Ciudad de México.– La crisis en el sector salud mexicano no sólo se mide en infraestructura o saturación de hospitales, también se refleja en los bolsillos vacíos del personal médico, cuyos salarios bajos y condiciones precarias han comenzado a vaciar las filas de especialistas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Así lo denunció Iliana “M.”, auxiliar de enfermería con más de 15 años de servicio en una Unidad de Medicina de Atención Ambulatoria (UMAA) del IMSS, quien, por seguridad, prefirió mantener el anonimato.
En entrevista telefónica con Siete24 Noticias, reveló que la institución enfrenta una fuga de talento médico debido a la falta de incentivos económicos y a la desigualdad salarial.
“El IMSS se está quedando sin especialistas porque los salarios son malísimos. Dependiendo de la zona, hay médicos que ganan 7 mil pesos por quincena. Es insostenible”, lamentó Iliana.
El problema no sólo afecta a los especialistas. Iliana relató que incluso los médicos generales enfrentan pagos ínfimos por consulta, mientras deben tolerar condiciones laborales que rozan el maltrato.
“Un médico gana 20 o 30 pesos por consulta y debe aguantar todo. ¿Cómo se valora así su tiempo, su vida? Hay residentes que trabajan 80 horas a la semana por un sueldo bajísimo”, cuestionó.
Según la trabajadora del IMSS, la diferencia entre el ingreso de un profesional de la salud y de otros sectores no especializados se ha reducido, especialmente desde los aumentos generales al salario mínimo.
“La brecha salarial es mínima. A mí, como auxiliar, me pagan 8 mil pesos a la quincena. Una enfermera general gana 10 mil. Nos aumentan 2% o 3% al año, cuando el salario mínimo ha subido hasta 50%”, explicó.
Un informe reciente publicado por Siete24 Noticias —Radiografía del colapso emocional entre médicos residentes— expone que esta crisis no es aislada.
Los médicos residentes, quienes trabajan jornadas extenuantes, han denunciado en múltiples ocasiones las pésimas condiciones laborales, e incluso se han registrado casos de suicidio vinculados al agotamiento emocional y físico.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud y el IMSS, el salario promedio de un médico residente en México ronda los 10 mil pesos mensuales, mientras que la carga horaria supera las 70 horas semanales.
En comparación, médicos en países como Chile o España perciben entre tres y cinco veces más, con condiciones laborales dignas.
Iliana, quien dejó trunca la carrera de Medicina y se tituló como odontóloga, optó por continuar en el IMSS como auxiliar de enfermería. Hoy, cuestiona si valió la pena.
“Uno estudia y se forma pensando que habrá una recompensa. Pero en salud pública en México, la vocación se paga con explotación”, sentenció.
El personal de enfermería tampoco escapa a esta realidad. Las auxiliares, como Iliana, suelen ser las primeras en entrar y las últimas en salir, con tareas pesadas y escaso reconocimiento.
“Hacemos trabajo físico, emocional y muchas veces administrativo. Pero el salario no refleja el esfuerzo. No es justo”, dijo la entrevistada.
En un contexto donde el sistema de salud busca fortalecerse, voces como la de Iliana revelan una fractura profunda. La carencia de especialistas no sólo responde a la formación académica limitada, sino a un modelo laboral que no incentiva quedarse.
El abandono del personal médico por cuestiones económicas y salariales podría costarle caro al sistema nacional de salud.
Si los jóvenes no ven futuro en la medicina pública y si los médicos en formación migran hacia el sector privado o incluso a otros países, el IMSS y otras instituciones se quedarán sin el personal necesario para garantizar el derecho a la salud.
“¿Cómo quieren que haya médicos si no los valoran? La gente cree que el problema es la falta de plazas, pero no. El verdadero problema es que nadie quiere trabajar por salarios así”, concluyó Iliana.
Con información de: Siete24.