
El senador panista, Agustín Dorantes, afirmó que su voto en favor de la designación de Ernestina Godoy como fiscal general de la República no fue un cheque en blanco, sino que será vigilante de que la fiscal cumpla en coordinarse con el gobierno de Querétaro, de donde es originario.
“Quiero ser claro sobre mi voto para nombrar a Ernestina Godoy Ramos como fiscal general de la República; no fue un cheque en blanco ni una adhesión automática. Fue una decisión basada en algo fundamental: en seguridad, la coordinación institucional indispensable”, comentó.
En una carta publicada en sus redes sociales, el legislador afirmó que será vigilante permanente “del trabajo de la fiscalía y de su coordinación con Querétaro, si esa coordinación falla, seré el primero en denunciarlo y en exigir correcciones”.
El legislador de Acción Nacional le hizo un llamado a Ernestina Godoy a que se comprometa con una FGR autónoma, profesional, sin uso político, sin privilegios y con resultados reales.
En la sesión del pasado miércoles para la designación de la nueva titular de la FGR, no sólo Agustín Dorantes votó en favor, sino también los senadores panistas Guadalupe Murguía, María de Jesús Díaz Marmolejo y Mario Vázquez.
Además, votaron en favor los seis senadores de Movimiento Ciudadano: Clemente Castañeda, Luis Donaldo Colosio, Amalia García, Néstor Camarillo, Alejandra Barrales y Daniel Barreda.
Los 13 senadores del PRI encabezados por Manuel Añorve y Alejandro Moreno Cárdenas, votaron en contra.
Con información de Latinus.

Este martes se reunieron en privado los senadores de Morena, con el titular de la Comisión Nacional del Agua, Efraín Morales, previo a la votación de la reforma a la Ley de Aguas Nacionales que se someterá a votación este miércoles.
El senador Juan Carlos Loera confirmó que esta reunión es “para analizar la Ley de Aguas Nacionales, con la cual se busca frenar el mercado negro y la sobreexplotación de este recurso".
Aseguran que se legislará sin afectar derechos, pero poniendo límites a los abusos, a la corrupción y al acaparamiento del agua.

Bien dicen que el que calla otorga, y en esta ocasión quien evitó dar declaraciones sobre la causa de la salida de Alejandro Gertz Manero de la FGR que se calificó como “grave”, fue la presidenta Claudia Sheinbaum.
Pues al ser cuestionada por una reportera durante la rueda de prensa matutina, la mandataria nacional evadió la pregunta y dijo que se reconoce el trabajo del ex fiscal, “lo importante es el reconocimiento a su trabajo y que él acepta irse a una embajada, ahora está Ernestina Godoy de interina y el proceso que se va a llevar a cabo en el senado… creo yo que es importante, manteniendo la la autonomía de la fiscalía que es fundamental, fortalecer la coordinación”, se limitó a decir.
Pese a esta nula respuesta, la periodista reformuló la pregunta en vano y mencionó la carta enviada por parte del Senado, a lo que Sheinbaum respondió que se trata de “otra cosa”, la razón de la salida de Gertz, “eso es otra cosa, lo importante es que hoy estamos en esta circunstancia y vamos a seguir hacía adelante”, sentenció.

La tensión política en torno a la reforma a la Ley de Aguas Nacionales escaló luego de un intercambio directo entre el senador de Morena, Juan Carlos Loera, y el director general de la Junta Central de Agua y Saneamiento de Chihuahua, Mario Mata.
El desencuentro surgió en un chat donde Loera señaló a Mata como parte de un “grupo violento” y lo acusó de recurrir a agresiones físicas ante la falta de argumentos. Mata respondió de inmediato, rechazando categóricamente las acusaciones y negando haber agredido o mandado agredir a alguien.
“No sé a qué te refieres, estimado Juan Carlos. Nunca he agredido a nadie ni mandado agredir. Acepto tu reto y pon el lugar y la fecha”, escribió Mata, quien además exigió aclaraciones frente a lo que calificó como señalamientos infundados.
El intercambio terminó convirtiéndose en un reto público a debatir, aunque ninguno de los dos ha anunciado hasta ahora la fecha, el formato o el lugar donde podría realizarse el encuentro.
La discusión se da en medio del creciente debate nacional sobre la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, un tema que ha encendido fricciones entre distintos actores políticos y sectores productivos, especialmente en Chihuahua, entidad históricamente marcada por disputas sobre uso y control del agua.

