En la agenda pública de nuestro país existe un tema de máximo interés por las amplias implicaciones que tiene para el desarrollo social y económico de nuestro país: el proyecto para expedir Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el cual causó revuelo, entre otra cuestiones, por su artículo 109, el cual dice que “Las autoridades competentes podrán solicitar la colaboración de la agencia (ATDT) para bloquear temporalmente una plataforma digital, en los casos en que sea procedente por incumplimiento de disposiciones u obligaciones previstas en las respectivas normativas que les sean aplicables”.
Esta propuesta encendió las alarmas desde las cámaras de la de la radio y televisión, pero también tú y yo todos los que usamos redes sociales, y pues en estos tiempos de polarización la libertad de expresión no sólo es una garantía constitucional, es un termómetro democrático porque lo que se dice y lo que se calla habla tanto de las personas como de las sociedades que hablamos, que nos expresamos; ante ello, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, manifestó que dicha redacción podía modificarse, e incluso eliminarse para evitar algún tipo de censura.
Algunas y algunos legisladores tenían prisa por aprobar este proyecto de forma inmediata, pero nunca deben olvidar la responsabilidad que tienen, pues es su deber conocer a fondo las modificaciones y, sobre todo, sus alcances e implicaciones en los diversos sectores del país.
La libertad de expresión siempre debe ser defendida como un principio irrenunciable, se trata no sólo del periodismo —aunque en esta profesión sea más visible—, se trata también de nosotros, de ciudadanas y ciudadanos que tenemos derecho a opinar, cuestionar, denunciar, y sin miedo a represalias ni censura.
La presidenta de la República dijo que se va a revisar este artículo, y espero en general todo lo que haya causado revuelo; se va a abrir un periodo de debate donde estén todos los involucrados: cámaras, concesionarios, dueños de plataformas, y confío que también tengan voz los sectores de la sociedad.
¿Cómo lo harán? Espero que se realice mediante ejercicios de parlamento abierto para abrir esto al debate, sin prisas, y si esto tiene que ser llevado a un periodo extraordinario, que así sea.
La nueva ley de telecomunicaciones debe de revisarse con lupa. Ojalá de verdad los legisladores lean con lupa esto y no sólo levanten la mano. Queremos seguir confiando en que esta ley no será una ley censura ni una ley mordaza, un atentado a la libertad expresión, la cual es un derecho humano que se conmemora este 3 de mayo.
Las y los mexicanos merecemos normas y leyes que respondan a los nuevos tiempos que vivimos, pero sin transgredir la división de poderes ni el piso parejo que hemos logrado hasta el momento. Construyamos con consciencia y conocimiento.
Con información de proceso.com.mx