Este martes, aviones de combate de Israel lanzaron varios bombardeos contra el aeropuerto internacional de Saná y otros puntos de la capital del Yemen.
El ataque sucedió apenas una hora después de que el ejército de Israel ordenara la evacuación de la zona blanco de ataque para responder al lanzamiento de un misil del grupo insurgente Ansar Alá.
La televisión Al Masirah, portavoz de los insurgentes, dijo en una alerta que "una agresión estadounidense-israelí tuvo como objetivo el aeropuerto internacional de Saná con una serie de bombardeos". No se aportaron detalles sobre daños o pérdidas materiales ni humanas.
La portavoz además indicó que los bombardeos también tuvieron como objetivo tres centrales eléctricas, puntos que ya han sido objetivo de ataques aéreos estadounidenses en las últimas semanas:
De acuerdo con Al Masirah, otros bombardeos apuntaron contra la zona de Attan, al suroeste de la capital, así como contra una fábrica de cemento de Amran, al noroeste de Saná.
Esta oleada de bombardeos tiene lugar después de que anoche al menos cuatro personas murieran y otras 39 resultaran heridas en ataques estadounidenses e israelíes contra una fábrica de cemento y el puerto de la ciudad de Al Hudeida, a orillas del mar Rojo, de acuerdo con el grupo insurgente.
Los ataques aéreos de Israel son respuesta al misil balístico lanzado por los integrantes del grupo Ansar Alá hace dos días contra el aeropuerto de Ben Gurión, en Tel Aviv, y tras las amenazas de represalia por parte del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Washington inició hace más de un año una campaña de bombardeos contra el grupo insurgente en represalia por sus ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo y contra Israel, pero esta operación se intensificó el pasado 15 de marzo por orden del presidente Donald Trump.
Las fuerzas norteamericanas han lanzado desde entonces más de mil ataques aéreos y han matado a cientos de personas, al tiempo que han destruido instalaciones vitales para el grupo Ansar Alá, como el puerto petrolero de Ras Issa, una de las principales fuentes de ingresos del movimiento chií respaldado por Irán.
Con información de Informador.mx