CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- El Senado de la República, en sesión solemne, develó en letras doradas el nombre de Ifigenia Martínez en el Muro de Honor de la Cámara alta, por su amplia trayectoria académica, política y social.
Durante el evento estuvieron presentes familiares y amigos de la exlegisladora, que falleció el pasado 6 de octubre, siendo presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Durante las participaciones, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, afirmó que Ifigenia Martínez se abrió, en un mundo de hombres, un camino por mérito propio y contribuyó a la apertura hacia la democratización del país.
“Las acciones afirmativas en favor de las mujeres han sido muy importantes, pero como aquí se ha dicho, Ifigenia Martínez Hernández, en un mundo de hombres se abrió camino por mérito propio. Tuvo responsabilidades muy importantes y fue pionera, como aquí también se ha dicho, en muchos sentidos.
“Pero ella se jugó su presente y su futuro cuando se jugaba la vida misma, inclusive por la transformación del país, a finales de los ochenta, cuando en la Corriente Democrática del PRI, junto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo, formó el núcleo duro de ese importantísimo momento de quiebre que, junto con la izquierda mexicana, contribuyó a la apertura hacia la democratización del país”, expresó.
La senadora de Morena, Olga Patricia Sosa, promovente de la inscripción, asentó que inmortalizar el nombre de Ifigenia Martínez Hernández corresponde a un acto de profunda justicia histórica y reconocimiento público a una de las grandes arquitectas de la transformación democrática.
Por su parte, Karla Rojas Navarrete, nieta de Ifigenia Martínez, aseguró que su abuela era una mujer de Estado en el sentido más profundo de la palabra y fue un ejemplo claro de vocación de servicios.
“Hablar de mi abuela, una orgullosa mujer mexicana, es hablar de una vida entera dedicada al servicio público, una mujer de lucha, siempre preocupada por temas fundamentales como la justicia social, la desigualdad económica, el crecimiento del país, la educación universal, la equidad, entre muchas otras causas.
“Efigenia Martínez fue un ejemplo claro de profunda vocación de servicio, una vida motivada no por la búsqueda de reconocimientos, sino por la convicción de que México merece instituciones fuertes y democráticas, educación de calidad y oportunidades dignas para todas y todos.
Con información de: Proceso.