Frente a la caída de la construcción habitacional, la vivienda usada se consolida como motor clave para el crecimiento del crédito hipotecario en México; sin embargo, el aumento en la demanda ha tenido efectos en el precio.
Durante el primer trimestre del 2025, el valor de las propiedades de segunda mano adquiridas mediante financiamiento aumentó 8.3% a nivel nacional, según el Índice de Precios de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
Este crecimiento fue ligeramente superior al de la vivienda nueva, que registró un alza de 8%, lo que evidencia una necesidad creciente de inmuebles existentes.
En términos de participación de mercado, 62.5% de las operaciones de compraventa financiadas correspondieron a vivienda usada, frente a 37.5% de espacios nuevos.
Esta preferencia se debe a múltiples factores, tales como:
Sebastián Noguera, presidente y cofundador de la plataforma Tuhabi, indicó que el crédito hipotecario ha sido clave para facilitar el acceso a inmuebles bien ubicados y listos para habitar.
“La demanda por financiamiento para vivienda usada ha crecido significativamente, sobre todo en los segmentos de interés social y tradicional. En Tuhabi, vendimos viviendas a un precio promedio de 1.22 millones de pesos en el primer trimestre del 2025, por debajo del promedio nacional, lo que refleja nuestro compromiso con la vivienda asequible”, explicó.
A pesar de que la tasa hipotecaria promedio en el trimestre fue de 11.65%, la colocación de créditos se ha mantenido estable, según Tuhabi, lo que refleja la resiliencia del mercado y la fuerte demanda habitacional, especialmente entre quienes buscan adquirir su primera casa.
Noguera remarcó que estos compradores privilegian productos más flexibles y procesos digitales que simplifican la experiencia y reducen barreras tradicionales.
La digitalización del proceso hipotecario —con herramientas como avalúos digitales, precalificación en línea y firma electrónica— tiene el potencial de acelerar más este mercado, lo que hace al crédito más accesible para los hogares de ingresos medios.
Con este impulso, la vivienda usada no solo mantiene su atractivo, sino que se posiciona como un componente esencial en la expansión del mercado hipotecario en México, a pesar del incremento en los costos.
Con información de El Economista.