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Se derriten los glaciares en México

Ciudad de México, 02/04/25 (Más / IA).- Los glaciares mexicanos están desapareciendo a una velocidad alarmante. Así lo evidencian tres fotografías capturadas con casi un siglo de diferencia en el Iztaccíhuatl, una de las montañas más altas de México.

La primera imagen, tomada en la década de 1920, muestra los pies nevados del volcán conocido como la Mujer Dormida. Se distingue apenas una roca entre la nieve, mientras al fondo el Popocatépetl aparece igualmente cubierto de blanco. En contraste, en la segunda imagen, de 1999, aunque todavía hay nieve, esta ha perdido hasta 50 metros de espesor y la roca que antes era apenas visible domina ahora el paisaje. Para entonces, el Popocatépetl ya no tenía rastro de nieve. La tercera foto, de 2018, revela un panorama desolador: el Iztaccíhuatl muestra una superficie árida, sin rastro de hielo. Ese mismo año, el glaciar Ayoloco fue declarado extinto.

Este registro visual formó parte de la mesa de trabajo Glaciares, cambio climático y gestión local de caudales hídricos, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a finales de marzo. Participaron expertos como Hugo Delgado Granados, doctor en Ciencias y destacado vulcanólogo especializado en los glaciares nacionales; Francisco Estrada Porrúa, doctor en Economía, y Sophie Ávila Foucat, doctora en Economía Ambiental.

A mediados del siglo 19, México contaba con 18 glaciares, todos ubicados en volcanes del Estado de Puebla: el Iztaccíhuatl (5,286 metros sobre el nivel el mar), el Popocatépetl (5,420 metros) y el Citlaltépetl o Pico de Orizaba (5,640 metros, en la frontera con Veracruz). Estos volcanes se encuentran en la latitud 20° norte, una franja donde no existen otros glaciares, ni en el norte de África, Oriente Medio ni en el sur de Asia. Hoy, de aquellos 18 glaciares, solo sobreviven tres.

En 2021, el diario El País acompañó a Delgado Granados y a otro investigador de la UNAM en un ascenso al Iztaccíhuatl. Ahí colocaron una placa metálica que recuerda al Ayoloco: “La placa nos recuerda que aquí estuvo el Ayoloco”, dijo entonces el vulcanólogo.

Durante la mesa de trabajo de 2025, disponible en YouTube, Delgado Granados explicó que aún sobreviven dos glaciares en el Iztaccíhuatl, aunque se encuentran por debajo de la línea de equilibrio, establecida a 5,300 metros sobre el nivel del mar. “La razón por la que todavía prevalecen es porque están anidados en los cráteres del volcán. Esto los protege de alguna forma. Pero, glaciológicamente hablando, ya no deberían de estar allí”, advirtió. La línea de equilibrio marca el límite entre la zona de acumulación y la de ablación en un glaciar, de acuerdo con el glosario del Laboratorio de Glaciología de la Universidad de Chile.

Los primeros registros del Iztaccíhuatl, publicados en 1964, estimaban una extensión glaciar de 1.21 kilómetros cuadrados. En el segundo inventario, de 2005, esta cifra había disminuido a 0.97 kilómetros cuadrados, lo que representa una pérdida del 20% en 24 años, a razón de 10,122 metros cuadrados por año.

En el caso del Pico de Orizaba, la reducción ha sido aún más dramática. Según explicó Delgado Granados, uno de los factores que ha contribuido a la pérdida de su glaciar –que pasó de 9,5 a 3 kilómetros cuadrados– ha sido la reactivación del volcán. Este mismo fenómeno fue el responsable de la desaparición de los dos glaciares del Popocatépetl, declarados extintos en el año 2000.

“El mejor ejemplo del impacto que ha tenido el cambio climático en México es lo que ha sucedido en los picos más altos de las montañas”, concluyó el especialista, y reconoció que ya es demasiado tarde para intentar salvar los glaciares mexicanos.

 

 

 

 

Con información de: Massinformación.

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Una elección nada recomendable

A una semana de la elección judicial y cuando aun no se conocen la mayoría de los resultados para los diferentes cargos, lo que llevará todavía unos días más, y a pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum, la consideró como "maravillosa", por lo pronto la Organización Estados Americanos (OEA) , consideró que este modelo no puede ser llevado a otro países.

Las razones según lo explica el analista Juan Ortiz, en sus redes sociales, fue debido a la baja participación de solamente un 13% del electorado, lo que evidencia el desinterés y por ende, la alta abstención. También, al considerarse como un riesgo para la independencia judicial.

Además, el que fue una reforma apresurada en su implementación, sin debate plural, ni gradualidad y un limittado análisis técnico. También, el que los requisitos fueron insuficientes, pues los criterios utilizados para las candidaturas, no garantizan idoneidad ni evitan politización.

Uno de los señalamientos, fue la complejidad de las boletas, que derivaron en confusión entre los electores y demoras a la hora de votar.

Otro punto, es que la difusión fue insuficiente, lo que no permitió conocer información sobre cargos y candidatos. También salió a relucir, las limitaciones al presupuesto al INE, que se tradujo en la reducción del número de casillas y que afectó la organización.

Y desde luego, los “acordeones” que dieron el sello distintivo a esta elección pues hubo denuncias sobre los listados que circularon, especialmente desde la 4T, que según se ha dicho, son considerados como propaganda ilegal y coacción al voto. Así la evaluación a una semana de esas elecciones. ¿Qué otros “detalles” saldrán en los próximos días?, ya se verá, comentan.

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