Ejecutómetro: 0
Dólar: 19.47 MXN
10°

Lucio Cabañas: el guerrillero que defendió a los campesinos de Guerrero

A ti ciudadano:

La historia más reciente de México ha tenido episodios que han sacudido a toda la sociedad. De especial intensidad fue la Guerra Sucia (1964-1982), periodo en el cual sucesivos gobiernos federales persiguieron y combatieron a diferentes grupos revolucionarios. Uno de ellos fue la guerrilla que encabezó el maestro normalista Lucio Cabañas, en la sierra del estado de Guerrero. Su fuerte compromiso político, pero sobre todo su sensibilidad social, lo encausaron a una lucha en la que perdió la vida defendiendo la dignidad de los desposeídos.

Orígenes de Lucio Cabañas

Lucio Cabañas Barrientos nació el 12 de diciembre de 1938 en El Porvenir, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Hijo de Cesáreo Cabañas Iturio y Rafaela Gervasio Barrientos, su vida nunca fue fácil. Su familia era campesina; tras experimentar episodios de violencia doméstica, su madre decidió separarse de su padre. Sin embargo, este último apartó a Lucio y sus hermanos de ella. Por lo tanto, se crio con su abuelo paterno, quien era un veterano del ejército de Emiliano Zapata, y su tía Macaria. Allí tuvo contacto con las históricas luchas de la entidad.

En medio de las graves turbulencias políticas que vivía Guerrero a inicios de los años cincuenta, doña Rafaela se casó con Juan Serafín Martínez. Pronto Lucio se identificó también con su ideario de justicia social. Sin embargo, la violencia muy pronto se hizo presente en la vida del joven. Cuando tenía 13 años, su padre fue asesinado el 8 de marzo de 1950, por órdenes de caciques locales. Años después, el 8 de noviembre de 1957, Juan Serafín fue ultimado por la policía guerrerense.

Su formación y el compromiso social

Por las condiciones de su vida, Lucio Cabañas no había podido seguir de forma constante su educación básica. El trabajo en la tierra, así como otros empleos que tuvo para subsistir, lo hicieron atender primero las necesidades básicas de su familia. En febrero de 1956 entró en la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, en Ayotzinapa. Allí pudo terminar su sexto año de primaria. En la histórica institución, Lucio muy pronto se empapó del ideario socialista, el marxismo, la Revolución Cubana, Fidel Castro y Ernesto «Che» Guevara.

Hacia 1959 se hizo militante de las Juventudes Comunistas de México. También participó activamente en el movimiento cívico en la deposición del gobernador Caballero Aburto, en el año de 1960. Fue Secretario General de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, entre 1962 a 1963. Una vez que se tituló como profesor normalista, se vinculó al Movimiento Revolucionario del Magisterio, dirigido en ese entonces por Othón Salazar. Además, siempre apoyó a las asociaciones de padres de familia. Esto lo hizo ir asumiendo un liderazgo entre varias comunidades. Nunca abandonó su compromiso con los problemas de los pueblos de la sierra guerrerense, entre ellos la explotación forestal, los precios del café y el robo descarado del que eran víctimas. Particularmente, confrontó a los gobiernos estatal, federal y a los caciques que se enriquecían a costa del sufrimiento y el trabajo de los más pobres.

La lucha clandestina de Lucio Cabañas: el Partido de los Pobres

En abril del año 1967, el maestro Alberto Martínez Santiago fue removido injustamente de la escuela “Juan N. Álvarez” de Atoyac y fue reubicado en Coyuca de Benítez. Las protestas de padres de familia y otras organizaciones desembocaron en la convocatoria de un mitin en la plaza central de Atoyac para el 18 de mayo de 1967. Sin embargo, el gobierno estatal decidió reprimir la protesta y matar a su líder, el propio Lucio Cabañas. Con un aforo de 2,500 personas reunidas, los policías intentaron ir por Cabañas, para lo que abrieron fuego sobre la multitud. A pesar de que hubo varios muertos, la gente logró esconder y proteger al líder normalista.

Este terrible suceso lo obliga a optar por la clandestinidad y posteriormente a fundar el Partido de los Pobres. Entre 1967 y 1968, la organización, inspirada por la vida comunitaria de los pueblos de la región, promueve asambleas, publicaciones y círculos de estudio. Sin embargo, el ejército mexicano empezó a detectar y perseguir estas actividades por «subversivas». No olvidemos que justo en esta época, en medio de la Guerra Fría y su alianza con Estados Unidos, las autoridades del país combatieron cualquier lucha que pareciera mínimamente comunista. Es por esto y la matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, que toma fuerza el proceso represivo del Estado mexicano, conocido como Guerra Sucia.

