Hugo Aguilar, abogado oaxaqueño nacido en 1973 y defensor de los derechos de los pueblos originarios, será el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir del próximo 1 de septiembre, luego de obtener el mayor número de votos (5.3%) en las recientes elecciones populares para renovar a los ministros del máximo tribunal.
Con este resultado, Aguilar se convierte en el primer presidente de la Corte electo por sufragio, en un proceso que marcó un giro histórico en la forma en que se eligen los jueces en México.
Este cambio forma parte de la reforma impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, que fue respaldada y consolidada por la actual presidenta, Claudia Sheinbaum.
Esto significa que Hugo Aguilar presidirá la SCJN durante los primeros dos años de su mandato como ministro, es decir, de septiembre de 2025 a septiembre de 2027. Posteriormente, otro integrante del tribunal (quien haya sido el segundo más votado en la elección) asumirá la presidencia.
La próxima Suprema Corte estará integrada por nueve ministros (cuatro hombres y cinco mujeres), en lugar de los once actuales. Esta reducción obedece también a la reforma judicial, que busca una Corte más representativa, austera y menos burocrática.
Tras su victoria, Aguilar aseguró que no usará la tradicional toga negra, sino vestimenta ceremonial indígena, como un símbolo de la nueva etapa que busca imprimir al Poder Judicial: una “justicia pluricultural, cercana a la gente y con enfoque comunitario”.
Además de su trayectoria como asesor jurídico del EZLN en los años 90 y su trabajo en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Aguilar ha sido clave en la reciente reforma constitucional que reconoce los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos.
Aunque no tiene experiencia como juez ni militancia partidista, Aguilar representa un cambio profundo en la justicia mexicana. Con su llegada, se abre una etapa inédita en la SCJN, en la que la ciudadanía participa directamente en la elección de sus ministros y se busca corregir la histórica exclusión de los pueblos originarios en las altas esferas del poder.
“Ya nos toca”, proclamó durante su campaña, en la que usó redes sociales como principal herramienta para comunicar sus propuestas.
Con información de El Economista.