La elección de jueces ya se realizó, sólo falta la elección.
La justicia es un principio fundamental que busca la equidad y el equilibrio en las relaciones humanas; en escancia se trata de dar a cada uno lo que le corresponde, sea en términos de derechos, deberes, recompensas o castigos. Este principio fundamental está en riesgo de ser eliminado en México, con la elección de jueces que carecen de conocimientos técnicos, experiencia y capacitación, la inteligencia emocional, libertad e independencia para emitir fallos que al final impactan vidas humanas.
Como todas las instituciones, el poder judicial federal y el de los estados requería modificaciones, autocorrección de procesos y gestión, incorporación de nuevas tecnologías, dotarlo de suficientes recursos para gestionar una justicia efectiva y sobre todo eliminar prácticas de nepotismo y corrupción de algunos juzgadores, pero siempre buscando el equilibrio en las relaciones humanas. El inédito procedimiento establecido para elegir jueces mediante “votación popular”, conforme avanza el proceso deja ver la complejidad para que verdaderamente sea un ejercicio democrático con candidatos que por lo menos garanticen contar con conocimientos y experiencia mínimos para impartir justicia.
Las reglas, limitación de recursos, complejidad para votar, falta de transparencia en los conteos de voto, limitan las posibilidades de contendientes no vinculados a gobiernos y/o partidos, que al final serán sus estructuras quienes realicen movilizaciones a favor de los candidatos que ellos ya eligieron de antemano, con ello la independencia de sus sentencias siempre estarán en duda; en el ámbito federal los medios de comunicación en sus columnas de análisis y política dan cuenta de ello y a nivel local ya empiezan a mencionarse los favoritos de gobierno estatal, donde se perciben desde ya, intereses políticos y de grupos empoderados y desde luego lazos familiares de candidatos con personajes en funciones de poder en el actual gobierno.
La decisión de un juez impacta vidas, porque de sus sentencias dependen la libertad o perdida de ella de una persona, de su patrimonio y de su familia, el de un sano desarrollo emocional de infantes, la convivencia de padres con sus hijos, cuando exista conflicto entre las parejas, o la ausencia de alguno de ellos, determinación de pensiones justas, la salvaguarda de propiedad social, el acceso a la salud que es negada con frecuencia por las instituciones de salud del estado, derechos al agua, cuidado y reparación del medio ambiente.
Existen procesos mercantiles y civiles con alto grado de complejidad, que requieren de la aplicación de diversos ordenamientos legales y jurisprudencias de enorme complejidad, que va desde el análisis de contratos elaborados con complejas ingenierías, que involucran fideicomisos, instituciones financieras, temas societarios, laborales y juicios sucesorios, que requieren de sentencias efectivas impuestas por jueces altamente calificados técnicamente, con independencia judicial e inteligencia emocional, que disminuya la posibilidad de sentencias apartadas del derecho por la influencia que ejerzan fuerzas gubernamentales y políticas.
Previendo una baja votación y falta de transparencia en el conteo de votos, solo queda una posibilidad para evitar la total debacle del sistema de impartición de justicia, acudir a votar a favor de jueces que cuenten con conocimientos técnicos, capacitación probada y experiencia, que además cuenten con una hoja de servicios sin observaciones en su desempeño judicial.
La democracia en México, nunca como hoy ha estado en tanto riesgo; el ejecutivo federal y en los estados, controlan sus congresos, los organismos “autónomos”, las universidades públicas, pronto controlaran el poder judicial y ya empezaron a buscar como apoderarse de los medios de comunicación, ¡¡¡ya lo hacen de algunos!!!, de no actuar los ciudadanos estaremos viviendo una autocracia absoluta y más adelante el totalitarismo que representara la absoluta perdida de la libertad de los mexicanos. Así las cosas
Lic. Ricardo Rodríguez Lugo. M.A.
30 de abril de 2025