La lucha guerrillera

Por la agobiante situación que vivían Lucio Cabañas y sus compañeros del Partido de los Pobres, deciden organizar hacia 1968 el brazo armado de la organización: la Brigada Campesina de Ajusticiamiento. Este cuerpo miliciano estaba compuesto por miembros permanentes y temporales; estos últimos eran los campesinos que debían regresar a sus hogares a trabajar la tierra en tiempo de siembra. Los combates con el ejército mexicano fueron constantes en la sierra. En varias ocasiones Cabañas venció a las fuerzas armadas del gobierno, ya que luchaban en forma de guerrilla. Lucio y sus camaradas tenían además la amplia simpatía de pueblos enteros en Guerrero.

Algo que caracterizó al Partido de los Pobres fue su enfoque práctico y directo. Lejos de una retórica técnica y poco comprensible, Lucio Cabañas hizo énfasis en una simple cuestión como sostén de su causa: la lucha entre pobres y poderosos. La lucha era por justicia para los más desposeídos y vulnerables del país. Por esta razón tuvieron muchos desacuerdos con otra organización revolucionaria aliada a la causa: la Liga Comunista 23 de Septiembre. Los militantes de la liga solían querer «politizar» y «educar» teóricamente a los guerrilleros de Cabañas, a fin de encaminarlos al modelo marxista de lucha. Sin embargo, esto solo demostró que eran totalmente ajenos a las necesidades del campesinado guerrerense.

El secuestro de Rubén Figueroa y la muerte de Lucio

En abril de 1974, las fuerzas guerrilleras de Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres deciden secuestrar a Rubén Figueroa. Este personaje era senador de la República y candidato a la gubernatura de Guerrero. Lucio y Figueroa acordaron una reunión para el 30 de mayo de 1974, a las 9 de la mañana, en un cruce de caminos que conducían de San Jerónimo a la localidad de El Ticuí, muy cerca de Atoyac. Allí el político fue capturado. Tras varios comunicados del partido en los periódicos, además de combates con el ejército y la policía, Figueroa fue liberado el 8 de septiembre de aquel año, tras cobrarse su cuantioso rescate.

Después de este evento, el gobierno mexicano reprimió con toda su fuerza no solo a los guerrilleros, sino también a toda la población de la sierra guerrerense. Detenciones ilegales, tortura, cercos militares e incluso bombardeos aéreos, cobraron las vidas de muchas y muchos campesinos de forma injusta. Finalmente, durante la madrugada del 2 de diciembre de 1974 se libró el último enfrentamiento de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento. Tras un intenso tiroteo en la selva cafetalera El Otatal, Lucio Cabañas murió en combate.

Lucio Cabañas: un legado de lucha y justicia social

El legado de la lucha de Lucio Cabañas es innegable. Sentó las bases para una comprensión cabal de la injusticia en la que vivían los campesinos de Guerrero y de otros estados de México. Además, evidenció la imperante necesidad de reivindicar a los más necesitados y solucionar los problemas estructurales que viven cotidianamente. A partir de la muerte de Cabañas, también se inicio una activa defensa de los derechos humanos así como de la memoria histórica de los desaparecidos durante la Guerra Sucia.

Por otra parte, junto a la lucha de otro maestro normalista, Genaro Vázquez, la causa de Cabañas ha sentado un precedente para todos los movimientos magisteriales y estudiantiles en nuestro país. La normal de Ayotzinapa sigue siendo un epicentro de una consciencia revolucionaria hasta nuestros días.

Y así es como Lucio Cabañas, maestro normalista y guerrillero, es un personaje importante en la historia contemporánea de México. Comprometido con la justicia social, su movimiento revolucionario tuvo como prioridad reivindicar a los más desposeídos durante una turbulenta época del país.

Víctor Hugo Estala Banda

Tips al momento

El riesgo de ser policía en México: Causa en Común

La asociación Causa en Común dio a conocer que en el periodo del 2 al 8 de mayo del presente año,  7 policías fueron asesinados en los estados de Guanajuato Sinaloa y Oaxaca.

En lo que va del año 2025,  van al menos 160 asesinatos de policías, un promedio de 1 cada día, según la estimación de la organización de la sociedad civil.

En los datos de la asociación Causa en Común, se encuentra el registro de los homicidios del policía estatal, Víctor Hugo Sosa, asesinado el 10 de febrero del presente año; así como el del agente de la Policía Municipal de Casas Grandes, Alfredo R., quien perdió la vida el 3 de marzo pasado.

Esa cifras según lo publicó en sus redes sociales Causa en Común, representan un 40% más de la registradas en el mismo periodo de 2024. En México, ser policía es un riesgo constante, según lo señala.

Notas recientes