El ejército de Israel intensificó sus operaciones alrededor de Ciudad de Gaza, antes de una reunión en la Casa Blanca encabezada por el presidente Donald Trump para discutir los planes de posguerra para el devastado territorio palestino.
El gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta una creciente presión, tanto interna como externa, para poner fin a su campaña militar de casi dos años en la Franja de Gaza, donde la ONU ha declarado una hambruna.
Los mediadores han hecho circular una propuesta de tregua que ha sido aceptada por el movimiento islamista palestino Hamás, cuyo ataque en suelo israelí del 7 de octubre de 2023 desató la guerra en Gaza. Israel aún no ha respondido.
En el terreno, la agencia de defensa civil de Gaza informó que los ataques y disparos israelíes del miércoles causaron la muerte de al menos 38 personas, incluidas 16 en Ciudad de Gaza.
El ejército israelí, que se prepara para tomar la Ciudad de Gaza, afirmó que sus tropas estaban operando en las afueras de la ciudad más grande del territorio "para localizar y desmantelar sitios de infraestructura terrorista".
El portavoz del ejército Avichay Adraee afirmó que la evacuación de Ciudad de Gaza es "inevitable".
La gran mayoría de la población de la Franja de Gaza, de más de dos millones de personas, ha sido desplazada al menos una vez durante la guerra.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, anunció que el presidente estadounidense recibiría a altos funcionarios en la Casa Blanca el miércoles por la tarde para elaborar un plan detallado para la posguerra en Gaza.
"Es un plan muy completo que estamos elaborando para el día después", declaró Witkoff a Fox News, sin más detalles.
Netanyahu no reveló más información sobre el encuentro, pero declaró que la guerra "comenzó en Gaza y terminará en Gaza. No dejaremos a esos monstruos allí".
Trump sugirió meses atrás que Estados Unidos debería tomar el control de Gaza, expulsar a sus habitantes y reurbanizar la zona. Netanyahu elogió la propuesta, rechazada por varios países europeos y árabes.
Residentes del barrio de Zeitún de Ciudad de Gaza reportaron fuertes bombardeos israelíes durante la noche del miércoles.
"Varias casas en Zeitún fueron destruidas. Nosotros aún estamos en nuestra casa. Algunos vecinos huyeron, pero donde quiera que huyas, la muerte te sigue", declaró Tala al Jatib, de 29 años.
Abdel Hamid al Sayfi, de 62 años, no ha salido de su casa desde la tarde del martes.
"Quien sale recibe disparos", indicó a la AFP por teléfono.
Imágenes de AFP mostraron una densa columna de humo elevándose hacia el cielo tras los ataques aéreos en partes de la ciudad de Gaza.
El gobierno de Israel rechazó el miércoles un informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), un organismo respaldado por la ONU.
En base a ese informe, el 22 de agosto la ONU declaró oficialmente un estado de hambruna en Gaza, culpando a la "obstrucción sistemática" de la ayuda por parte de Israel durante más de 22 meses de guerra.
"Israel exige a la IPC que se retracte inmediatamente de su informe con falsedades", declaró el director general del Ministerio de Relaciones Exteriores, Eden Bar Tal, que denunció que esta organización está "politizada".
Sin dejar de lado el plan de tomar Ciudad de Gaza, Netanyahu impulsa conversaciones para asegurar la liberación de todos los rehenes aún en poder de Hamás.
De los 251 israelíes capturados durante el ataque de octubre de 2023, 49 siguen retenidos en Gaza, incluyendo 27 que, según el ejército israelí, están muertos.
Catar, mediador clave, declaró el martes que seguía "esperando una respuesta" de Israel sobre la última propuesta de alto el fuego, que contemplaría la liberación escalonada de rehenes a cambio de palestinos bajo custodia israelí durante una tregua inicial de 60 días.
En Fox News, Witkoff acusó a Hamás de haber "enlentecido" las negociaciones. Pero Izzat al Rishq, miembro del comité político de Hamás, desestimó esta afirmación, al señalar que el enviado estadounidense se hacía eco de "Netanyahu y su gobierno de criminales de guerra".
El ataque de Hamás que desencadenó la guerra causó la muerte de 1,219 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.
La ofensiva de represalia de Israel ha matado al menos a 62,895 palestinos, la mayoría civiles, según cifras de la autoridad sanitaria de Gaza, gobernada por Hamás, que la ONU considera fiables.
Las dificultades de acceso a muchas zonas en Gaza impiden a la AFP verificar de forma independiente los balances proporcionados por la agencia de defensa civil o el ejército israelí.
Con información de: El economista.