CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A más de 12 años de la desaparición forzada de Ivette Melissa Flores Román, en Iguala, Guerrero, su madre Sandra Luz Román Jaimes, recibió una disculpa pública del Estado mexicano, como parte del reconocimiento de responsabilidad internacional en la falta de búsqueda efectiva y de una investigación que esclarezca lo ocurrido el 24 de octubre de 2012, cuando Ivette Melissa fue sacada de su domicilio por un comando, vinculado a autoridades locales del estado de Guerrero.
El caso de Ivette Melissa, que tenía 19 años cuando fue sustraída de su domicilio, ocurrió dos años antes de que Iguala fuera el escenario de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, caso que puso al descubierto la colusión de autoridades estatales, municipales y federales en la desaparición de personas.
Víctima de amenazas, agresiones, persecución, atentados en su contra y de desplazamiento forzado, Sandra Luz Román Jaimes recurrió a instancias internacionales ante la falta de acciones de búsqueda e investigación con perspectiva de género para encontrar a su hija, quien era nuera de Humberto Velázquez Delgado, quien era Policía de Investigación Ministerial en Iguala, y a quien se le atribuye la autoría intelectual de la desaparición forzada. Velázquez mantenía ese cargo cuando los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron desaparecidos.
Fue así como el Comité sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés) emitió una resolución el 15 de noviembre de 2022 que alertaba sobre las omisiones de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la Fiscalía de Justicia de Guerrero en “la búsqueda inmediata, sin dilación y con enfoque de género” de Ivette Melissa.
En su resolución CEDAW/C/83/153/2020, el comité Cedaw requería al Estado mexicano garantizar la coordinación de las autoridades federales y estatales para localizar a la joven, siguiendo una estrategia con “enfoque de género e interseccional”; realizar una investigación “rápida, exhaustiva, imparcial e independiente”, considerando el contexto de violencia de género en que ocurrió la desaparición; sancionar “la negligencia y posible complicidad de autoridades públicas involucradas en la desaparición forzada”; así como brindar seguridad a la Sandra Luz Román, a quien se le deberá reparar integralmente el daño.
Durante el evento de disculpa pública, llevado a cabo en las instalaciones de la Secretaría de Gobernación, Sandra Luz resaltó que el caso sigue en la impunidad, y que desde que se emitió la resolución del Comité Cedaw sólo se han realizado dos acciones de búsqueda de Ivette Melissa, a pesar de que se dio a México seis meses para encontrarla.
No obstante, dijo, aceptar la disculpa pública en cumplimiento del dictamen del Comité de la ONU, que si bien “no repara la ausencia, sí representa un paso hacia la dignidad, la memoria y la no repetición”, y también es “un acto de valentía, valor, no porque me haya olvidado de mi hija, sino porque confío en todos ustedes en que este gesto sea el inicio y un compromiso real, profundo y sostenido”.
Sandra Luz narró parte de sus vicisitudes en la búsqueda de verdad y justicia, en cómo se convirtió en defensora, apoyando a otras madres que como ella buscan a sus hijos o que claman por justicia ante los feminicidios de sus hijas, lo que la ha llevado a sufrir atentados y a padecer enfermedades como cáncer.
En 2017 Sandra Luz fundó el colectivo Madres Igualtecas en busca de sus desaparecidos, luego de haber permanecido un tiempo en pausa, tras un atentado en su contra y el asesinato de su sobrina Norma Angélica Bruno Román, quien colaboraba con ella en la búsqueda de Ivette Melissa y de otras personas desaparecidas.
“Aquí están mis compañeras, no medimos el peligro, no esperamos una institución para que nos acompañe. Agarramos nuestras palas, pico, todos los instrumentos que necesitamos para una búsqueda. Nos subimos a los cerros a buscar. Y no me importa perder la vida en cada intento. Todo este arriesgamiento (sic) que nosotros hacemos como familiares, pues ya perdimos el miedo, ya no tenemos miedo”, contó ante funcionarios encabezados por el subsecretario de Derechos Humanos Arturo Medina Padilla.
Al insistir que no se ha atendido en su totalidad el dictamen del Comité Cedaw, en materia de búsqueda e investigación, “a pesar de la información proporcionada sobre casas de seguridad, enterramientos clandestinos”, Sandra Luz alertó que “no puede haber justicia sin acción” de las autoridades.
