Chicas, San Ambrocio, Acautla y San Gregorio.
La escena narrada por los pobladores es similar en los poblados siniestrados: en Acuautla el agua destruyó viviendas y bloqueó los accesos, por lo que dejó a la comunidad aislada. Con los caminos así, la ayuda llega de forma limitada y los habitantes se han refugiado en comunidades aledañas, también afectadas por los meteoros. En total, son 67 comunidades golpeadas por las lluvias en Huehuetla, el mayor número a nivel estatal.
“Exhortamos a nuestros gobiernos, lo repito, al federal, estatal, municipal, a que le pongan ganas, como decimos en la sierra, para que llegue más pronto la ayuda, porque la gente empieza a desesperarse”, cuenta Jorge Guzmán respecto al paso de los días y la necesidad de alimentos, medicinas y refugio.
Ellos siguen sin tener registro en su municipio de víctimas o censo de daños, sólo disponen de los datos oficiales a nivel estatal.
Estos municipios presentan comunidades que seguían incomunicadas al 20 de octubre: Tlanchinol (6), Huautla (6), Tenango de Doria (5), Xochicoatlán (3), Tlahuiltepa (2), Zacualtipán (2), Molango de Escamilla (2), Tepehuacán de Guerrero (2), Eloxochitlán (2), Chapulhuacán (1), Nicolás Flores (1), Xochiatipan (1), Calnali (1) y Yahualica (1).
Con base en la información del gobierno federal, las 327 localidades afectadas en Hidalgo se ubican en las regiones de la Sierra Alta, Sierra Gorda, Huasteca y zona otomí-tepehua.
En Chapulhuacán, con 19 comunidades afectadas y una, Soledad del Coyol, que sigue incomunicada, la creciente del río se llevó viviendas en Palo Verde y se perdió la electricidad.
En Arroyo Blanco, las palapas turísticas que están al lado del arroyo fueron afectadas, además de que el camino que lleva a esa comunidad se vio bloqueado por un derrumbe. Los puentes que cruzan para el municipio aledaño de Tepehuacán de Guerrero se los llevó el agua, del lado de Cahuazas, Chapulhuacán.
Pese a los daños, cuando aterrizó un helicóptero del Ejército con ayuda humanitaria en Chapulhuacán, las personas que desazolvaban, intentaban liberar sus caminos y hacían frente al desastre, pidieron que los víveres fueran llevados a las localidades más afectadas en la región otomí-tepehua, porque se habían enterado de que sufrían de gran vulnerabilidad.
Durante la visita de Claudia Sheinbaum a Hidalgo el sábado 18 de octubre, un damnificado le “encargó” a la presidenta al alcalde de Tianguistengo, Febronio Rodríguez Villegas, postulado conjuntamente por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y Nueva Alianza. En días previos, pobladores acusaron al edil de obstruir el ingreso de víveres y ayudas a comunidades siniestradas, además de una reacción tardía ante la emergencia.
“Con todo respeto, ahí le encargamos al presidente municipal”, le dijo el habitante de este municipio rural situado al norte del territorio hidalguense, en la región de la Sierra Alta. Sheinbaum le respondió: “Sí, ya me dijeron, pero ustedes también, a la próxima, cuando voten”.
Durante su actual gobierno, que inició en 2024, el alcalde de Tianguistengo –quien también presidió el ayuntamiento de 2016 a 2020– ha enfrentado más polémicas:
El pasado 26 de abril, Febronio celebró en el municipio aledaño de Zacualtipán la fiesta de XV años de su hija Meli Rodríguez. El momento estelar fue la aparición del cantante y compositor de narcocorridos José Alfredo Ríos Meza, El Komander.
Tras la difusión de videos en redes sociales por parte de los invitados, en los que se observa a la hija del alcalde cantar con El Komander, así como parte de la producción, escenografía y banquete, la Secretaría de Contraloría informó sobre una investigación relacionada con el evento por el costo de un festejo de esta naturaleza, contrastado con los recursos económicos declarados por el edil como parte de su patrimonio, además de indagar si hubo algún tipo de bien público empleado.
La dependencia no ha dado a conocer sus resultados.
Dos meses antes, en febrero, Proceso dio cuenta que regidores opositores denunciaron que el municipio tiene en su nómina a cuatro familiares del alcalde Rodríguez Villegas: su esposa, su cuñada, su sobrino y su concuño, quienes ocupan posiciones directivas.
Junto con Huehuetla, Tianguistengo fue uno de los municipios más afectados en Hidalgo por los recientes fenómenos hidrometeorológicos. Los pobladores acusan falta de alertamiento, prevención de albergues y llamados a evacuación ante el riesgo inminente, así como un actuar tardío de las autoridades para apoyar a las comunidades incomunicadas al principio de la emergencia.
Con información de Proceso.