El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia de nivel 2 para quienes planean viajar a China, específicamente a la provincia de Guangdong, debido a un brote significativo del virus chikungunya, transmitido por mosquitos, según Fox News.
Esta alerta sanitaria se basa en el creciente número de casos reportados, con más de 7 mil contagios confirmados desde junio de 2025, principalmente en la ciudad de Foshan.
La situación ha encendido alarmas no solo por la rapidez del contagio, sino también por la posibilidad de que el virus se extienda más allá de las fronteras de China, afectando otras regiones del mundo.
¿Qué es el chikungunya y cómo se transmite?
El chikungunya es una enfermedad viral transmitida por mosquitos del género Aedes, los mismos que propagan el dengue y el zika. No se contagia de persona a persona, sino que se transmite cuando un mosquito se infecta al picar a una persona enferma y luego transmite el virus al picar a otra.
Los síntomas suelen aparecer entre tres y siete días después de la picadura. Las manifestaciones más comunes incluyen fiebre alta y dolor articular intenso, aunque también pueden presentarse dolor de cabeza, sarpullido, inflamación en las articulaciones y dolor muscular.
Aunque en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en una semana, algunas personas desarrollan complicaciones articulares que pueden durar meses o incluso años. Además, la enfermedad puede tener consecuencias severas en grupos vulnerables como recién nacidos, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas como diabetes o afecciones cardíacas.
Medidas de control y prevención en China
Frente al avance del brote, las autoridades sanitarias chinas han desplegado una serie de medidas agresivas para controlar la propagación del virus.
Estas incluyen el uso de drones para identificar zonas de reproducción de mosquitos, la liberación mosquitos elefante, cuyas larvas se alimentan de los mosquitos transmisores, y la fumigación masiva de espacios públicos y edificios. Incluso, se ha reportado que trabajadores rocían con repelente a las personas antes de permitirles el ingreso a edificios públicos.
También se han tomado medidas más estrictas, como sanciones para quienes mantengan agua estancada en sus propiedades, cuarentenas bajo mosquiteros en hospitales y campañas intensivas de concienciación a nivel local.
Sin embargo, algunos expertos consideran que estas acciones podrían no ser suficientes debido a la alta densidad poblacional en áreas urbanas y la capacidad de reproducción del mosquito transmisor.
Alerta internacional: casos globales en aumento
La preocupación por el virus chikungunya no se limita a China. Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), se han registrado aproximadamente 240 mil casos en lo que va del año 2025 en 16 países y territorios, con un saldo de al menos 90 muertes.
Los brotes han sido confirmados en países de América Latina, África, Asia y Europa, incluyendo Bolivia, Kenia, Sri Lanka, Brasil, Colombia, México, India, Nigeria, Pakistán, Filipinas y Tailandia.
Recomendaciones para viajeros: cómo protegerse del chikungunya
El CDC insiste en la importancia de tomar precauciones estrictas si se planea viajar a regiones con brotes activos. La principal forma de prevención consiste en evitar las picaduras de mosquitos. Esto incluye el uso de repelentes aprobados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), vestir ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, mantenerse en lugares con aire acondicionado o con mosquiteros en puertas y ventanas, y tratar la ropa con permetrina al 0.5%.
Además, el organismo recomienda considerar la vacunación para viajeros con alto riesgo de exposición. En Estados Unidos están aprobadas dos vacunas: IXCHIQ (vacuna viva atenuada) y VIMKUNYA (basada en partículas similares al virus). Estas vacunas pueden ser una herramienta preventiva útil para quienes se dirigen a zonas de alto contagio.
Alerta activa y vigilancia constante
El aumento de casos de chikungunya en China y en otras regiones del mundo refuerza la necesidad de vigilancia sanitaria y cooperación internacional.
Los viajeros deben mantenerse informados, seguir las recomendaciones de salud pública y buscar atención médica si presentan síntomas compatibles durante o después del viaje. Aunque la enfermedad no suele ser mortal, su impacto en la salud puede ser prolongado y debilitante.
La prevención individual y las estrategias de salud pública son esenciales para contener la propagación del chikungunya y minimizar sus consecuencias en poblaciones vulnerables.
Con información de El Imparcial