Un alcalde del sur de México murió este lunes debido a las heridas que sufrió durante un ataque a balazos la semana pasada, informó el gobierno del estado de Guerrero.
Isaías Rojas, mandatario de la localidad de Metlatónoc, mayoritariamente indígena, falleció "mientras recibía atención médica", reportó la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, en la red social X.
Rojas había sufrido un atentado a balazos el pasado 28 de mayo mientras viajaba en su automóvil en una autopista que comunica Guerrero con Ciudad de México.
Leticia Hernández, coordinadora regional de los diputados del Partido del Trabajo, en el que militaba Rojas, lanzó a través de un mensaje en Facebook un "enérgico llamado a las autoridades competentes para que este crimen no quede impune".
La violencia ligada a bandas del crimen organizado golpea al estado de Guerrero, donde otros funcionarios han sido atacados en años recientes.
Uno de los casos más estremecedores fue el de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, capital estatal, asesinado el 6 de octubre 2024 y cuya cabeza fue colocada encima de una camioneta.
Desde 2006, cuando se lanzó un polémico operativo militar contra el narcotráfico, la tasa de homicidios en México se triplicó hasta 24 por 100,000 habitantes.
Con información de: El economista.
La asociación Causa en Común dio a conocer que en el periodo del 2 al 8 de mayo del presente año, 7 policías fueron asesinados en los estados de Guanajuato Sinaloa y Oaxaca.
En lo que va del año 2025, van al menos 160 asesinatos de policías, un promedio de 1 cada día, según la estimación de la organización de la sociedad civil.
En los datos de la asociación Causa en Común, se encuentra el registro de los homicidios del policía estatal, Víctor Hugo Sosa, asesinado el 10 de febrero del presente año; así como el del agente de la Policía Municipal de Casas Grandes, Alfredo R., quien perdió la vida el 3 de marzo pasado.
Esa cifras según lo publicó en sus redes sociales Causa en Común, representan un 40% más de la registradas en el mismo periodo de 2024. En México, ser policía es un riesgo constante, según lo señala.