
Refrescos, sueros, cigarros y, eventualmente, gasolina son algunos de los productos que se van a encarecer en 2026 a consecuencia de los ajustes en la tasa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
A eso se suma el aumento generalizado de precios que los comercios aplican tradicionalmente cada inicio de año y el incremento en las tarifas de servicios públicos como efecto de la inflación.
Juntos, sumados a los gastos excesivos de diciembre, las deudas acumuladas y los compromisos de comienzo de año, hacen la temida cuesta de enero, la cual será particularmente "pesada" en 2026, dice Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
En el caso de las bebidas saborizadas, como refrescos y jugos industriales, legisladores avalaron un aumento del llamado impuesto saludable, el cual pasará de 1.6451 pesos por litro en 2025 a 3.0818 pesos para 2026.
Además, por primera vez, las bebidas con edulcorantes naturales o artificiales —como las versiones light, cero o dietéticas— tendrán un IEPS de 1.50 pesos por litro.
Ante este escenario, marcas como Coca-Cola ya aplicaron alzas considerables a sus precios hace unos días y tenderos desconocen si habrá un ajuste más en enero. "Pregunté al repartidor y no me supo decir", comentó Armando, propietario de una tiendita.
Tal como lo publicó este diario, dueños de abarrotes dieron a conocer que la empresa encareció sus productos. Rosario, comerciante en la CDMX, detalló la nueva lista de precios sugeridos al consumidor, tanto de refresco de Cola como de sabor, la cual implica un aumento de hasta 20 por ciento. Sin embargo, es importante recordar que los valores de venta pueden variar en función del establecimiento y la zona donde se compre.
El Congreso también palomeó gravar los sueros orales y bebidas electrolíticas con azúcares añadidos o edulcorantes con 3.08 pesos por litro.
No obstante, quedarán exentos de este pago aquellos sueros orales que contengan exclusivamente las siguientes sustancias: glucosa anhidra, cloruro de sodio, cloruro de potasio y citrato trisódico; es decir, los que tengan la fórmula que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido para las Sales de Rehidratación Oral (SRO).
En el caso del tabaco, legisladores avalaron un aumento del IEPS que se cobra en la enajenación o importación de cigarros, puros y otros tabacos labrados de 160% actual a 200 por ciento.
También se dio luz verde a la actualización de la cuota adicional que se cobra por cada cigarro enajenado o importado de 0.6445 pesos vigente en 2025 a 0.8516 pesos para 2026.
Ante este escenario, a partir del 1 de enero, la cajetilla de cigarros se va a encarecer más de 20% en algunos casos.
Por ejemplo, en el caso de Marlboro tradicional, la marca más vendida, el precio de la caja con 20 unidades aumentará de 87 a 106 pesos (22% más) a partir del 1 de enero. Para el caso de Pall Mall, el ajuste es de 80 a 96 pesos (20% más), según reportan despachadores de tienditas.
En lo que se refiere a los combustibles, la Secretaría de Hacienda dio a conocer los ajustes a la tasa del IEPS para la gasolina, el diésel y otros productos derivados del petróleo, debido al factor inflacionario.
Éste es el IEPS vigente a partir del 1 de enero
¿El incremento en la tasa impositiva de los combustibles se puede traducir en mayores precios? No necesariamente. Factores como los estímulos fiscales que otorga el gobierno, el tipo de cambio, el tema logístico y el precio internacional del petróleo influyen en que el costo al consumidor final suba o baje.
Además, actualmente, la gasolina regular (o magna) está topada (por un pacto voluntario entre gobierno e Iniciativa Privada) en 24 pesos por litro. Por ello, Hacienda aseguró —el viernes pasado— que no subirá de precio por el ajuste al IEPS.
Sin embargo, la gasolina premium no está topada por un acuerdo y es en ese rubro donde cabe la posibilidad de alzas durante 2026. Lo que sí es un hecho es que la proporción de impuestos por cada litro que compre el consumidor subirá en 2026.
En medio de este panorama, el Banco de México (Banxico) aumentó su expectativa de inflación para el primer semestre del siguiente año.
En su último informa de política monetaria de 2025, el instituto central ajustó sus proyecciones para el Índice Nacional de Precios al Consumidor, con el cual se mide la inflación en el país.
Para la inflación general, Banxico subió su estimación de 3.5% a 3.7% para el primer trimestre y de 3.2% a 3.3% para el segundo.
En lo que se refiere al indicador subyacente (incluye alimentos, bebidas y tabacos, además de servicios y vivienda), la proyección subió de 3.8% a 4% para los primeros tres meses y de 3.3% a 3.4% para el periodo abril-junio.
“Se anticipa que los ajustes fiscales tengan un efecto transitorio y no necesariamente proporcional en los precios. No obstante, la evaluación integral de su impacto requerirá incorporar información adicional conforme ésta se encuentre disponible”, destacó el banco central de México.
En este sentido, la Junta de Gobierno de Banxico valorará actualizar el pronóstico de inflación para reflejar de manera más precisa los efectos asociados a dichas medidas.
Con información de El Economista.