Mientras que en México las autoridades hacen lo posible por eliminar los llamados 'narcocorridos' de conciertos, festivales y eventos masivos públicos, en EE.UU. las agrupaciones que interpretan esta música —considerada como apología al delito— tocan las canciones sin ningún tipo de restricción o castigo.
Esta situación, según reporta Milenio, se mantiene en total impunidad a pesar que el Gobierno de Donald Trump anunció que le quitaría la visa a los grupos que interpretaran estas polémicas canciones, como parte de las medidas de la llamada "guerra contra el narcotráfico" y de lucha contra las bandas criminales, entre ellas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, que fueron designadas por Washington como "organizaciones terroristas extranjeras".
Durante el fin de semana, por ejemplo, se efectuaron en territorio estadounidense, específicamente en el estado de California, al menos dos festivales de 'corridos tumbados', en donde fueron exaltadas las figuras de los narcotraficantes más famosos mientras el público hizo señas de pistolas con sus manos y un cantante consumía droga públicamente y ante la presencia de niños y adolescentes.
La creciente polémica en torno a los 'narcocorridos' y los 'corridos tumbados' que también exaltan al mundo del narcotráfico, reventó el pasado 29 de marzo en Guadalajara, Jalisco, cuando el grupo Los Alegres del Barranco interpretó una canción para rendir homenaje a Nemesio Oseguera, alias 'El Mencho', líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y a Joaquín 'El Chapo' Guzmán, uno de los cabecillas del Cártel de Sinaloa.
La situación provocó rechazo del Gobierno mexicano, se abrió una investigación y se ordenó vetar a este tipo de género musical en futuros eventos masivos por considerarse que al ser interpretadas, los artistas cometen apología al delito. El incidente además generó que la administración Trump vinculara a estos músicos en un proceso judicial y les revocó las visas de trabajo y de turismo.
Sin embargo, según el reportaje, mientras en México se hace un esfuerzo por evitar estas presentaciones musicales, del lado de EE.UU. parece que sus intérpretes no son sometidos por las autoridades. Los eventos masivos se replican cada fin de semana en los estados fronterizos y con asistencia masiva, sin importar los precios de boletos, que en promedio son de 130 dólares por persona, el pago de estacionamiento que suma otros 60 dólares, o el costo de una cerveza que es de 20 dólares.
Al parecer, a los artistas vinculados con los narcocorridos poco les importa glorificar la vida suntuosa de los narcos, la violencia que aplican y promueven, sus armas, autos, mansiones, marcas de lujo, tráfico y consumo de drogas ilegales y alcohol a las que son adictos, debido a que el negocio es millonario y les genera enormes ingresos.
Prueba de ello, es que a pesar de la sanción y las investigaciones de la justicia en ambos países, el vocalista y acordeonista de Los Alegres del Barranco, Pavel Moreno, manifestó que tanto él como el resto de los integrantes están "contentos y tranquilos".
Con información de actualidad.rt.com