PACHUCA, Hgo. (apro).- Las viudas de los agentes de Investigación Vicente Monrroy Ballesteros y Paulino Castañeda Aguilar –quienes murieron tras ser agredidos a golpes en la capilla el Angelito Negro 666 en la colonia La Loma de Pachuca cuando acudieron a entregar una notificación– exigieron justicia por el ataque que sufrieron sus esposos, además de la destitución de la comandante Patricia Moya Domínguez y veto para que no pueda ejercer ningún cargo público en el sistema de procuración de justicia hidalguense.
“No queremos que la comandante regrese al cargo ni mucho menos que esté en funciones en la Procuraduría”, dijo Aurora Isabel Zamudio Pérez, esposa de Vicente Monrroy, un elemento con 30 años de servicio que en enero pasado había cumplido con los requerimientos para jubilarse, pero por decidió mantenerse unos meses más mientras sacaba adelante algunos compromisos económicos.
“Ya se está haciendo la investigación de cómo era la señora con sus elementos; la verdad su trato hacia ellos no era nada bueno”, añadió Zamudio Pérez, tras salir junto con Yoris Molina, viuda de Paulino Castañeda, de una reunión de seguimiento con el encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), Francisco Fernández Hasbun.
“Ya nos dio su palabra de que va a hacer su trabajo, sólo esperamos resultados; nos pidió tiempo”, añadió Molina, quien calificó las jornadas de trabajo de su esposo al mano de Moya Domínguez como esclavizantes.
El procurador interino “nos comentaba que es todo un proceso, que están sobre la investigación y parece ser que todo va bien”, mencionó (la primera), en tanto que, sobre la destitución de la comandante, sujeta a un proceso interno, añadió que hubo un compromiso por parte de Fernández Hasbun: “no va a regresar a ningún cargo la señora, eso nos lo prometió el procurador; ningún cargo. Nos miró a los ojos y nos dijo que la señora no regresa, que no regresa”.
A Patricia Moya Domínguez, las familias le recriminan una actuación tardía para rescatar a sus esposos, después de que no regresaron de la encomienda laboral que les dio el 5 de julio: entregar una notificación de medidas cautelares en favor de una víctima de violencia. Fue hasta el día siguiente, alrededor de las siete de la mañana, que se montó un operativo en el último lugar donde habían estado.
Aunque fueron rescatados con vida de la capilla del Angelito Negro 666, fallecieron a consecuencia de las heridas que les causaron.
“Ella fue la responsable y lo digo yo, porque yo tenía mucho contacto con mi esposo; ella fue la responsable de todo”, insistió (la primera), quien después comentó que la comandante no sabía dónde estaban sus elementos, hasta el amanecer del 6 de julio, porque Aurora Isabel Zamudio estuvo desde las dos de la mañana buscando a su esposo, primero en el Centro de Justicia para Mujeres y después en la Procuraduría, sin que supieran dónde estaban los agentes.
“Ella abandonó a sus elementos; los abandonó, tristemente”, remarcó, para luego mencionar: “Psicológicamente estamos muy lastimadas, yo pensaba que a mi esposo sí lo íbamos a rescatar con vida, pero trágicamente murió”.
“Mi esposo era un hombre que… imaginen, saqué adelante a tres hijas profesionistas con ayuda de él. Aquí en el trabajo son unos y en la casa son otros, pero era un gran hombre. Aparte, estuvo funcionando como comandante, jefe de grupo… tuvo varios cargos aquí”, recordó Aurora Isabel Zamudio, afuera de la Procuraduría, donde Vicente Monrroy laboró por tres décadas.
“Ya se iba a retirar en enero, pero tristemente, por gastos que teníamos por una especialidad de mi hija, se tuvo que esperar un poquito y tristemente falleció”, lamentó.
En tanto, la esposa de Paulino Castañeda lo recordó como “una excelente persona, muy trabajador, dedicado a su familia. No le gustaba meterse en problemas ni nada”. Su vida, añadió, también ha cambiado desde que le notificaron el deceso de su marido: “dejó una pequeñita de doce años y es mucho más difícil. También es hija única y ahorita hacerme cargo de ella tanto como mamá y como papá es algo complicado”.
Por el caso Angelito Negro 666 hay seis personas detenidas como probables agresores: cuatro aseguradas el mismo día del rescate y dos más en los subsecuentes.
Tras las agresiones que causaron la muerte a Vicente Monrroy y Paulino Castañeda se han registrado dos ataques armados contra miembros de la Procuraduría.
El 11 de julio, tres elementos de la PGJEH y un defensor particular fueron heridos tras un ataque a tiros durante una inspección en la colonia El Cid, en el municipio de Tizayuca. Tras un operativo de respuesta, cinco personas fueron detenidas.
Asimismo, la noche del 20 de julio, en la colonia Iturbe, en Tula, un enfrentamiento entre un grupo de personas armadas y elementos de la Procuraduría dejó un agente de investigación muerto y dos más lesionados. Los agentes llevaban a cabo indagatorias relacionadas con una carpeta de investigación por privación ilegal de la libertad, en agravio de un civil.
Con información de proceso.com.mx