La comunidad de El Pozo, en la sindicatura de Imala en Culiacán, Sinaloa, vivió momentos de terror la madrugada de este miércoles tras un violento enfrentamiento protagonizado por civiles armados. La irrupción del comando dejó como saldo daños materiales y una intensa movilización de fuerzas federales, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas fatales.
De acuerdo con testimonios de los habitantes, los hechos comenzaron cuando varias camionetas con hombres armados irrumpieron en los poblados de La Noria, Mezquita y El Pozo, al nororiente de Culiacán. Las ráfagas de armas de alto calibre despertaron a los vecinos, quienes de inmediato buscaron refugio en sus hogares.
“Hubo mucho relajo. Había pleito, a cada rato se oía por todos lados. Todos nos escondimos, miramos eso y todos nos escondimos. Se esconde uno, se mete a sus casas”, relató un habitante de El Pozo.
Imágenes captadas por los propios lugareños circularon en redes sociales, dando cuenta de la violencia que se vivía en tiempo real. Una de las primeras agresiones fue contra el arco de bienvenida a El Pozo, el cual recibió múltiples impactos de bala y quedó parcialmente dañado. A pocos metros de este punto también se reportaron detonaciones de artefactos explosivos de fabricación casera.
De manera preliminar, se confirmó un ataque armado a una pequeña hacienda ubicada en una zona más adentrada del poblado. La agresión derivó en una persecución que culminó con el hallazgo de una camioneta blanca con blindaje artesanal, incendiada y abandonada a un costado de la carretera, donde también quedaron esparcidos neumáticos y restos de autopartes.
Ante la gravedad de los hechos, elementos del Ejército, Guardia Nacional y Marinaarribaron a la zona tras las denuncias de los pobladores. También se desplegaron aviones Texans II de reconocimiento artillado, como parte de la estrategia de disuasión implementada por la Fuerza Aérea Mexicana.
Al ingresar los medios de comunicación al poblado, se constató un ambiente de desolación. Las calles lucían vacías y las casas permanecían cerradas; el miedo aún persistía entre los residentes. Mientras los pobladores insisten en que los enfrentamientos continúan en algunas zonas, las autoridades aseguran que la situación está bajo control.
Esta nota se publicó originalmente en Noroeste.
Con información de: Animal político.