
El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, “no cuenta con acciones para desmontar los dominios criminales”.
Además, ese plan, presentado el domingo 9 de noviembre, de acuerdo con un análisis de México Evalúa, “no considera el empoderamiento de las policías municipales”.
“No incluye componentes sólidos de sostenibilidad institucional a nivel local como una mejora sustantiva de las condiciones laborales de las policías o empoderamiento institucional del municipio en su conjunto”, advierte.
El reporte Estados más violentos sin mejoría pese a estrategias de seguridad alerta que, derivado de esas omisiones, “existe un riesgo real” de que los progresos que pueda dar la estrategia se reviertan.
“Las organizaciones criminales podrían fragmentarse a causa del combate frontal impulsado desde la Federación, llevando al estado de un balance negativo a uno muy negativo. En efecto, la reducción que se observa es aún menor de lo ideal para consolidar la contención del conflicto, por lo que no es improbable que la tendencia se revierta si no se acompaña de fortalecimiento local, prevención del desplazamiento criminal y articulación territorial”, sentencia.
El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia contempla una intervención federal con más de 100 acciones, inversión de más de 57 mil millones de pesos y 12 ejes estratégicos.
El análisis de México Evalúa concluye además que ese plan “equipara la presencia de casas de gestión de la presidenta Sheinbaum y las policías municipales como elementos disuasivos de la violencia”.
Sin embargo, critica, “no hay claridad sobre las funciones que realizarán dichas casas y cómo se insertarán en el ecosistema institucional de la seguridad pública”.
A contrapelo, la organización dirigida por Mariana Campos considera como una fortaleza que dicho plan reconozca el problema de violencia, inseguridad, interrupción de ciclos productivos y vulnerabilidad de las autoridades en Michoacán.
Y añade: “Abandona la visión nacional del problema y reconoce las condiciones regionales que explican la violencia” y “compromete a la autoridad al desarrollo de capacidades institucionales y de inteligencia a partir de las mesas de seguridad quincenales, el sistema de alerta ya mencionado y la denuncia anónima”.
El análisis considera que la estrategia de seguridad del gobierno de Sheinbaum “está estancada” porque si bien presenta “avances marginales” no se registra una “reducción sostenida” de los índices de violencia.
Con información de El Financiero.