Lo que debía ser un vuelo sencillo terminó en momentos de tensión para los pasajeros del trayecto Mazatlán–Chihuahua. Primero, el avión presentó fallas técnicas en tierra y no encendía, lo que obligó a esperar más de una hora sin aire acondicionado mientras traían una planta externa.
Ya en el aire, al llegar a destino, el piloto abortó bruscamente el aterrizaje por un problema en la pista, lo que generó pánico entre los pasajeros. Aunque el vuelo concluyó sin daños, la experiencia dejó en evidencia la falta de mantenimiento en algunas aerolíneas y la preocupante situación operativa en ciertos aeropuertos.
“Cuando el avión no encendía nos dijeron que era normal, y cuando abortaron el aterrizaje también. La gente se reía de nervios, pero en el fondo todos estábamos asustados”, relató uno de los pasajeros.
En la más reciente reunión con Julio Berdegué, secretario de la SADER, donde estuvieron presentes representantes exportadores de ganado de Sonora, Durango y Coahuila, con el fin de trabajar en conjunto para gestionar el apoyo tanto de los gobiernos estatales como el Federal con créditos que permitan la reconversión del sector, por parte de Chihuahua ningún representante estuvo presente, aunque de hecho hay la especulación de que el presidente de la UGRCh, Álvaro Bustillos, ni siquiera fue invitado.
Con la frontera cerrada a la exportación a EU, los productores están prácticamente obligados a vender a precios de remate, debido a la falta de defensa institucional, lo cual es un golpe directo al bolsillo para miles de familias.
Lo anterior, al parecer, es aprovechado por algunos empresarios, quienes capitalizan la crisis al favorecer el envío de carne procesada al utilizar la entrada de ganado proveniente de Nicaragua para abaratar el nacional.