CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- La alianza entre la facción de "Los Chapitos", del Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), podría transformar las estructuras de poder en los mercados internacionales de la droga, señalaron expertos.
En medio de la guerra interna y la represión de México y Estados Unidos, ambas organizaciones criminales, consideradas las “más poderosas” del narcotráfico, han generado millones de dólares del contrabando de drogas como el fentanilo, especialmente en el territorio estadunidense.
El 15 de mayo, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) publicó su informe “Evaluación Nacional de Amenazas por Drogas 2025”, detallando cómo y en qué estados operan los principales grupos delictivos mexicanos, nombrados “terroristas” por el gobierno del presidente Donald Trump.
En el documento, la dependencia señaló que el CDS y el CJNG, antiguos enemigos, crearon una alianza estratégica con “el potencial de expandir los territorios, recursos, poder de fuego y acceso de estos grupos a funcionarios corruptos, lo que podría resultar en una alteración significativa del poder criminal en México y aumentar el flujo de drogas”.
La unión de ambos cárteles se formó tras el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada, el pasado 25 de julio de 2024, para ir en contra de “Los Mayos”, liderada por Ismael Zambada, alias “El Mayito Flaco”, de acuerdo con la DEA.
El arreglo genera un intercambio estratégico de recursos para facilitar operaciones. Además, el CJNG, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, tiene presencia en toda la república mexicana y se extiende en, por lo menos, 40 países, subrayó el informe.
El CDS lleva meses dividido, desde que Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo”, presuntamente traicionó a “El Mayo”, convocándolo a una supuesta reunión, para luego secuestrarlo y llevarlo a Estados Unidos, donde lo entrego a las autoridades.
Al momento de su detención, Zambada García tenía en su contra cinco órdenes de aprehensión emitidas por diferentes jueces federales mexicanos, una de ellas con fines de extradición a Estados Unidos.
Entre las acusaciones que enfrenta está la conspiración para exportar a Estados Unidos cantidades significativas de cocaína, heroína, mariguana, metanfetaminas y enervantes sintéticos elaborados con fentanilo en varios estados; entre estos, Nueva York, Texas, California, Nueva York, Illinois y hasta en la capital estadunidense.
Si es declarado culpable en un juicio y en una Corte Federal, el llamado “Capo de capos” puede ser sentenciado a cadena perpetua.
Tras la confusión inicial sobre si se trató de un pacto o una negociación, ambas facciones del Cártel iniciaron una guerra en Culiacán, que ha cobrado decenas de víctimas, desde el 9 de septiembre de 2024.
Ante esa agitación y la presión del gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, la facción del Cártel liderada por “Los Chapitos” reforzó su alianza con el CJNG, indicaron testigos familiarizados con el asunto, de acuerdo con “The New York Times”.
En los últimos meses, Estados Unidos ha trabajado en conjunto con México para frenar el flujo de fentanilo, con esfuerzos agresivos, desplegando miles de soldados en el estado natal de los dos cárteles.
El gobierno de Trump afirmó que las incautaciones en la frontera han descendido un 30%, mientras el CDS mostró su debilidad tras agotar recursos y sufrir bajas, por lo que cedió territorio al CJNG, a cambio de dinero y armas.
Esta alianza, descrita por dos operativos de alto nivel del CDS y dos personas en Estados Unidos con conocimiento del asunto, supone en sí misma un cambio radical, indicó el medio estadunidense.
Analistas, señalaron que el “arriesgado movimiento” podría convertir al cártel de Jalisco en el mayor narcotraficante del mundo, lo que provocaría a su vez, una reconstrucción de las alianzas y las estructuras de poder en los mercados internacionales de la droga.
“Es como si la costa este de Estados Unidos se separara durante la Guerra Fría y tendiera la mano a la Unión Soviética. Esto tiene implicaciones globales sobre cómo se desarrollará el conflicto y cómo se reorganizarán los mercados criminales”, mencionó la experta en grupos armados de Brookings Institution, Vanda Felbab-Brown.
De acuerdo con el analista de seguridad, Eduardo Guerrero, el músculo financiero, la experiencia en fentanilo y el alcance internacional de "Los Chapitos”, podría reforzar las ambiciones globales del CJNG y ayudar a cimentar su dominio en México, lo que remodelaría el mapa criminal en el país y podría desencadenar varias guerras regionales importantes entre grupos rivales.
Estas acciones representan la adaptación del narcotráfico ante la agresiva presión del gobierno estadunidense.
Un miembro de alto rango del CDS, citado por “The New York Times”, aseguró que “Los Chapitos” necesitan fondos desesperadamente, por las pérdidas financieras causadas ante la interrupción de la producción de fentanilo y las sorpresivas muertes de sus integrantes.
Asimismo, afirmó que ya no podían soportar la presión del gobierno de Trump, que va en aumento, por los millones de dólares que gastan a diario en la guerra interna.
El declive del CDS también se aceleró por el reciente esfuerzo del gobierno mexicano con el despliegue de militares en Sinaloa, redadas en laboratorios, detenciones e incautaciones de droga, a fin de terminar con él.
Los operativos del cártel señalaron que trasladaron la mayor parte de la producción de fentanilo a otros estados para no ser detectados.
John Creamer, diplomático y exfuncionario de la embajada de EU, dijo que, a pesar de desmantelar a estos grupos, es casi imposible lograr una interrupción sostenida de los flujos de droga.
“Nunca se puede clavar una estaca en el corazón de todo un cártel, puedes perturbarlos y crear caos, pero el narcotráfico siempre se recupera. Eso es lo que hace que la guerra contra las drogas sea tan frustrante”, explicó.
Con información de: Proceso.