El empresario ganadero y dueño del rancho ‘El Ojo’, en Durango, Bildo Saravia, pidió a las autoridades federales la suspensión inmediata y total de la importación de ganado bovino en pie proveniente de Centroamérica, como medida para enfrentar la emergencia sanitaria por el gusano barrenador.
Saravia afirmó en entrevista para Aristegui En Vivo que los pequeños productores y empresarios del norte del país se están viendo “confrontados ante una realidad que no tenía precedente histórico”, a raíz de “la reaparición del gusano barrenador y lo enérgico del Gobierno de los Estados Unidos al cerrar la frontera norte”.
Tenemos una crisis económica, tenemos un abandono. Sentimos que estamos solos ante una emergencia, una emergencia que no es del norte, es de México.
Saravia explicó que los empresarios ganaderos no quieren un conflicto con las autoridades mexicanas, únicamente buscan trabajar en equipo para enfrentar la crisis.
“La suspensión inmediata y total de la importación de ganado bovino en pie no es porque tengamos la nefasta idea de querer cerrar la frontera”, aseguró. No obstante, señaló que el ganado centroamericano ilegal ahora compite con los productores del sur.
“Me atrevo a decir que quedan muy pocos ganaderos vaca-becerro en los estados de Sinaloa, Zacatecas, Tabasco, porque cada día es más difícil tener la capacidad de ser rentables. Esto lo provoca una sobre oferta de ganado de dudosa procedencia que no cumple con los mismos estándares sanitarios y ponen una gran presión en el pequeño productor“.
El empresario aseguró que la plaga del gusano barrenador se había erradicado en 1991. Sin embargo, denunció que en el sexenio pasado se dejaron de hacer las inversiones necesarias en las instituciones que garantizaban los controles de sanidad.
“Ahora lo que tenemos que hacer es apretar y establecer un operativo de emergencia real en los puntos de ingreso al centro y norte del país. Que el gobierno federal asuma su obligación de velar por los intereses de todos los sectores productores del país”, declaró.
El empresario señaló que “hablar de soberanía es cuidar al pequeño productor, es cuidar a quien pone los alimentos en nuestra mesa, es cuidar al empresario que más arriesga, que es más vulnerable por el clima, por la incertidumbre de los mercados”.
El ganadero sostuvo que es lo más importante implementar una estrategia de comunicación y acción con el gobierno de los Estados Unidos.
Claramente, esto no es un tema de Centroamérica, esto es un tema de Norteamérica. Los Estados Unidos son un gran socio, son un gran aliado… […] Nosotros hablamos con los rancheros de Texas, de Arizona, de Montana. Estamos con ellos, ellos están con nosotros.
Aseguró que los empresarios mexicanos no les reclaman a los estadounidenses por pedir a su gobierno el cierre de la frontera, dado que ellos están protegiendo sus intereses y su ganado.
Aquí les estamos pidiendo que ellos nos apoyen a nosotros para que nuestro gobierno nos escuche. Que le ponga presión el gobierno americano para que el gobierno mexicano tome mejores decisiones.
Sobre el cierre a las importaciones, reiteró que la medida debe aplicarse a todo el ganado proveniente de Centroamérica. “Yo creo que el primer paso tiene que ser contundente y es el cierre a las importaciones de ganado en pie.. el cierre total de lo ilegal y de lo legal”.
Señaló que actualmente “hay un millón y medio de cabezas de ganado que están parados” y que, de no estabilizarse el mercado, la situación se complicará en los próximos meses.
“Estados Unidos está hablando de 3 a 5 años, pero el gobierno mexicano dice que 30 días. No nos están diciendo las cosas como son”, denunció.
Saravia hizo un llamado a la presidenta de la República: “Si usted reconoce lo que nosotros tenemos para aportarle a este país, podemos hacer un gran equipo, podemos saber trabajar juntos, pero hay que atender los problemas de causa. En el rancho decimos: hay que entrarle por los cuernos”.
¿Cuál es la petición que hacen al SADER, SENASICA y a la presidencia de la república?
– Suspensión INMEDIATA y TOTAL de la importación de ganado bovino en pie de Centroamérica, especialmente de Nicaragua, mientras la plaga del gusano barrenador represente una amenaza activa y la frontera con Estados Unidos se mantenga cerrada a nuestras exportaciones. Es hora de blindar a México.
–Establecer un operativo de emergencia real en los puntos de ingreso al centro y norte del país, exigiendo la “Constancia de Tratamiento contra GBG” y supervisando estrictamente cada animal que se moviliza desde las zonas afectadas, impidiendo su paso hacia el norte hasta que la tendencia de la plaga se revierta de norte a sur.
–Que el Gobierno Federal asuma su obligación de velar por los intereses de todos los sectores productivos de México. En lugar de debilitar al campo con importaciones de riesgo, es su deber estratégico y social, empoderar a los estados, fortalecer sus capacidades y preparar a la ganadería nacional para competir y enfrentar los retos sanitarios del mundo como una sola nación soberana.
–Crear un fondo de apoyo y un convenio temporal entre engordas nacionales y productores de exportación para comercializar a un precio de consenso y mutuo acuerdo para el ganado varado en el norte del país, mitigando las pérdidas millonarias.
–Reforzar con un presupuesto multianual suficiente al SENASICA y a los comités estatales, otorgando facultades a los oficiales locales para realizar actos de autoridad y fortalecer los Puntos de Verificación e Inspección. Proteger nuestro estatus sanitario no es un gasto, es una inversión.
–Generar una herramienta de información para los productores y la sociedad en general que se actualice diariamente con información clara y precisa sobre la emergencia sanitaria.
–Empezar un monitoreo en UMAS y ANPs para determinar la presencia en vida silvestre como Venados del Gusano Barrenador, para conocer la prevalencia de infección, probabilidad de dispersión y establecer protocolos de atención.
–Generar una estrategia de comunicación y acción con el Gobierno de los Estados Unidos, para juntos entre sus dependencias y asociaciones civiles para socializar una estrategia de unidad que refuerce la seguridad sanitaria y social en una de las regiones más productivas del mundo, Norteamérica, esto generará estabilidad y desarrollo para ambas naciones.
–Proteger nuestro estatus sanitario, la economía de miles de familias y la salud de todos los mexicanos no es una opción, es una obligación.
Con información de: Aristegui Noticias.