Cientos de veterinarios, personal de apoyo y trabajadores de laboratorio en el brazo de salud animal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) se han ido bajo la presión de la administración Trump para que renuncien, según tres fuentes cercanas al asunto, lo que deja menos especialistas para responder a los brotes de enfermedades animales.
Las salidas ocurren cuando el país lucha contra el brote de gripe aviar más largo de su historia y se enfrenta a la invasión del gusano barrenador del Nuevo Mundo, una plaga carnívora detectada entre el ganado en México.
"Con la disminución de puestos veterinarios en el USDA, existe la preocupación de que menos veterinarios sean capaces de llevar a cabo los requisitos reglamentarios en curso, las investigaciones de enfermedades y la planificación y preparación de la respuesta", dijo el comisionado de salud animal de Kansas, Justin Smith.
"Esto podría dar lugar a tiempos de respuesta más lentos y a una menor capacidad de respuesta a las necesidades veterinarias locales", añadió.
Los precios de los huevos batieron récords este año después de que la gripe aviar acabó con millones de gallinas ponedoras. Los casos se han ralentizado en las últimas semanas, aunque los expertos advierten de que los brotes podrían reaparecer durante las temporadas migratorias de primavera y otoño de las aves silvestres que propagan el virus.
Más de 15,000 empleados del USDA han aceptado el incentivo financiero del presidente Donald Trump para renunciar, alrededor del 15% del personal de la agencia, como parte de los esfuerzos del Gobierno encabezados por el multimillonario Elon Musk para reducir la fuerza de trabajo federal.
En el éxodo, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal, la agencia que lucha contra las enfermedades del ganado y las plagas que dañan los cultivos, perdió 1,377 empleados. Eso representa alrededor del 16% de los empleados, según un análisis de Reuters de los datos de la Oficina Federal de Administración de Personal.
Alrededor de 400 de los que se van trabajaban en la sección de Servicios Veterinarios de la agencia, lo que representa más del 20% de sus 1,850 empleados, según una fuente. La rama trabaja en Estados Unidos y en todo el mundo con los ganaderos para detectar enfermedades en los animales y controlar su propagación.
La cifra incluye a 13 de los 23 veterinarios de área de la agencia que supervisan el trabajo veterinario en todo el país, según un cuadro de salidas de personal al que tuvo acceso Reuters y una fuente familiarizada con la situación.
También se marcha entre el 20% y el 30% del personal de un laboratorio del USDA que realiza pruebas para detectar enfermedades animales como la gripe aviar, según una segunda fuente.
El USDA no respondió a la petición de comentarios.
Con información de: El economista.