No somos dados a echarle porras a nadie, mucho menos tratándose de políticos, pero honor a quien honor merece. Recientemente como parte de ese ejercicio de golpetear por golpetear, los honorables hermanos Le Barón arremetieron contra el alcalde Cruz Pérez Cuellar acusándolo de haber contratado como oficial de policía a un presunto autor material de la ya sabida masacre de la familia Le Barón y decidieron írsele a la yugular a Pérez Cuellar y exigir su dimisión como alcalde.
Más tarde salió a la luz pública que el mentado agente en mención al momento de haber sido contratado presentó toda su documentación requerida incluido el certificado de confianza, de esta manera quedó aclarado el mentado tema, hasta ahí el ejemplo clásico de que en ocasiones golpear con la intención de llamar la atención genera solo eso, grillas baratas. Lo curioso y que llama la atención fue el curso que tomó esta historia en donde aplicando aquella vieja consigna de separar la fruta podrida de la canasta, se evitará contaminar al resto de las frutas, fue lo que sucedió en aquella frontera.
El alcalde ordenó de inmediata se revisarán expedientes y reportes en contra de algunos elementos y pácatelas que comienza una depuración de elementos de la municipal en Ciudad Juárez, de esta manera 80 agentes fueron cesados por no contar con la certificación de confianza y alguno más por investigaciones realizadas por asuntos internos que a la postre dio resultados, 80 elementos despedidos, un claro mensaje para los supervivientes a que se porten bien y para el alcalde la certeza de que esta acción sin lugar a dudas le subirá sus bonos dentro de la sociedad por la prontitud en asumir decisiones por demás precisas y justas que todo grillo deberá de realizar en su gestión pública.
Repito, bien por Cruz Pérez Cuéllar, al cual al parecer no le tiembla la mano a la hora de actuar…
Cuando las cosas no son debidamente analizadas, cuando se gesta un cambio al vapor o como se dice, al ahí se va, los resultados por lo general son adversos, los resultados inciertos y se genera un caos. Y justo esto es lo que está pasando en el Poder Judicial, luego de este fallido experimento para seleccionar a los jueces y magistrados.
Atrás quedó la baja participación, el desinterés ciudadano, la historia de los acordeones asunto totalmente venezolanizado como estrategia e incluso para variar y no perder la costumbre, los mexicanos aceptamos todo, absolutamente todo.
Ahora entramos en una fase que ya es a su vez parte de la cotidianeidad ya que de unos años a la fecha impugnar es al parecer el único medio para llegar o triunfar y es llevar el tema a la última instancia. Entendemos que todos aquellos a los que bajaron del macho ahora intentan recuperar lo perdido por decisiones de en este caso del INE el cual aplicando la ley le da peso real al tema del género, pero flaquea cuando de promedios y reglas de operación fueron violentados.
En pocas palabras esto está evidenciando que a su vez en el poder judicial tras este inusual método de selección está encaminado a la codependencia al tener que obedecer a quien por hoy manda, dispone y ejecuta en el país…
Así las cosas...