CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El cardenal Robert Prevost se convirtió en el primer estadunidense en ser elegido papa. Como pontífice, escogió el nombre de León XIV, lo que no es un hecho casual, sino que se interpreta como una señal de que pretende continuar con el legado de otros que han llevado ese nombre.
El cambio de nombre de los papas es una tradición milenaria en la Iglesia Católica, aunque no siempre fue así. Por más de 500 años, los papas usaron sus nombres propios, pero cambiar de nombre se volvió parte del proceso en la Alta Edad Media, que abarca del siglo V al siglo X.
El papa Juan II, líder de la Iglesia en 533 d.C., comenzó la tradición cuando decidió abandonar el nombre Mercurius, por su similitud con el nombre del dios romano Mercurio.
Sin embargo, la práctica se consolidó después del siglo X, hace aproximadamente mil años. Desde entonces, muy pocos papas han mantenido sus nombres de bautismo, como Marcelo II y Adriano VI, quienes sirvieron como jefes de la iglesia en el siglo XVI.
A lo largo de los años, los papas han elegido los nombres de sus predecesores por respeto o admiración y para indicar que se proponen seguir sus pasos. Por ejemplo, el papa Francisco eligió su nombre papal para honrar a San Francisco de Asís, un santo conocido por su amor a la naturaleza, así como su cuidado por los pobres.
Cabe destacar que la elección de Francisco fue poco común porque habían pasado cerca de mil 100 años desde el último papa con un nombre único, de acuerdo con Liam Temple, profesor en el Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Durham, entrevistado por CNN Mundo.
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Prevost, de ascendencia española, ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en 1977 e hizo sus votos solemnes en 1981.
Antes de llegar al Vaticano realizó numerosas misiones en Perú, por lo que obtuvo la nacionalidad peruana, y es reconocido por su trabajo con comunidades marginadas.
El papa todavía no ha profundizado sobre la elección de su nombre, es uno de los más utilizados por pontífices. El primero fue el papa León I, pontífice entre los años 440 y 461 d.C., de acuerdo con la BBC Mundo.
En el pasado reciente, el papa León XIII fue el último en elegir ese nombre. Su nombre de bautismo era Vincenzo Gioacchino Pecci, y fue elegido en 1878. Dirigió la Iglesia católica hasta su muerte en 1903.
Léon XIII publicó una encíclica llamada "Rerum Novarum", expresión latina que significa "De cosas nuevas", en la que abordó temas como los derechos de los trabajadores y la justicia social, con lo que fue el primer papa en destacar la importancia de las luchas sociales de los trabajadores.
Por ello, la elección del nombre podría ser un indicio de que el actual papa desea continuar con un legado reformista, de acuerdo con Veronique Lecaros, jefa del departamento de Teología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, entrevistada por BBC Mundo.
El nombre más elegido por los papas ha sido Juan, en 21 casos. En segundo lugar, el nombre de Gregorio, con 16 papas; y en tercero Benedicto, con 15.
A continuación, contando al nuevo papa, se colocan el nombre de León, y el nombre de Clemente, que ha sido elegidos 14 veces. Los otros nombres que figuran entre los primero 10 con más popularidad son: Inocencio; Pío; Esteban; Bonifacio y Urbano.
Aunque en estricto sentido no está prohibido, no se elige el nombre de Pedro, pues así fue llamado San Pedro Apóstol, el primer papa. CNN apuntó a que la razón por la que no se elige ese nombre es a que existe una profecía según la cual Pedro II será el último papa en servir.
Con información de: Proceso.