Tras solicitar que se coloque una placa en memoria de su hija en Iguala, Román reconoció que la disculpa pública la recibe en nombre de su hija y “de todas las mujeres que seguimos buscando verdad y justicia”, en espera de visibilizar la violencia contra las mujeres que se vive en el estado de Guerrero y el país, lo que fue uno de sus motivos par a recurrir a las instancias internacionales.
“No lo hice sólo por ella (Ivette Melissa), lo hice por todas ustedes, aquí presentes, por todas las mujeres, especialmente por mi hija, por todas esas mujeres desaparecidas, violentadas y silenciadas en el país, porque la violencia contra nosotras no ha cesado, en Guerrero, los feminicidios siguen en aumento, la trata de persona persiste y la impunidad se impone por eso, esta disculpa debe convertirse en un compromiso concreto con la vida de las mujeres”, dijo Sandra Luz.
En nombre del Estado mexicano, el subsecretario Arturo Medina reconoció la responsabilidad internacional señalada por el Comité Cedaw, y ofreció una disculpa a Sandra Luz Román Jaimes y a su familia “por las omisiones de las autoridades que incumplieron con las obligaciones constitucionales de respetar, proteger, garantizar y promover los derechos humanos de Ivette Melissa e indirectamente los de su núcleo familiar”.
En su discurso Medina Padilla admitió que “las autoridades mexicanas incumplieron con la garantía e inmediatez” para dar protección a Ivette y a su familia, “ante un contexto de corrupción e impunidad local”, en tanto que se incurrió en “el retraso en la investigación ministerial, así como la continuidad de los hechos violatorios a sus derechos humanos, mismos que seguirán actualizándose en tanto no se defina el paradero de Ivette Melissa”.
Tras reconocer que desde hace casi 13 años, Sandra Luz Román Jaimes, “no ha podido celebrar” el Día de las Madres con toda su familia, el funcionario alertó que la desaparición de Ivette Melissa es “una deuda y no hay más que reconocer la falta de resultados por parte de las autoridades”.
El subsecretario de Derechos Humanos consideró que el caso es “un llamado a continuar fortaleciendo las políticas públicas para hacer frente a la violencia contra las mujeres en nuestro país”, más aún cuando antes de la desaparición Sandra Luz e Ivette Melissa denunciaron la violencia de género que sufría la joven hoy desaparecida.
“Desafortunadamente, las omisiones y la falta de previsión por parte de las autoridades encargadas de administrar justicia, ocasionaron que hoy nos reúna la búsqueda de Ivette Melissa”, dijo.
Arturo Medina dirigió unas palabras a la hija de Melissa, quien vive bajo el resguardo de Sandra Luz, y que “crece con la ausencia de su madre, que conoció el dolor de la pérdida demasiado pronto”, por lo que “el Estado mexicano tiene el compromiso de buscar justicia y dar con el paradero de su madre”.
Al evento asistieron Jesús Peña Palacios, representante adjunto de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), quien recordó que oficialmente en el país hay más de 29.000 mujeres aparecen registradas como desaparecidas, por lo que “el caso de Ivette Melissa es un reflejo de una problemática estructural que ha dejado una profunda huella en México”.
Al considerar que realizar la disculpa pública en el contexto del Día de las Madres, “es un momento oportuno para reconocer el papel que han tenido las mujeres en la lucha contra las desapariciones”, Peña Palacios hizo votos para que “este paso consolide un creciente y progresivo compromiso con la reparación integral, las garantías de no repetición y una atención digna a las víctimas y sus familias, especialmente las mujeres”.
Frida Velázquez Esquer, de la organización I(dh)eas, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, organización que ha representado a Sandra Luz Román, resaltó que la disculpa pública como parte de la resolución del comité Cedaw, “significa reconocer de manera explícita y oficial la existencia de violencia estructural en contra de las mujeres y asumir la responsabilidad por omisiones institucionales graves que permiten esta violencia extrema”.
La defensora calificó el evento como “un precedente histórico”, derivado de “la lucha incansable, del tesón y la resiliencia ejemplar de Sandra Luz Román Jaimes, quien enfrentó obstáculos, indiferencia institucional y amenazas para llevar su causa hasta las instancias internacionales”.
En el evento también participaron Anacleta López Vega, encargada de despacho de la Secretaría General de Gobierno del estado de Guerrero; Ingrid Gómez, subsecretaria de Derecho a una Vida Libre de Violencias de la Secretaría de las Mujeres, así como Enrique Javier Ochoa Martínez, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Con información de proceso.com.mx