Concluidos los conversatorios para el análisis de la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión en ciernes, organizados por la Cámara de Senadores, Manuel Añorve Baños anticipó que el grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara Alta votará en contra de la nueva ley.
“No estamos de acuerdo ni ahora ni nunca con una ley que legaliza la censura, vulnera derechos fundamentales y concentra el poder en una sola voz.
“Esta no es una reforma: es una embestida directa contra la libertad de expresión, el derecho a la información y la privacidad de millones de personas. Lo dijeron los expertos, lo hemos dicho nosotros desde el inicio, y hoy lo reiteramos con más fuerza: no vamos a permitirlo’’, advirtió el coordinador de la bancada senatorial priista.
Durante los conversatorios, especialistas confirmaron que los derechos de las audiencias no son un capricho, son derechos humanos, y esta reforma los reduce a simples recomendaciones sin carácter legal. “El amparo ganado en 2022 por la Asociación Mexicana de Defensorías fue un hito: reconoció a las audiencias como sujetos de derecho. Esta reforma los convierte nuevamente en espectadores pasivos. Con nosotros, eso no va a pasar”, advirtió el legislador priista.
Y precisó: “Quieren espiar, callar y castigar. Esa es la lógica de esta ley. La llamen como la llamen, es censura, y como tal la combatiremos con todas nuestras fuerzas’’.
Desde la óptica del senador por Guerrero, la nueva ley, que se pretende aprobar por el Congreso de la Unión en periodo de sesiones extraordinarias la segunda quincena de junio próximo, propone facultades discrecionales para suspender señales y bloquear plataformas digitales sin orden judicial, lo cual es inconstitucional y rompe el principio de legalidad.
Además de pretender conservar los datos personales de los usuarios por 24 meses sin una justificación clara ni protección legal, a través de un padrón nacional sin salvaguardas.
La concentración de funciones en la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDC), subordinada al Ejecutivo y sin órganos colegiados ni contrapesos democráticos, aseguró, representa una amenaza directa a la libertad de expresión y a la pluralidad mediática.
“Eso es censura con otro nombre”, estableció.
Es “alarmante’’ también, dijo, querer imponer una regulación arbitraria sobre los contenidos, que diferencie “opinión” e “información”, como si se tratara de conceptos absolutos.
“Esta clasificación es absurda e impracticable. En la práctica sólo servirá para sancionar a medios incómodos, intimidar periodistas y callar voces críticas al poder’’.
De ahí que la decisión del grupo parlamentario del PRI, anunció, es votar en contra.
“No vamos a acompañar una reforma que concentre el poder, vulnere derechos, censure contenidos y ponga en riesgo la democracia informativa. La libertad de expresión, la privacidad, el derecho a informarnos y a ser escuchados no son negociables. Así no. Nunca”.
Con información de El Economista.