CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Las ejecuciones de Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, dos colaboradores de alto perfil de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, dan cuenta de características propias de violencia política, afirma el director del Seminario de Violencia y Paz, del Colegio de México (Colmex), Rodrigo Peña.
Sociólogo especializado en gobernanza criminal, advierte que el impacto del doble homicidio, además de estremecer a la administración local, desnuda el carácter político de la actividad criminal en la capital mexicana. Se trata de un acto con carga simbólica.
A las 6:30 horas del 20 de mayo último, Guzmán Cuevas y Muñoz Vega fueron asesinados a quemarropa cerca de la entrada a la estación Xola del Metro, sobre calzada de Tlalpan en la alcaldía Benito Juárez.
Respecto del atentado, Peña considera que es representativo de una mimetización entre la violencia criminal y política; es decir, la manera con la cual las organizaciones delictivas asumen lógicas propias del ámbito político para enviar mensajes de poder.
En su análisis, el hecho cumple con una serie de características, tiene discurso y descansa en el performance:
En este caso, quiénes son las víctimas, cuál fue el modus operandi, el tipo de arma utilizada… sin duda es simbólico y creo que es representativo justamente de lo político de la violencia criminal. Estas redes sí involucran a grupos criminales, pero también a autoridades; estos vínculos entre lo legal y lo ilegal son constantes. En el caso de la Ciudad de México sí hay casos, pero son muy pocos en comparación con lo que vemos en otros escenarios del país.
Para el académico, llama la atención que el ataque ocurrió fuera de una coyuntura electoral, época en la que tradicionalmente se incrementa la violencia político-criminal.
También destaca que el objetivo no fueron operadores de seguridad ni fuerzas policiales, sino colaboradores cercanos al núcleo político del Gobierno de la Ciudad de México, un detalle que añade complejidad al análisis del caso.
Respecto de las políticas de seguridad actuales, observa más continuidad que ruptura con respecto de las implementadas durante la gestión como jefa de Gobierno de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum:
“Clara está siendo muy activa, pero no está tomando una política de la nada, la verdad es que Claudia sí tuvo una participación muy activa”.
–¿Existen antecedentes para pensar que se puede tratar de un mensaje de grupos criminales contra la actual administración?
–Están tomando algunas acciones que sí podríamos suponer que están despertando animadversión de grupos criminales, de pandillas, de grupos de interés que puedan acudir a la violencia criminal.
Operativos
El director del Seminario de Violencia y Paz esboza que el resentimiento de grupos criminales contra la jefa de Gobierno puede tener su origen en cierres de chelerías, decomisos, desmantelamientos o detenciones de líderes delincuenciales.
Por ejemplo, Peña subraya la captura de un presunto jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Israel “N”, aprehendido por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en coordinación con agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), el 15 de mayo último.
También recuerda que el 16 de mayo las autoridades detuvieron a 12 presuntos integrantes de una célula delictiva perteneciente a la Unión de Tepito.
–¿Cómo han cambiado las dinámicas del crimen organizado en la capital con la implementación de la actual estrategia de seguridad?
Como Pablo Vázquez ya estaba en la oficina desde finales del sexenio pasado, en términos de política pública no sabemos exactamente si hubo un cambio drástico, yo no lo he visto; al contrario, lo que veo es razonable continuidad, pero sí una intensa actividad de detenciones.
El 22 de mayo último, durante un mensaje a medios, la jefa de Gobienro, Clara Brugada, dijo que el asesinato de sus dos colaboradores ocurrió en un contexto de descenso sostenido en los delitos de alto impacto y homicidios dolosos en la capital del país, producto –aseguró– de una estrategia de seguridad sólida.
Frente a las versiones que vinculan el ataque con una posible amenaza al poder político local, la mandataria descartó haber recibido intimidaciones directas y afirmó que ni ella ni su gobierno detendrán su trabajo territorial.
Con información de proceso.com.mx