Hace un año, María Elena Álvarez-Buylla, titular del entonces Conahcyt, propuso a Maira Rubí Segura Campos como directora del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), pese a que obtuvo las peores calificaciones entre los aspirantes.
Desde su nombramiento surgieron dudas y sospechas, pues se trataba de un perfil ajeno a la institución. Así, frente al silencio de las autoridades, trabajadores del centro público echaron mano de su derecho al acceso de la información pública y confirmaron que a pesar de que Segura Campos obtuvo la peor evaluación, Álvarez-Buylla la impulsó para el dirigir el CICY.
Con el cambio de gobierno y la transformación del Conahcyt a Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), trabajadores del centro de investigación solicitaron a Rosaura Ruiz, titular de la dependencia, que revise la situación y el nombramiento de la académica, así como las condiciones de trabajo e investigación en el CICY pues, afirman, cada vez son más precarias a causa de la deficiente conducción del centro.
“Cuando la doctora (Claudia) Sheinbaum anuncia que se va a cambiar el Conahcyt y ya no va a ser un consejo, sino una secretaría, nosotros lo vimos como una forma de hacer a un lado todas las tonterías que hizo María Elena (Álvarez-Buylla) durante su gestión”, comparte uno de los trabajadores del CICY, quien por miedo a represalias en su trabajo pidió resguardar su nombre.
El caso del CICY no es aislado, pues durante su gestión frente al extinto Conahcyt, Álvarez-Buylla impulsó a directores en los centros de investigación pública que no fueron bien aceptados entre la comunidad.
El caso más sonado fue el de José Antonio Romero Tellaeche al frente del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en noviembre de 2021, lo que llevó a suspensión de labores en el centro de investigación, así como distintas protestas y manifestaciones.
En diciembre pasado, mientras Conahcyt cambiaba a Secihti, Rosaura Ruiz, sucesora de Álvarez-Buylla, removió a Octavio Gaspar Ramírez como director general del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ).
El funcionario había sido nombrado por Álvarez-Buylla en julio de 2024 y su nombramiento era vigente hasta el 29 de julio de 2027.
“Supimos que allá hubo una pequeña revolución (por el nombramiento) porque era amigo de María Elena (…) y que la secretaría (Rosaura Ruiz) mandó a un grupo de personas a revisar y como resultado lo quitaron y nombraron a una investigadora de renombre del CIATEJ”, detalla el investigador.
Para elegir a los titulares de los centros públicos de investigación dependientes de la Secihti es necesario organizar comisiones de auscultación interna y externa para recabar información sobre los candidatos.
En estas comisiones se evalúa su experiencia desempeñando cargos de alto nivel y sus planes de trabajo. Posteriormente la persona titular de la Secihti los entrevista.
“Aunque el procedimiento siguió los pasos, el sentimiento general por parte del personal del CICY fue que su voz no había sido escuchada ni tomada en cuenta y que, cuanto menos, era extraño que una investigadora adscrita a otra institución -la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY)- que tiene poca experiencia con respecto a los intersticios administrativos y normativos del Centro, ahora fuera directora general de este”, dice otra trabajadora del centro de investigación.
En ese momento la comunidad consideró que no había mucho qué hacer y que debían seguir con su trabajo cotidiano, sin embargo, en la búsqueda de respuestas, decidieron echar mano a la Ley de Transparencia.
No fue fácil y se requirió de tiempo y paciencia porque el entonces Conahcyt se negó a entregar la información.
Tras inconformarse e interponer un recurso de revisión ante el hoy extinto INAI, la información les fue proporcionada: de entre cuatro aspirantes, Maira Rubí Segura Campos recibió la menor calificación en las tres áreas evaluadas.
Por ejemplo, en la evaluación de los cinco ejes de su programa de trabajo obtuvo un promedio de 7.9 mientras que Manuel Martínez Estévez -uno de los aspirantes con las mejores evaluaciones- obtuvo 8.6 de promedio.
En el apartado de experiencia académica y profesional, Maira Rubí Segura Campos también fue quien obtuvo la evaluación más baja entre los candidatos, al igual que en las cualidades personales en donde se evaluó el liderazgo, el comportamiento ético, la disciplina, el trabajo en equipo, la comunicación, transparencia, voluntad colectiva y el interés público
En sesión virtual para definir a la persona titular del CICY, los miembros de la comisión evaluadora recomendaron a dos perfiles: en primer lugar, a Manuel Martínez Estévez y en segundo a Maira Rubí Segura Campos.
“Esta comisión, considerando la compleja situación que atraviesa el CICY, manifiesta que, el Centro requiere una gran capacidad de negociación, empatía y un gran conocimiento de la institución mostradas por el Dr. Manuel Martínez Estévez, además del amplio respaldo de la comunidad manifestado en la auscultación interna. Asimismo, la Dra. Maira Rubí Segura ha mostrado independencia y presenta una perspectiva distinta ante los cambios necesarios que el CICY requiere”, señaló la comisión en sesión virtual.
Tras las entrevistas a los aspirantes, el presidente suplente de la comisión informó “que por instrucciones” de María Elena Álvarez- Buylla, entonces directora del Conahcyt, se presentaba “a consideración del Consejo Directivo la propuesta para designar a Maira Rubí Segura Campos como directora del Centro de Investigación Científica de Yucatán A.C. por un periodo de tres años a partir del 6 de junio de 2024 y hasta el 5 de junio de 2027”.
Ese consejo votó por unanimidad la propuesta enviada por Álvarez-Buylla.
Durante un año, y antes de conocer esta información, los trabajadores del CICY han visto cómo el centro de investigación decae mientras la dirección general mantiene las puertas cerradas cada vez que se ha buscado exponer las preocupaciones.
Es por ello que pidieron a la secretaria Rosaura Ruíz, titular de la Secihti, que atienda las problemáticas e irregularidades que, afirman, dejó a su paso la extitular del Conahcyt, María Elena Álvarez-Buylla.
“Muchos de nosotros financiamos la investigación de nuestros sueldos porque al no haber material en los laboratorios no puedes darte el lujo de tirar al bote de la basura todo lo que has trabajado los 3 años”, reprueba el trabajador.
“Me da un poco de pena ajena porque antes la institución era conocida y reconocida por el trabajo que hacemos – y que seguimos haciendo-, pero a contracorriente”, agrega.
Con información de Animal Político.