Uno de los grandes mitos de la política mexicana de los últimos años es el presunto pacto de impunidad que realizó el expresidente Andrés Manuel López Obrador con su antecesor, Enrique Peña Nieto, a quien el político tabasqueño siempre reconoció por no intervenir en el proceso electoral de 2018.
Pero este no sería el único acuerdo alcanzado de AMLO con una prominente figura del PRI, pues exmilitantes del tricolor aseguran que Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, su actual dirigente nacional y senador, ocupa la presidencia del partido gracias a un acuerdo con el fundador de Morena.
Luego de la derrota electoral de 2018, donde el PRI perdió estrepitosamente la Presidencia de México ante Morena, el tricolor entró a un proceso de control de daños y cambios al interior del partido.
Como parte de las acciones para comenzar de nuevo y recuperar la confianza del electorado, el PRI abrió una convocatoria para renovar la dirigencia nacional, teniendo como contendientes principales a José Narro Robles, exsecretario de Salud en el sexenio peñista y “Alito” Moreno, entonces gobernador de Campeche.
En declaraciones para el documental de Vix, “PRI: Crónica del fin”, su rival por la dirigencia nacional José Narro, aseguró que Moreno Cardenas le confesó que se convertiría en líder de tricolor por un “acuerdo” con el expresidente López Obrador, a quien acusó de intervenir en el proceso interno.
“En diciembre de 2018, a mí, Alejandro Moreno me dijo, entre tengo dinero, 300 millones fue la cifra, y ‘Ya me arreglé con el presidente López Obrador’”, reveló el también exrector de la UNAM, quien renunció a la carrera por la dirigencia y a su militancia priista.
Dicha versión fue respaldada por el excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, quien indicó que “Alito” Moreno contó con el apoyo del morenista y del expresidente Enrique Peña Nieto para llegar a la dirigencia.
“Él mismo lo ha dicho, contó con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador y de Peña (para alcanzar la dirigencia nacional)”, expuso el político sinaloense.
Por su parte, López Obrador llegó a bromear sobre Moreno Cárdenas, destacando que un sector de la prensa lo bautizó como “Amlito”.
Más allá de los testimonios, las acciones de “Alito” Moreno al frente del PRI han sido interpretadas como “funcionales a Morena”, como lo señaló en una entrevista con Latinus la exdirigente priista Dulce María Sauri.
El episodio más notable que alimenta esta narrativa fue el respaldo del PRI a la iniciativa de Moreno Cárdenas para extender la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028, sellando el voto priista con un apretón de manos entre Moreno Cárdenas y Adán Augusto López Hernández, entonces secretario de Gobernación, con quien se dice tenía buena relación.
El apoyo tricolor en dicha votación causó una crisis en el bloque opositor compuesto por PRI, PAN y PRD, y fue vista como una concesión directa al presidente López Obrador.
La teoría del pacto sugiere que, a cambio de esta “funcionalidad” y de garantizar un PRI dividido e ineficaz en la oposición, el Gobierno Federal frenó las investigaciones y solicitudes de desafuero contra Moreno Cárdenas, especialmente las impulsadas por la Fiscalía de Campeche y ventiladas por la gobernadora Layda Sansores, quien exhibió en varias ocasiones al político priista en su sección “Martes del Jaguar”.
La dirigencia de Alejandro Moreno, extendida gracias a la modificación en los estatutos del partido durante la pandemia, también coincide con la mayor debacle electoral en la historia del PRI, pasando de gobernar 12 entidades en 2019 a solo dos en 2025, lo que refuerza las acusaciones de algunos priistas de haber destruido al partido por intereses personales y presuntos acuerdos con López Obrador.
De acuerdo con una columna del periodista Mario Maldonado, con la victoria de Claudia Sheinbaum, ese pacto con Alejandro Moreno terminó, no solo por el rechazo de la mandataria a dicho contubernio, sino también porque el PRI dejó de ser útil a los intereses del gobierno al obtener la mayoría calificada en el Congreso.
Y las muestras de esta ruptura con “Alito” Moreno son dos concretamente: la reactivación de la solicitud de desafuero en su contra y la reciente expropiación de predios relacionados con familiares del dirigente por parte del Gobierno de Campeche.
Por estos motivos, ahora Moreno Cárdenas asumió el papel de crítico del actual gobierno, autonombrandose “perseguido político” y afirmando en reiteradas ocasiones que nuestro país está regido por un ‘narcogobierno’.
Incluso, “Alito” ha interpuesto denuncias en México y EUA contra diversos funcionarios de la 4T, incluyendo al expresidente López Obrador, quien presuntamente lo ayudó a encumbrarse en la dirigencia nacional del PRI.
Con información de: Político.mx