Aunque el peligro de aranceles bajó, México está sometido a que Trump y Washington no cambien las reglas de su guerra comercial de un día para otro.
La presidenta Claudia Sheinbaum explicó que luego de una llamada de 40 minutos lograron que las tarifas del 30 por ciento se postergaran al menos tres meses, algo que consideró un buen acuerdo, pero que sería parte de esa ‘espiral’.
Enrique Quntana, director editorial y vicepresidente de El Financiero Bloomberg, explicó en su columna de este fin de semana que es un hecho que México “ha jugado con habilidad” bajo el amparo del T-MEC, así como su disposición para cooperar en temas del interés de Trump como la migración, fentanilo y seguridad.
Con ello, México mantiene su posición como el principal proveedor en el mercado estadounidense en medio de una guerra comercial global, esto a través de una participación del 15 por ciento del total; sin embargo, “el costo de la victoria es alto”.
Según Enrique Quintana, “más que acuerdos estables, se ha instaurado una dinámica de negociación permanente con Trump. Cada concesión puede ser revisada, condicionada o retirada en cualquier momento."
Si bien es posible que luego de los tres meses de pausa a los aranceles, México deba negociar nuevamente con Estados Unidos, esto también es una oportunidad para el país, ya que tiene la posibilidad de atraer inversores que quieran posicionarse cerca de Estados Unidos.
Sin embargo, México sigue dependiendo de que "el clima político en Washington no cambie las reglas de un día para otro. Y con un Trump que convierte la política comercial en una moneda de cambio constante, la estabilidad es incierta".
Aunque bajen los aranceles, EU sigue siendo el ganador de la guerra comercial de Trump
A pesar de que los aranceles de Donald Trump fueron más bajos a los que prometió en semanas pasadas a nivel global, el impacto significa el golpe comercial más fuerte que Estados Unidos haya dado en casi un siglo, de acuerdo con Enrique Quintana.
Las tarifas impuestas son las más altas que Estados Unidos haya tenido desde 1930, algo que puede reconfigurar el mercado global en el corto plazo.
Además, una investigación de la Universidad de Yale indica que el promedio efectivo de los aranceles ha alcanzado el 18.6 por ciento, que son niveles no vistos desde la Gran Depresión de 1930 y que prevén un impacto del 2.3 por ciento en el aumento promedio de precios, es decir, una pérdida del poder adquisitivo de cerca de 3 mil 800 dólares respecto al año pasado. ElFinanciero