AP.- Estados Unidos capturó a sobrevivientes de un ataque militar realizado el jueves contra una embarcación que, al parecer, transportaba drogas en el Caribe, por primera vez desde que el presidente Donald Trump comenzó a lanzar ofensivas en la región el mes pasado, dijeron el viernes un funcionario de defensa y otra persona familiarizada con el asunto.
Trump confirmó posteriormente el ataque.
"Atacamos un submarino, y era un submarino que transportaba drogas, construido específicamente para el transporte de grandes cantidades de drogas", dijo Trump cuando recibía a su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski en la Casa Blanca.
El secretario de Estado, Marco Rubio, no negó que hubo sobrevivientes, pero dijo repetidamente que los detalles se darán a conocer más adelante.
El ataque del jueves eleva al menos a 28 el número de muertos por las acciones militares del gobierno estadounidense contra embarcaciones en la región.
Se cree que es al menos el sexto ataque en las aguas frente a Venezuela desde principios de septiembre, y el primero en el que hubo sobrevivientes que fueron recogidos por el Ejército estadounidense. Hasta el momento, se ignora qué se hará con los sobrevivientes, que, según las fuentes, estaban retenidos en un buque de la Marina estadounidense.
Ambas personas confirmaron el ataque y la captura de los sobrevivientes bajo la condición de anonimato porque aún no ha sido reconocido públicamente por el gobierno de Trump.
Trump justificó los ataques afirmando que Estados Unidos se encuentra en un “conflicto armado” con los cárteles de la droga, basándose en la misma autoridad legal utilizada por el gobierno de Bush cuando declaró la guerra al terrorismo después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Eso incluye la capacidad de capturar y detener combatientes y usar fuerza letal para eliminar a sus líderes.
Algunos expertos legales han cuestionado la legalidad del enfoque. El uso de fuerza militar abrumadora por parte del presidente para combatir a los cárteles, junto con su autorización de emprender acciones encubiertas dentro de Venezuela, posiblemente para derrocar al presidente Nicolás Maduro, pone a prueba los límites del derecho internacional, según los expertos legales.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha sido uno de los más críticos de la región en cuanto a los ataques y el viernes volvió a plantear la probabilidad de que entre las embarcaciones atacadas hubiera a bordo colombianos, sin mostrar pruebas. Pidió estar alerta sobre el paradero de dos jóvenes que no aparecen en una ciudad del Caribe colombiano e indicó que, de comprobarse su hipótesis, está dispuesto a denunciar a funcionarios estadounidenses para que sean juzgados en Colombia.
El viernes, Trump pareció confirmar reportes de que Maduro ha ofrecido una participación en el petróleo y otros recursos minerales de Venezuela en los últimos meses, con la intención de contrarrestar la creciente presión de Estados Unidos. La semana pasada, el diario New York Times fue el primer medio en reportar esa iniciativa del gobierno de Maduro.
Funcionarios del gobierno venezolano también han planteado un plan según el cual Maduro eventualmente dejará el cargo, de acuerdo con un exfuncionario del gobierno de Trump. Ese plan también fue rechazado por la Casa Blanca, publicó la AP.
“Lo ha ofrecido todo”, dijo Trump en un intercambio con periodistas al comienzo de su reunión con Zelenskyy. ”¿Saben por qué? Porque no quiere joder con Estados Unidos”.
Para los sobrevivientes del ataque del jueves, la saga está lejos de terminar. Ahora enfrentan un futuro y un panorama legal inciertos, incluyendo cuestionamientos sobre si se les considera prisioneros de guerra o acusados en un caso penal. La Casa Blanca no comentó sobre el ataque.
Los ataques en el Caribe han causado inquietud entre demócratas y republicanos en el Capitolio, y algunos de estos últimos afirman que no han recibido suficiente información sobre cómo se llevan a cabo dichas ofensivas.
Una sesión informativa clasificada efectuada a principios de este mes para los senadores del Comité de Servicios Armados del Senado no contó con la participación de representantes de agencias de inteligencia o de la estructura de mando militar para América del Sur y Centroamérica.
Sin embargo, la mayoría de los republicanos del Senado respaldaron al gobierno la semana pasada, cuando se presentó una votación sobre una Resolución de Poderes de Guerra, que habría exigido que el gobierno obtuviera la aprobación del Congreso antes de realizar más ataques.
Su disposición a respaldar al gobierno será puesta a prueba nuevamente. El senador demócrata de Virginia, Tim Kaine, junto con su homólogo demócrata de California, Adam Schiff y Rand Paul, senador republicano de Kentucky, han presentado otra resolución que impedirá que Trump ataque directamente a Venezuela sin autorización del Congreso.
Con información de: LatinUs.