El coordinador de los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), Alfredo Chávez Madrid, defendió públicamente su decisión de “mentarle la madre” al senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, argumentando que fue un acto "con todo respeto" y que busca sentar un precedente sobre los límites de la libertad de expresión para los servidores públicos.
Chávez Madrid, manifestó que le gustaría confrontar al senador en un juzgado, aunque reconoció que "no se llegaría a eso". El diputado panista se describió como una persona "muy mesurada" y aseguró que su acción fue calculada. "Estamos poniendo un precedente. En política cualquier ciudadano tiene el derecho si somos figuras públicas. En política el que se calienta pierde", sentenció.
El legislador enfatizó en la formación política del PAN, que les permite ser "ecuánimes". "Estamos poniendo una mentada de madre con todo respeto a la investidura… Si tengo un problema con alguien no me atrevería a lapidar y poner en la palestra pública a un ciudadano como Noroña lo hizo".
Chávez Madrid consideró que Fernández Noroña debió haber exigido una disculpa pública en privado, no de una manera "humillante". "No puede resarcir un daño generando otro daño", apuntó.
El diputado fue más allá al comparar a Noroña con un "bulleador" y un "abusador del poder" que "lastima y humilla", que ahora se siente de la "nobleza". Para Chávez Madrid, el actuar de Fernández Noroña, a quien calificó de personaje "irracional" de la "4T", demuestra cómo se deja de ser "pueblo" para convertirse en "nobleza" con las consecuencias que esto conlleva. Citando a Carlos Castillo Peraza, el panista sentenció: "Si el PAN le decimos perros a los perros y gatos a los gatos, con lo que hizo Fernández Noroña, amerita consecuencias políticas". Además, criticó que el presidente de la República permita que un ciudadano sea humillado con este poder, lo que, a su juicio, obliga a la oposición a alzar la voz.
El diputado del PAN fue enfático al declarar que "jamás le pediría disculpas en lo absoluto" a Fernández Noroña.
Argumentó que esta situación debería servir para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación defina hasta dónde llega la libertad de expresión y para establecer que "los servidores públicos no podemos tener la piel tan delgadita".
En un gesto de coherencia, Chávez Madrid recordó que tanto la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, como la secretaria de Gobernación, no respaldaron los "abusos de poder" en este caso.
El diputado panista descartó que su postura sea una "falsa modestia" o una búsqueda de "reflectores", sino una invitación a la reflexión y a la acción frente a un sistema en el que el poder está al servicio del político y no al revés, lo que consideró un "tema de regresión democrática del país.