Washington D.C., 29/04/25 (Más).- En los primeros 100 días de su segundo mandato, el presidente Donald Trump ha transformado drásticamente el panorama político, económico y social de Estados Unidos, desplegando un poder presidencial sin precedentes en la historia reciente del país.
Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha ejecutado una serie de acciones a través de decretos ejecutivos, anuncios en redes sociales y decisiones administrativas, alcanzando casi todos los aspectos de la vida estadounidense.
Para sus partidarios, esta estrategia de conmoción y pavor representa el cumplimiento de sus promesas de campaña. Para sus críticos, significa un grave daño institucional y una extralimitación del poder ejecutivo.
Uno de los episodios más controvertidos fue la declaración del vicepresidente JD Vance: “Los jueces no pueden controlar el poder legítimo del Ejecutivo”, realizada en la red social X. Esta afirmación desafió el principio constitucional de equilibrio entre poderes. Aunque los tribunales han bloqueado más de 100 acciones presidenciales por considerarlas inconstitucionales, el gobierno de Trump ha persistido en su intento de fortalecer la autoridad ejecutiva.
En el ámbito migratorio, Trump implementó medidas de deportación que incluyeron el envío de más de 200 venezolanos a una prisión en El Salvador bajo amplios poderes de tiempos de guerra, sin procesos judiciales previos. El juez J. Harvie Wilkinson, designado por un republicano, escribió que ahora las ramas están demasiado cerca de chocar irrevocablemente entre sí en un conflicto que promete debilitarlas a ambas.
El empresario Elon Musk, nombrado responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha liderado una drástica reducción del tamaño del gobierno federal. Musk, quien recibió una motosierra simbólica de manos del presidente argentino Javier Milei, ha impulsado la eliminación de decenas de agencias, incluyendo el virtual cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En el ámbito económico, el denominado Día de la Liberación de Trump, el 2 de abril, marcó el anuncio de aranceles generalizados que provocaron una fuerte caída en los mercados bursátiles. El índice S&P500 se desplomó, y las tasas de interés subieron. Aunque los partidarios de Trump celebraron su política de fortalecimiento industrial, economistas y la Reserva Federal advirtieron sobre el riesgo de recesión.
En cuanto a la inmigración, Trump reforzó su postura con medidas estrictas que redujeron los cruces fronterizos a su nivel más bajo en más de cuatro años. Sin embargo, defensores de los derechos civiles denunciaron deportaciones sin debido proceso y la persecución de estudiantes extranjeros vinculados a protestas propalestinas.
El mundo académico también ha sido un objetivo de la administración Trump. La Universidad de Harvard presentó una demanda contra la Casa Blanca por la congelación de fondos federales, mientras otras instituciones, como Columbia, accedieron a cambiar sus políticas ante presiones gubernamentales.
En el sector corporativo y mediático, la Casa Blanca utilizó el acceso a contratos federales como instrumento de presión para modificar prácticas de diversidad y representación política. Medios como ABC News y CBS se han visto envueltos en litigios y negociaciones con la administración Trump.
Las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) han sido otro objetivo de recorte. Trump ordenó el fin de programas federales relacionados con DEI, medida que ha tenido efectos colaterales como la eliminación de referencias históricas a militares afroestadounidenses en el Cementerio Nacional de Arlington.
Estos primeros 100 días representan un despliegue de fuerza política que tomará años revertir si futuros presidentes lo intentan. Sin respaldo legislativo permanente, muchas de las reformas de Trump podrían ser anuladas. Las elecciones de mitad de período y los fallos de la Corte Suprema serán cruciales para definir el alcance duradero de su agenda.
El segundo mandato de Donald Trump se caracteriza por un ejercicio intensivo de poder presidencial, cuyos efectos se extienden sobre las instituciones democráticas, la economía, las relaciones internacionales y la sociedad.
Con información de: Massonformación.